T¨²nez: objetivo yihadista
Del pa¨ªs magreb¨ª han salido unas 3.000 personas para unirse a la yihad en Siria, Irak o Libia
Dos d¨ªas despu¨¦s de los atentados en el museo del Bardo de T¨²nez, perpetrados el 18 de marzo, dos turistas paseaban por la Avenida Burguiba, en el centro de la capital. ¡°?Miedo a los atentados?¡±, preguntaba este periodista. ¡°El terrorismo¡±, dec¨ªan Sylvie, francesa de 31 a?os, y Andrea, alemana de 35 a?os, ¡°est¨¢ por todos lados¡±. No iban a modificar su agenda. A ellas les preocupaban m¨¢s ataques como el cometido en enero en Par¨ªs contra la revista sat¨ªrica Charlie Hebdo. Dos meses despu¨¦s, ya en Madrid, el ministro de Exteriores tunecino, Taieb Baccouche, en una charla de caf¨¦, no distaba mucho de la opini¨®n de estas dos mochileras europeas: T¨²nez no era objetivo especial del terrorismo; lo del Bardo podr¨ªa haber pasado en cualquier lugar del mundo.
Y como esas han sido muchas de las opiniones lanzadas por el actual Gobierno del presidente Beji Caib Essebsi, un veterano pol¨ªtico ya en tiempos de la dictadura, despu¨¦s de la matanza en el Bardo, la primera tras los atentados de Al Qaeda en Yerba en 2002, en la que murieron 22 personas, la mayor¨ªa turistas alemanes. Pero el ataque terrorista en los hoteles de Port Kantaoui, en la ciudad de Susa, con un balance provisional ayer de 37 muertos, confirma que T¨²nez no es un pa¨ªs m¨¢s en la agenda del terrorismo de corte yihadista. Est¨¢ se?alado a fuego.
Yihadistas tunecinos
Como dec¨ªa en una conversaci¨®n mantenida tras el atentado en el Bardo el experto en movimientos yihadistas Wassim Nasr ¡°si 3.000 personas de un pa¨ªs [T¨²nez] de 12 millones est¨¢n dispuestas a hacer la yihad afuera, tambi¨¦n lo estar¨¢n para hacerla dentro¡±. Ese es uno de los puntales de la amenaza terrorista en T¨²nez. Seg¨²n sus fuentes de inteligencia, alrededor de 3.000 tunecinos han viajado a hacer la yihad a Libia, Siria e Irak ¡ªes uno de los pa¨ªses que cuenta con m¨¢s combatientes radicales junto a Arabia Saud¨ª¡ª. La mayor¨ªa se han quedado, algunos incluso en lo m¨¢s alto de la c¨²pula del Estado Isl¨¢mico, como Bubaker el Hakim. Tambi¨¦n los hay que han vuelto; algunos han sido encarcelados nada m¨¢s llegar, pero otros est¨¢n en libertad.
El asalto contra los turistas del Bardo fue cometido por Yassine Abidi y Hathem Jachnaoui, dos j¨®venes entrenados en Libia. Sin embargo, la investigaci¨®n gir¨® en torno a la influencia de Okba Ibn Nafaa, una organizaci¨®n yihadista vinculada estrechamente a Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI). T¨²nez es en cualquier caso una de esas provincias ansiadas por el Estado Isl¨¢mico (EI). De hecho, en las ¨²ltimas semanas ha cobrado relevancia el grupo Muyahid¨ªn de T¨²nez de Kairu¨¢n, que ha manifestado su lealtad al EI. Seg¨²n las autoridades tunecinas, de la regi¨®n de Kairu¨¢n ¡ªcuya capital, de mismo nombre, es sagrada para los musulmanes¡ª era el autor de la matanza de Susa.
La paradoja de la transici¨®n pol¨ªtica en T¨²nez es que ha fracasado en contener el fervor islamista, ahora pr¨¢cticamente clandestino. La huida del dictador Ben Ali en enero de 2011 abri¨® la puerta al gobierno de los islamistas a trav¨¦s de la formaci¨®n Ennahda, victoriosa en las primeras elecciones que celebr¨® el pa¨ªs. Algunos de sus miembros pasaron por las c¨¢rceles de Ben Ali. Y como muchos otros reos salieron de prisi¨®n despu¨¦s de la revoluci¨®n.
A¨²n recuerdan en mezquitas como la de Fatah, en el centro de T¨²nez, c¨®mo la revoluci¨®n trajo tambi¨¦n a predicadores venidos del Golfo para inculcar el salafismo (corriente rigorista del islam).
Cuatro a?os despu¨¦s, la ola salafista se ha aplacado con, por un lado, un Ejecutivo laico (liderado por Nida Tounes, la formaci¨®n de Essebsi), con el que no obstante colabora Ennahda y, por otro, una f¨¦rrea campa?a policial contra los j¨®venes islamistas y la organizaci¨®n Ansar al Shar¨ªa, bien conocida por su proselitismo tras la revoluci¨®n y vinculada a Al Qaeda.
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