El estigma indeleble de ser inmigrante en Europa
El primer gran estudio comparativo sobre la integraci¨®n en los pa¨ªses de la OCDE demuestra que el origen es un pesado lastre para prosperar en los Estados de acogida
El primer gran estudio comparativo sobre la integraci¨®n de inmigrantes en los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) y la Uni¨®n Europea arroja resultados poco alentadores. Tanto los inmigrantes, como los hijos de inmigrantes nacidos en los pa¨ªses de acogida tienen muchas m¨¢s probabilidades de estar en el paro, vivir en una infravivienda o de sentirse discriminados por el Estado. En definitiva, hay todav¨ªa mucho camino por recorrer para lograr una efectiva integraci¨®n de los ciudadanos procedentes de otros pa¨ªses.
M¨¢s all¨¢ del propio bienestar de los inmigrantes, su integraci¨®n resulta fundamental para el crecimiento econ¨®mico de los pa¨ªses de acogida y para su aceptaci¨®n por parte de las sociedades receptoras. En numerosos pa¨ªses europeos, maltrechas pol¨ªticas de integraci¨®n han dado alas a movimientos y partidos pol¨ªticos xen¨®fobos que ahora triunfan en las urnas.
Una de cada diez personas que viv¨ªan en pa¨ªses de la OCDE en 2013 hab¨ªan nacido en terceros pa¨ªses. En total, en la UE hab¨ªa 52 millones de inmigrantes o un 10% de la poblaci¨®n, lo que supone un incremento del 30% desde el a?o 2000. En Espa?a, la poblaci¨®n inmigrante se triplic¨® en la pasada d¨¦cada. Con el 43% de su poblaci¨®n nacida en el extranjero, Luxemburgo es el pa¨ªs con la mayor proporci¨®n de inmigrantes.
En 2012-2013, la tasa de paro entre los inmigrantes de la UE era del 16%, seis puntos por encima de la media europea. Las diferencias no solo afectan a la incorporaci¨®n al mercado laboral, sino tambi¨¦n a las condiciones de trabajo. As¨ª por ejemplo, un trabajador inmigrante tiene el doble de posibilidades de ser pobre que un trabajador nacional, seg¨²n la macro encuesta que se publica hoy, elaborada por la OCDE y la Comisi¨®n Europea. La probabilidad de que vivan en condiciones de hacinamiento es m¨¢s del doble (19% frente a 8%).
Desde 2007-2008, las tasas de desempleo entre los j¨®venes de origen inmigrante se han deteriorado en la mayor¨ªa de los pa¨ªses estudiados, en mayor medida que entre los que no tienen origen inmigrante. El caso de Espa?a es especialmente grave ya que figura en cabeza en la diferencia en puntos porcentuales entre el desempleo de inmigrantes y nacionales. En pa¨ªses como B¨¦lgica o Noruega, la diferencia es mayor en el nivel de desempleo de inmigrantes y nacionales, si no se toma en cuenta la magnitud del desempleo.
En la UE, el desempleo juvenil es un 50% mayor entre los llamados inmigrantes de segunda generaci¨®n que entre los nacionales
Las diferencias, no se ci?en a los inmigrantes, sino que lastran tambi¨¦n a los nacidos en la Uni¨®n Europea, pero cuyos padres fueron inmigrantes. As¨ª por ejemplo, en la UE, el desempleo juvenil es un 50% mayor entre los llamados inmigrantes de segunda generaci¨®n que entre los nacionales. Tienen tambi¨¦n m¨¢s posibilidades -cuatro puntos porcentuales- de ser ni-nis. En total, 880.000 j¨®venes nacidos en la UE de origen inmigrante ni trabajaban ni estudiaban en 2013. En pa¨ªses como Espa?a, B¨¦lgica o Finlandia, eso supone un tercio de los nacidos en el pa¨ªs de padres inmigrantes. Espa?a, que figura en el grupo de pa¨ªses con inmigraci¨®n reciente y al que emigran personas con bajo nivel educativo, es el pa¨ªs de la OCDE en el que la tasa de desempleo de j¨®venes con padres inmigrantes es mayor (48%).
Esta segunda generaci¨®n, a menudo se considera un buen term¨®metro de la integraci¨®n, porque son personas que han estudiado en la escuela del pa¨ªs de acogida y que en principio no tendr¨ªan por qu¨¦ sufrir algunas de las dificultades con las que se toparon sus padres. Comparados con los inmigrantes nacidos fuera del pa¨ªs de acogida, presentan mejores resultados acad¨¦micos, pero despu¨¦s su incorporaci¨®n al mercado laboral no mejora. ¡°J¨®venes con padres inmigrantes [¡] tienen un riesgo considerable de experimentar una mayor dificultad a la hora de encontrar un trabajo adecuado¡±, dice el estudio. Uno de cada dos menores residentes en un hogar de migrantes vive adem¨¢s bajo el nivel de pobreza, comparado con menos de un cuarto de los que viven en hogares de personas locales.
En 2012-2013, dos tercios de los que hab¨ªan emigrado llevaban m¨¢s de 10 a?os viviendo en el pa¨ªs de acogida y 40% ten¨ªa un a?o antes la nacionalidad del nuevo pa¨ªs. El estudio muestra que en general, los niveles de integraci¨®n mejoran a medida que pasan los a?os de residencia en el pa¨ªs de acogida. En Europa sin embargo, se detecta una tendencia preocupante en relaci¨®n a la percepci¨®n de discriminaci¨®n por parte de los hijos de inmigrantes, algo, que los autores del informe atribuyen en parte al hecho de haber crecido en pa¨ªses con una cultura y unas leyes protegen la igualdad de trato por parte de las instituciones, pero que ¡°puede tener importantes repercusiones en cuanto a la cohesi¨®n social¡±. En general, uno de cada siete inmigrantes dice sentirse discriminado por su origen. A¨²n as¨ª, los encuestados dijeron sentirse menos discriminados en 2008-2012 que en 2002-2006, aunque el n¨²mero de personas que piensa que el pa¨ªs de acogida es un buen lugar para vivir, descendi¨® ligeramente.
Las percepciones en el pa¨ªs de acogida no son mucho mejores. Un cuarto de los encuestados dijo creer que el impacto econ¨®mico de la llegada de inmigrantes es negativa. Suizos y escandinavos perciben un impacto m¨¢s positivo que los habitantes del sur y el centro de Europa.
El informe dedica un cap¨ªtulo a los inmigrantes no comunitarios que residen en la UE. Su tasa de desempleo dobla la de los nacionales y tienen tres veces menos probabilidades de poseer una vivienda. Solo uno de cada cinco tiene educaci¨®n superior. El 23% de ellos dice sentirse discriminado.
Adem¨¢s de ofrecer una exhaustiva radiograf¨ªa, las 340 p¨¢ginas del informe que ahora se presenta ayudan a derribar algunos mitos. As¨ª por ejemplo, que haya m¨¢s inmigrantes en un pa¨ªs no significa que la integraci¨®n de estas comunidades vaya a ser m¨¢s complicada. O que un inmigrante tenga muy buena formaci¨®n no quiere decir que vaya a poder romper su particular techo de cristal. O que haya una gran concentraci¨®n de inmigrantes en las aulas no supone per se un problema para los alumnos. S¨ª confirma sin embargo otras tesis, como la de que la mayor concentraci¨®n de inmigrantes en zonas densamente pobladas ¨CReino Unido, Francia y Holanda- supone un obst¨¢culo para una buena integraci¨®n.
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