EE UU dejar¨¢ de perseguir a quien pague el rescate por un familiar

El Gobierno de Estados Unidos se va a seguir negando a pagar un rescate para lograr la liberaci¨®n de un ciudadano norteamericano secuestrado en el extranjero por grupos terroristas como el Estado Isl¨¢mico (EI) o Al Qaeda. Pero dejar¨¢ de amenazar con iniciar un proceso judicial a los familiares del reh¨¦n si estos deciden actuar por su cuenta e intentan comprar la libertad del retenido.

Este es uno de los cambios fundamentales en la pol¨ªtica estadounidense respecto a secuestros que anunci¨® el presidente, Barack Obama, este mi¨¦rcoles.?

Tal como hab¨ªan adelantado ya la v¨ªspera varios medios, hay tambi¨¦n otra aclaraci¨®n importante para las familias: aunque el Gobierno federal seguir¨¢ prohibiendo hacer concesiones a los secuestradores, s¨ª puede comunicarse y negociar con estos, o ayudar en ello a los familiares de los rehenes que tratan de lograr la liberaci¨®n del cautivo estadounidense.

La confusi¨®n reinante en torno a lo que se puede hacer y lo que no para tratar de liberar a un familiar secuestrado, y las amenazas de consecuencias judiciales en caso de pagar un rescate -aunque en los ¨²ltimos a?os no se hayan hecho efectivas- son cuestiones denunciadas p¨²blicamente durante el ¨²ltimo a?o por parientes de estadounidenses cautivos.

Lo han hecho los padres del periodista estadounidense James Foley, el primer reh¨¦n occidental del EI brutalmente ejecutado, el a?o pasado, mediante una decapitaci¨®n que fue grabada en un v¨ªdeo. Y lo hizo tambi¨¦n la madre de Peter Theo Curtis, liberado a finales de agosto tras permanecer dos a?os en manos de Jabhat al Nusra, un grupo afiliado a Al Qaeda. Nancy Curtis afirm¨® que el Departamento de Estado la amenaz¨® con procesarla si intentaba pagar un rescate por su hijo, mientras que el FBI se ofreci¨® a ayudarla en ese proceso.

¡°Eso es totalmente inaceptable¡±, subray¨® Obama al revelar los cambios en una comparecencia en la Casa Blanca en la que no acept¨® preguntas.

¡°Es mi firme compromiso asegurarme de que estas familias se sienten totalmente apoyadas en sus esfuerzos por lograr que vuelvan a casa los suyos y que haya una sincronizaci¨®n entre los sinceros esfuerzos del gobierno y las familias¡±, agreg¨®.

Familiares de rehenes y expertos hab¨ªan criticado especialmente la amenaza judicial -amparada en las duras penas de c¨¢rcel previstas por la ley por proporcionar "ayuda material" a un grupo terrorista- proferida para quienes intentaran pagar un rescate. Esto no solo afectaba a los parientes de los secuestrados, sino potencialmente a cualquiera que se ofreciera a ayudar a estas familias para reunir el dinero reclamado.

Las muertes a manos de sus secuestradores de Foley, el tambi¨¦n periodista Steven Sotloff y el cooperante Peter Kassig llevaron a Obama a ordenar a finales de 2014 la revisi¨®n de las pr¨¢cticas oficiales frente a los secuestros. Tambi¨¦n se ha conocido desde entonces la muerte bajo custodia de sus captores los estadounidenses Luke Somers, en Yemen, Kayla Muller en Siria y Warren Weinstein en la frontera entre Afganist¨¢n y Pakist¨¢n.

La pol¨ªtica de no hacer concesiones

EE UU y Reino Unido son los dos ¨²nicos pa¨ªses que se niegan firmemente a pagar rescates o a hacer cualquier tipo de concesiones a cambio de sus ciudadanos secuestrados, bajo el argumento de que ello no hace m¨¢s que fomentar este tipo de pr¨¢cticas. El hecho sin embargo de que otros pa¨ªses, como los europeos, s¨ª lo hagan aunque no lo reconozcan de forma p¨²blica ha llevado a cuestionar la falta de unidad, sobre todo en vista de que otros rehenes apresados por los mismos grupos que los estadounidenses s¨ª han regresado sanos a sus hogares.

