El Benelux: los duros y los moderados intentan hacer una s¨ªntesis

Situado en plena l¨ªnea de demarcaci¨®n germanolatina, el Benelux se ha visto colocado tambi¨¦n, y muy activamente, en la encrucijada entre las diferentes sensibilidades sobre la crisis griega. Unas diferencias de sensibilidad, conviene precisarlo, basadas en matices, pues la firmeza hacia el pa¨ªs heleno por parte de sus 18 socios de la eurozona ha sido un¨¢nime y constante.

La coordinaci¨®n entre los dirigentes de los tres pa¨ªses del Benelux, especialmente antes de cada cumbre europea, se ha visto revitalizada en los ¨²ltimos tiempos. La pertenencia de los tres primeros ministros actuales a la familia liberal europea, as¨ª como a una misma generaci¨®n, ha tenido mucho que ver en esta circunstancia.

Mark Rutte llam¨® a numerosos hom¨®logos para defender una l¨ªnea dura, en particular sobre la negativa a discutir en modo alguno la deuda griega

A nivel europeo, y a pesar de su adscripci¨®n liberal, se perciben en el neerland¨¦s Mark Rutte, el belga Charles Michel y el luxemburgu¨¦s Xavier Bettel, los acentos propios de la cultura pol¨ªtica de cada uno de sus pa¨ªses sobre el enfoque de la gobernanza econ¨®mica. Sobre Grecia, los Pa¨ªses Bajos, en cuyo Gobierno hay socialistas (entre ellos un tal Jeroen Dijsselbloem), siempre han expresado un punto de vista pol¨ªtico mucho m¨¢s tajante, en la l¨ªnea de Alemania. Mientras que los belgas (Gobierno de derechas sin socialistas) y los luxemburgueses han privilegiado, como suelen hacer, un punto de vista un poco m¨¢s comedido, incluso si, en el fondo, tampoco era tan divergente. ?nica excepci¨®n entre los belgas: el ministro de Finanzas, Johan Van Overtveldt, miembro del partido nacionalista flamenco, el m¨¢s a la derecha de la coalici¨®n actual en t¨¦rminos econ¨®micos, que se ha hecho notar repetidamente por los corresponsales europeos en Bruselas por un lenguaje que no hubiera desmentido Wolfgang Sch?uble.

Si constatamos que el Gobierno ha adoptado las reformas convenidas, nos comprometamos a abrir el debate sobre la deuda en octubre" Postura de B¨¦lgica en el Eurogrupo

Pero en la ¨²ltima fase de la negociaci¨®n entre Grecia y los otros pa¨ªses de la eurozona, se ha establecido una verdadera din¨¢mica entre los tres Estados del Benelux sobre la posici¨®n a adoptar frente a Tsipras, como han asegurado a Le Soir fuentes en las altas instancias. En los d¨ªas que precedieron a la cumbre de la eurozona del lunes 22 de junio, de la que se cre¨ªa surgir¨ªa el ¨²ltimo impulso pol¨ªtico que propiciar¨ªa un acuerdo con Grecia, los tel¨¦fonos echaban humo. Mark Rutte llam¨® a numerosos hom¨®logos para defender una l¨ªnea dura, en particular sobre la negativa a discutir en modo alguno la deuda griega. Por su parte, Charles Michel, el primer ministro belga, insisti¨® ante su colega neerland¨¦s para suavizar su posici¨®n.

Y, seg¨²n un testigo, durante la cumbre en cuesti¨®n, el belga defendi¨® una argumentaci¨®n que podr¨ªa resumirse as¨ª: ¡°Por supuesto, hoy en d¨ªa es impensable desde un punto de vista pol¨ªtico, al menos para ciertos Estados miembros, evocar una operaci¨®n sobre la deuda griega. Pero deber¨ªamos pactar una cl¨¢usula de supervisi¨®n en virtud de la cual, si constatamos que el Gobierno ha adoptado las reformas convenidas, nos comprometamos a abrir el debate sobre la deuda en octubre, para favorecer la adopci¨®n de una decisi¨®n a comienzos del a?o que viene¡±.

Mientras que la oposici¨®n entre Tsipras y todos los dem¨¢s era patente, el primer ministro belga intent¨® volver a centrar el debate sin omitir lo que consideraba un poco desmesurado en las exigencias que se les hacen a los griegos: ¡°Michel se?al¨® que es un sinsentido penalizar al turismo con un 23 % de IVA¡±, explican fuestes cercanas a su entorno.

B¨¦lgica considera que Tsipras seguir¨¢ siendo el leg¨ªtimo interlocutor tras la consulta del domigo

Xavier Bettel, cuyo pa¨ªs iba asumir unos d¨ªas m¨¢s tarde la presidencia semestral del Consejo de la Uni¨®n Europea, ha hablado menos sobre Grecia en las ¨²ltimas cumbres. Pero sus declaraciones, como las de su ministro de Finanzas, Pierre Gramegna, siempre han sido moderadas. Una fuente luxemburguesa bien informada indicaba que ¡°Probablemente, Bettel habr¨ªa apoyado una soluci¨®n moderada¡±. No en vano, el luxemburgu¨¦s hab¨ªa declarado p¨²blicamente no oponerse a un debate sobre la deuda -una cuesti¨®n altamente simb¨®lica tanto para los griegos como para los dem¨¢s europeos-, siempre que este tuviera lugar en un marco global.

?Y ahora? Charles Michel no oculta que, como europeo militante, el cariz de los acontecimientos lo entristece enormemente. M¨¢s globalmente, y aunque sepamos por otra parte que se est¨¢n llevando a cabo trabajos ultrasecretos entre los ministerios de Finanzas de los 18 sobre los ¡°escenarios alternativos¡± a un acuerdo con Grecia, no parece que los belgas tengan una visi¨®n m¨¢s clara que los dem¨¢s sobre el desarrollo de una ¡°opci¨®n B¡±. Y no se puede decir que el optimismo fuera la nota dominante en v¨ªsperas del fin de semana.

Luxemburgo, que ostenta la presidencia semestral del? Consejo, ha optado por una posici¨®n moderada

Le Soir tambi¨¦n confirm¨®, con fuentes en las altas esferas, la veracidad de la tesis seg¨²n la cual la motivaci¨®n oculta de la derecha europea, e incluso del conjunto de las familias pol¨ªticas tradicionales, durante la negociaci¨®n griega habr¨ªa sido siempre la de hacer fracasar el experimento de una izquierda radical en el poder. ¡°Absurdo -nos explicaba un dirigente belga-. Si Grecia se hunde en el caos, eso pondr¨ªa en peligro el penoso trabajo de reformas que llevamos a cabo en nuestros pa¨ªses. No tenemos ning¨²n inter¨¦s en poner todo eso en juego¡±.

Queda saber si despu¨¦s del refer¨¦ndum a¨²n habr¨¢ voluntad suficiente de trabajar con el actual Gobierno griego. Por lo que se refiere a Charles Michel, se dice que es extremadamente legalista e intransigente en lo que al respeto de la democracia se refiere: mientras Tsipras est¨¦ en el poder, al que ha accedido leg¨ªtimamente, es el interlocutor obligado de los socios europeos. Pero las altas esferas belgas se?alaban la extrema confusi¨®n que parece apoderarse del Gobierno griego estos ¨²ltimos d¨ªas. ¡°Da la impresi¨®n de que han apretado un bot¨®n sin calcular las consecuencias y que no tienen ni la menor idea sobre lo que har¨¢n a continuaci¨®n¡±.

? Le Soir

Traducci¨®n de Jos¨¦ Luis S¨¢nchez-Silva