Europa y Grecia endurecen su pulso

El refer¨¦ndum como arma arrojadiza entre Atenas y Europa. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, hizo este martes un llamamiento a los griegos por el no a las propuestas europeas el domingo: ¡°Una negativa meter¨¢ presi¨®n a los acreedores¡±, dijo en un discurso televisado. Visiblemente molestos por el tono desafiante de Grecia, los ministros del euro rechazaron una pr¨®rroga del segundo rescate y suspendieron toda negociaci¨®n para un tercer paquete de ayuda hasta conocer el resultado de la consulta. El fuego cruzado se intensifica. ¡°Los griegos deben decidir entre Syriza y Europa; entre Tsipras y el euro¡±, dijo uno de los ministros. ¡°No hay ninguna base para seguir negociando¡±, resumi¨® el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

Batalla intelectual por el futuro del euro, cruzada entre los defensores de la austeridad y los partidarios de soluciones dr¨¢sticas para la deuda, guerra de propaganda entre Atenas y Bruselas e incluso intenso debate sobre la democracia en Europa. La crisis griega entr¨® este martes en una nueva fase con todos esos conflictos por resolver, pero sobre todo con un desaf¨ªo formidable por delante: Grecia necesita desesperadamente ayuda financiera, con sus bancos cerrados y cerca del colapso, con la econom¨ªa meti¨¦ndose en una peligrosa espiral y con el pa¨ªs, en fin, paralizado hasta la celebraci¨®n del refer¨¦ndum sobre una propuesta fantasma; un voto que va transform¨¢ndose en un s¨ª o no a Europa; en un s¨ª o no a Tsipras y Syriza. Pese a la situaci¨®n de emergencia, el pulso pol¨ªtico se intensifica: el Eurogrupo rechaz¨® definitivamente prorrogar el segundo rescate, y congel¨® toda negociaci¨®n con Atenas sobre un tercer paquete de ayuda hasta que se conozca el resultado del refer¨¦ndum.

Los socios del euro respondieron con contundencia a los ¨²ltimos movimientos en Grecia: Europa ha dicho basta y cierra filas a pesar de la agon¨ªa de la banca helena, que puede desencadenar un final de pesadilla de esta interminable saga. Atenas sigue adelante con el voto y su Gobierno redobla su apuesta por el no a pesar de las amenazas de Bruselas, Berl¨ªn y compa?¨ªa. Tras el reciente final del rescate y el impago al FMI, los acreedores lo f¨ªan todo al resultado de la consulta, en una jugada que entra?a graves riesgos. Un s¨ª dejar¨ªa a Tsipras en una posici¨®n insostenible, pero un no multiplica las posibilidades de accidente: salida de Grecia del euro, posible contagio al resto de la periferia y dem¨¢s escenarios apocal¨ªpticos.

Europa es especialista en las contorsiones de ¨²ltima hora para salvar la cara con un apa?o cuando todo parece perdido. Pero Grecia y sus acreedores incrementaron este martes el fuego cruzado, a la espera de las dos pr¨®ximas citas decisivas: el voto del domingo y un vencimiento de 3.300 millones al BCE ¡ª¨Cque ha declarado que mantiene las l¨ªneas de liquidez de emergencia hasta el mi¨¦rcoles pr¨®ximo¡ª el 20 de julio.

La crisis griega se ha convertido en un ovillo ininteligible, plagado de extra?os virajes, de amenazas y ultimatums, de movimientos estrat¨¦gicos imposibles. En uno de esos giros t¨¢cticos, Atenas acept¨® por escrito la mayor¨ªa de las condiciones del plan europeo, pero inmediatamente despu¨¦s Tsipras hizo campa?a por el no. Acus¨® a ¡°fuerzas extremadamente conservadoras¡± de provocar el cierre de los bancos ¡°solo porque el Gobierno ha decidido preguntarle a la gente¡±. Visiblemente molestos por ese discurso, los socios del euro respondieron con una negativa rotunda a todas sus peticiones. ¡°No se negociar¨¢ hasta el refer¨¦ndum¡±, afirm¨® la canciller alemana, Angela Merkel. ¡°Con la actual situaci¨®n pol¨ªtica, el rechazo a las anteriores propuestas y el voto del domingo, no hay ninguna base s¨®lida para seguir negociando¡±, dijo Dijsselbloem.

La ceremonia de la confusi¨®n sigue marcando este ¨²ltimo cap¨ªtulo de la crisis. Atenas dio su visto bueno a una propuesta que ya no est¨¢ sobre la mesa: el rescate ha expirado y ya no es posible una pr¨®rroga. Aun as¨ª, Tsipras acepta ahora la mayor¨ªa de las condiciones de un plan pensado para cinco meses y con una ayuda financiera que asciende a 16.000 millones, y pretende que eso valga para un tercer rescate para al menos dos a?os y m¨¢s de 30.000 millones de euros. La negativa del Eurogrupo estaba cantada. El impasse actual condena a Grecia a una lenta ¡ªo no tan lenta, en funci¨®n del BCE¡ª agon¨ªa, por los efectos devastadores del corralito y, sobre todo, por las dudas sobre su sistema financiero, al borde de la bancarrota. Salvo nueva y may¨²scula sorpresa, la siguiente parada es el refer¨¦ndum. Y lo probable es que el fuego cruzado siga intensific¨¢ndose hasta entonces.