Obama sin embargo se reafirm¨® el mi¨¦rcoles en esta postura.

¡°El Gobierno de EE UU no har¨¢ concesiones, como pagar rescates, a grupos terroristas que tengan rehenes estadounidenses¡±, reiter¨®. Obama dijo ser consciente de que este tema est¨¢ sujeto a ¡°un debate sustancial¡± y que resulta ¡°dif¨ªcil y emotivo¡± para las familias que tienen a alguien secuestrado. Pero su deber, subray¨®, es no analizar esta situaci¨®n solo ¡°como marido y como padre¡± que tambi¨¦n es, sino ¡°como presidente¡± que tiene que tener en cuenta la seguridad nacional del pa¨ªs.

¡°Y creo firmemente que el Gobierno de EE UU pague rescates a terroristas pone en peligro a m¨¢s estadounidenses y servir¨ªa para financiar el terrorismo que estamos tratando de frenar¡±, argument¨®.

Las cr¨ªticas a esta postura ahora reafirmada arreciaron el a?o pasado por el hecho de que EE UU s¨ª que accedi¨®, hace un a?o, a negociar la liberaci¨®n de uno de los suyos, el soldado Bowe Bergdahl, capturado durante cinco a?os en Afganist¨¢n, a cambio de cinco talibanes presos en Guant¨¢namo.

Los argumentos oficiales de que se trataba de un militar y no de un civil, y que por ello rigen normas distintas, no acabaron de convencer a los que siguieron viendo en ello una incongruencia en el principio de ¡°no negociar¡± que tan p¨²blicamente ha defendido.

En el curso de la revisi¨®n de esta pol¨ªtica, Obama se ha reunido en los pasados meses con algunos familiares de secuestrados, entre ellos con la madre de Foley, Diane, y con los padres de Sotloff. Pero muestra de que todav¨ªa perduran muchas susceptibilidades es el hecho de que muchas familias de secuestrados habr¨ªan rechazado participar en el proceso.

Entre los cambios que anunci¨® Obama, est¨¢ la creaci¨®n de una ¡°c¨¦lula de fusi¨®n¡± en la sede del FBI que coordine los esfuerzos de las diversas agencias -del Departamento de Justicia, de Estado, del Tesoro o el Pent¨¢gono, entre otras- para mejorar los planes para recuperar secuestrados, tanto generales como en casos espec¨ªficos. En este equipo tambi¨¦n estar¨¢ un ¡°coordinador para las familias¡± que mantendr¨¢ informados a los parientes de los rehenes. Obama tambi¨¦n va a crear un "equipo de respuesta ante secuestros" bajo auspicio del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca que supervise de forma regular la pol¨ªtica de rehenes y nombrar¨¢ asimismo a un "enviado presidencial especial" del cuerpo de diplom¨¢ticos del Departamento de Estado que se encargar¨¢ de los contactos oficiales con otros gobiernos en casos de secuestros.

El mandatario, que reconoci¨® que en el proceso de revisi¨®n de las pautas de actuaci¨®n en la materia se ha topado con el ¡°escepticismo¡± de algunas de las familias afectadas, pidi¨® un voto de confianza con las nuevas gu¨ªas y asegur¨® que los secuestrados no ser¨¢n olvidados. ¡°Mi mensaje a cualquiera que haga da?o a estadounidenses es que nosotros no olvidamos y que nuestro alcance es largo. Mi mensaje a todo estadounidense secuestrado (¡­) a sus familias, es que EE UU nunca dejar¨¢ de trabajar para reunirlos. No nos daremos por vencidos, no importa cu¨¢nto tiempo tardemos¡±, prometi¨®.