Grecia en el corredor
Evitar la salida del pa¨ªs del euro es una cuesti¨®n de credibilidad para Europa
Escribo estas l¨ªneas en medio de un clima de alguna esperanza sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo de ultim¨ªsima hora para evitar un desagradable evento en Grecia. Ser¨ªa la en¨¦sima vez que se busca una soluci¨®n m¨¢s de urgencia que definitiva. Pareciera que Grecia se encontrase en el mal llamado corredor de la muerte y que, de vez en cuando, se divisara un rayo de esperanza que permita prolongar una vida a caballo entre la agon¨ªa y la lucha. Evitar el impago parcial o total y, sobre todo, la salida del pa¨ªs heleno del euro es una cuesti¨®n de supervivencia para Grecia y de credibilidad para Europa. Parad¨®jicamente, incluso con un acuerdo, puede que lo que hayamos aprendido de estas ¨²ltimas negociaciones es que la probabilidad de una soluci¨®n final es remota.
Si hay acuerdo finalmente esta semana, bienvenido sea. Pero es imposible que se trate de un compromiso sin fisuras, que permitiera evitar esa sensaci¨®n de que la pena de muerte acabar¨¢ ejecut¨¢ndose. Llevamos meses con un aut¨¦ntico embolado para tratar de garantizar el pago de 7.500 millones de euros. Y eso que el tercer rescate griego, sobre el que habr¨¢ que negociar pronto, ser¨¢ de un importe cuatro o cinco veces m¨¢s grande.
Las posturas rozan lo rid¨ªculo en algunos casos, porque el que exige se excede en la legitimidad y el que pide defiende cuestiones, a veces, de naturaleza ut¨®pica. El Gobierno griego vende una leve reforma de un sistema quebrado de pensiones como si fuera la ¨²ltima y mayor concesi¨®n que est¨¢ dispuesto a hacer. Los acreedores exigen un super¨¢vit fiscal sobrado, como si los ciudadanos griegos fueran fichas de ajedrez que ni comen ni respiran. Se ha apretado a Grecia en recortes y en financiaci¨®n de una forma muy dura, pero en reformas este pa¨ªs ha hecho bastante poco en comparaci¨®n con otros cuya estabilidad fiscal tambi¨¦n est¨¢ en vigilancia. Cierto es que las pensiones son un contrato generacional. Tanto como que el sistema actual (en pensiones y otras cuestiones) encierra una profunda insolidaridad intergeneracional (en Grecia y otros pa¨ªses).
En este entorno tan tirante ser¨ªa preferible que los acreedores pusieran otras cartas sobre la mesa: declarar de forma expl¨ªcita cu¨¢nto podr¨ªan alargarse los plazos y condiciones de consolidaci¨®n fiscal y de pago de la deuda como una funci¨®n proporcional de reformas y de su cumplimiento. Pero el Gobierno de Syriza en el poder no parece dispuesto a ir m¨¢s all¨¢. De hecho, est¨¢ por ver si su parlamento ratifica cualquier acuerdo intermedio.
Mientras se discute o no si revocar la condena, el preso puede morir de forma s¨²bita. De hecho, si este lunes hubo una reuni¨®n y no se apuran los plazos hasta fin de mes es porque el capital huye a toda velocidad. Un colapso bancario ser¨ªa un r¨¢pido fin encadenado: corralito, m¨¢s estrangulamiento social y decisiones precipitadas de impago o salida del euro. M¨¢s all¨¢, un abismo para Grecia y un roto gigante en la credibilidad de la eurozona.
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