Egipto, potencia mundial en pena de muerte

El presidente egipcio, Abdelfat¨¢ al Sisi, pretende convertir Egipto en una potencia econ¨®mica mundial a trav¨¦s proyectos fara¨®nicos, como la construcci¨®n de una nueva capital en mitad del desierto. Sin embargo, de momento, el pa¨ªs ¨¢rabe s¨®lo se ha aproximado al liderazgo mundial de condenas a la pena capital, que se han disparado tras el golpe de Estado de 2013 que depuso el rais islamista Mohamed Morsi. Seg¨²n Amnist¨ªa Internacional, las condenas registradas el a?o pasado en Egipto fueron 507 y supusieron un 20% de las dictadas en todo el mundo, una cifra s¨®lo superada por Nigeria.

En total, desde el golpe, m¨¢s de 1.700 personas han recibido una sentencia a la pena de muerte, la gran mayor¨ªa partidarios o dirigentes de los Hermanos Musulmanes. De ¨¦stas, 520 son condenas firmes. Por el momento, ocho han sido ya ejecutadas en la horca. Estos datos representan un marcado incremento respecto al pasado reciente. Entre 1981 y 2000, 709 personas fueron condenadas a la pena capital y 249 fueron ajusticiadas. Seg¨²n el c¨®digo penal egipcio, se pueden castigar con la pena de muerte los cargos de asesinato premeditado, terrorismo, espionaje y traici¨®n, adem¨¢s de algunos casos de secuestro y violaci¨®n.

Este notable incremento responde a una voluntad del Estado de pasar cuentas con el anterior Gobierno liderado por Morsi, uno de los m¨¢ximos dirigentes de la Hermandad, as¨ª como a la aparici¨®n de una insurgencia de car¨¢cter islamista cuyos atentados han provocado la muerte de centenares de miembros de las fuerzas de seguridad. Antes del derrocamiento de Morsi, ya exist¨ªan varios grupos yihadistas, basados sobre todo en la pen¨ªnsula del Sina¨ª, pero entonces sol¨ªan dirigir sus acciones ¨²nicamente contra Israel.

En varios de los juicios que se han saldado con condenas a la pena capital, se ha hecho evidente la violaci¨®n de garant¨ªas procesales b¨¢sicas. As¨ª, en cinco macroprocesos diferentes, decenas de personas han sido sentenciadas a la pena de muerte al mismo tiempo. En el ¨²ltimo de estos juicios, el expresidente Morsi recibi¨® su primera pena de muerte junto con otras 120 personas por cargos de espionaje y conspiraci¨®n con milicias extranjeras para asaltar varias c¨¢rceles en 2011, durante la Revoluci¨®n que depuso al dictador Mubarak. El veredicto era preliminar y el tribunal lo ratific¨® este martes.

Algunos graves errores de estos procesos han puesto en duda la credibilidad de la justicia egipcia. Por ejemplo, junto a Morsi fueron condenados varios palestinos miembros de Ham¨¢s. Seg¨²n denunci¨® la milicia islamista, uno de ellos ya hab¨ªa muerto en 2011, y el otro est¨¢ encarcelado en Israel desde hace 19 a?os. Por otra parte, la Red ?rabe de Derechos Humanos critic¨® la ejecuci¨®n el mes pasado de seis presuntos yihadistas. ¡°Pruebas inequ¨ªvocas sugieren que los cr¨ªmenes imputados a los acusados tuvieron lugar despu¨¦s de que fueran arrestados¡±, rezaba un comunicado de la ONG. En concreto, en el momento de los hechos, estaban detenidos en una c¨¢rcel secreta, donde fueron torturados repetidamente.

Por todo ello, han aparecido algunas voces en Egipto que piden la abolici¨®n a la pena de muerte, o al menos una moratoria. "Ante la ausencia de medidas que garanticen la justicia en un sentido ¨ªntegro del t¨¦rmino, y teniendo en cuenta las tensiones de la sociedad egipcia, la pena capital debe ser abolida", sostiene Abdel Moneim Abulfutuh, un islamista moderado que fue candidato a las presidenciales de 2012. Un mensaje parecido tuvo que escuchar Al Sisi de boca de la canciller Angela Merkel en su viaje oficial a Alemania: ¡°Nadie deber¨ªa ser sentenciado a la pena de muerte, incluso si est¨¢ involucrado en actividades terroristas¡±.

En todo caso, no est¨¢ claro que las penas de muerte contra los l¨ªderes de los Hermanos Musulmanes se acaben aplicando. "Creo que las condenas de Morsi y [al Gu¨ªa Supremo] Badie son m¨¢s bien simb¨®licas. Es probable que acaben siendo conmutadas en otras instancias judiciales. Pero si no, el Ejecutivo probablemente congelar¨¢ su aplicaci¨®n", sostiene la analista Nadine Abdallah. La influencia de Arabia Saud¨ª, principal financiero del r¨¦gimen egipcio, puede ejercer de freno ante las ejecuciones. De acuerdo con varios analistas saud¨ªes, el nuevo rey, Salman Bin Abdulaziz, pretende aflojar la represi¨®n contra la cofrad¨ªa para propiciar la unidad del islam sun¨ª contra el expansionismo del chi¨ª Ir¨¢n, que considera el mayor peligro de la regi¨®n.