Una ciudad testigo de la causa gay
John D¡¯Amico, exalcalde de West Hollywood, la capital gay del sur de California, recuerda tres d¨¦cadas de lucha por la igualdad de derechos
John D¡¯Amico recuerda perfectamente que ellos eran la pareja n¨²mero 219. El concejal del ayuntamiento de West Hollywood y su hoy marido, Keith Rand, se registraron como pareja de hecho en el Ayuntamiento de West Hollywood cuando el 15 de agosto de 1995, una ¨¦poca en la que ¡°a muchos les parec¨ªa una p¨¦rdida de tiempo¡±. Pasaron 13 a?os hasta que pudieron casarse, otro 15 de agosto de 2008. Otros cinco hasta que California acept¨® su matrimonio. Desde el viernes, pueden llamarse marido y marido en todo Estados Unidos.
La hist¨®rica decisi¨®n del Tribunal Supremo de reconocer el derecho al matrimonio homosexual en todo el pa¨ªs llega tres d¨¦cadas despu¨¦s de que una extra?a coalici¨®n de rusos y gays, una ¡°comunidad de marginados¡± encajonada entre Los ?ngeles y Beverly Hills, decidiera en 1984 instituirse en ayuntamiento y llamarse West Hollywood. La ciudad (35.000 habitantes) siempre ha sido el lugar de las vanguardias extremas en el sur de California, donde lo raro era norma. El viernes las calles de West Hollywood se llenaron con la celebraci¨®n de la decisi¨®n del Supremo, que convierte en normal en todo EE UU lo que aqu¨ª siempre fue normal. Ahora, los raros son otros.
D¡¯Amico, de 52 a?os, fue alcalde de West Hollywood hasta el pasado marzo. El s¨¢bado recordaba para EL PA?S estas tres d¨¦cadas de evoluci¨®n, de la marginalidad de la comunidad al reconocimiento constitucional de sus derechos. ¡°Ha habido un cambio real en c¨®mo Am¨¦rica se ve a s¨ª misma. Ha ocurrido por presi¨®n externa, pero la mayor parte ha sido un cambio interior de la gente y la experiencia con otros la que ha hecho ver a los gays como gente real¡±. D¡¯Amico cree que la decisi¨®n es consecuente con la tradici¨®n americana. ¡°Am¨¦rica trata de una exploraci¨®n. Eso es lo que muchos reconocemos como lo m¨¢s americano, el inter¨¦s por lo nuevo. A veces hay una reacci¨®n, pero esa es la historia de los ¨²ltimos 240 a?os¡±.
Am¨¦rica trata de una exploraci¨®n. Eso es lo que muchos reconocemos como lo m¨¢s americano, el inter¨¦s por lo nuevo
Se puede contar con que esta ciudad, donde hace a?os que ondea la bandera arco¨ªris en todas las calles junto a la bandera de EE UU, salga siempre la calle a celebrar todas las decisiones progresistas. Es as¨ª desde mucho antes de ser ciudad. ¡°En los a?os 20 era un lugar de marginados. Era una tierra que no quer¨ªan ni Los ?ngeles ni Beverly Hills y no ten¨ªa gobierno, la llevaba el sheriff. Hab¨ªa bares ilegales, speakeasys. Despu¨¦s, en los a?os 40 se instalaron muchos gays que ven¨ªan a trabajar a Hollywood. En los 50 se empez¨® a desarrollar el Sunset Strip. Los movimientos de los 60 y los 70 tambi¨¦n encontraron aqu¨ª su lugar, como la vida nocturna gay, el mundo del rock and roll¡±. West Hollywood siempre fue el lugar donde se iba a vivir lo que no se pod¨ªa vivir en otras partes. Hasta que una poblaci¨®n ¡°30% gay, 30% rusos y otro 30% a favor¡±, decidi¨® constituirse en ciudad.
Luego vinieron las primeras normas de no discriminaci¨®n y el registro de parejas de hecho. ¡°Imagina en 1985, el mundo acaba de conocer el Sida y nuestra ciudad hac¨ªa un registro de parejas mientras en otras partes planteaban una cuarentena contra los gays¡±, recuerda D¡¯Amico. Hoy tienen 10.000 parejas registradas. ¡°Hace 30 a?os qui¨¦n iba a pensar que una poblaci¨®n cuyo 15% estaba en riesgo de una enfermedad que ni siquiera ten¨ªa nombre ser¨ªa incluida en la idea del matrimonio¡±.
En 1985, el mundo acaba de conocer el Sida y nuestra ciudad hac¨ªa un registro de parejas mientras en otras partes planteaban una cuarentena contra los gays
D¡¯Amico cree que una caracter¨ªstica que ha llevado esta lucha tan lejos es ¡°el optimismo¡±. ¡°El optimismo es lo que nos ayud¨® en los momentos m¨¢s oscuros del Sida o la decisi¨®n de la Corte Suprema en 2008¡±. Se refiere al episodio, que hoy parece surrealista, de c¨®mo California prohibi¨® por refer¨¦ndum las bodas gays en 2008 y un tribunal estatal dio justificaci¨®n jur¨ªdica a la decisi¨®n. La boda del propio D¡¯Amico y Keith qued¨® en el aire hasta que en 2013 la norma fue declarada inconstitucional. ¡°Cuando la gente vota un 65% contra ti hay que ser optimista y pensar que las cosas cambiar¨¢n¡±.
¡°Esto se va a quedar as¨ª¡±, dice sobre la decisi¨®n del Supremo. ¡°Una vez que la gente se casa, es muy dif¨ªcil descasarlos. Hasta el m¨¢s intolerante nunca aceptar¨ªa que el Gobierno descasase a alguien¡±. En esa historia, ha sido fundamental que la comunidad gay ¡°saliera y se hiciera visible¡±. ¡°La gente no puede odiar lo que conoce. Puedes odiar a los gays hasta que el gay es tu hermano¡±, o tu empleado, o tu vecino. ¡°Todo el trabajo de estas tres d¨¦cadas ha llegado al punto en que la gente se ha dado cuenta de que siempre es mejor incluir a todos¡±.
El s¨¢bado, hab¨ªa todav¨ªa m¨¢s banderas arco¨ªris de lo habitual en los bares de Santa Monica boulevard, el eje que atraviesa West Hollywood. Las familias llenaban las hamburgueser¨ªas, los ni?os jugaban en los columpios y los abuelos jugaban al domin¨® en el centro comunitario. West Hollywood, los raros de California, ya son un barrio tan americano como cualquiera. ¡°No, es que todos los barrios ya son como nosotros¡±, corrige D¡¯Amico. Quiz¨¢ esa es la realidad que certific¨® el Tribunal Supremo el viernes.
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