El desaf¨ªo al matrimonio gay pervive en Estados del sur de EE UU
Varios condados retan a la nueva legislaci¨®n al negarse a casar a parejas del mismo sexo
La legalidad del matrimonio homosexual en Estados Unidos ha dado paso a una nueva batalla pol¨ªtica, esta vez en defensa de los derechos de empleados p¨²blicos que se niegan a conceder licencias a parejas del mismo sexo. El fallo pronunciado por el Tribunal Supremo el pasado viernes ha abierto una brecha tambi¨¦n entre los candidatos republicanos a la presidencia, demostrando que a pesar de los cambios avanzados por la sociedad estadounidense, su sector m¨¢s conservador pide que prevalezca su libertad religiosa sobre la igualdad de derechos.
Los aspirantes republicanos se han mostrado divididos en dos grupos. Jeb Bush y Marco Rubio, dos de los aspirantes con m¨¢s opciones, declararon en los ¨²ltimos d¨ªas que se debe cumplir la sentencia dictada por el Tribunal Supremo. ¡°Vivimos en una rep¨²blica y debemos respetar las leyes¡±, dijo Rubio.
El resto de contrincantes, sin embargo, defienden que es el momento de abrir una nueva batalla legal en defensa de los derechos religiosos. El gobernador de Wisconsin, Scott Walker, pidi¨® una nueva enmienda a la Constituci¨®n para anular el fallo del Supremo; Mike Huckabee anticip¨® una campa?a de desobediencia civil y el senador Ted Cruz calific¨® el d¨ªa que lleg¨® la sentencia como ¡°las 24 horas m¨¢s oscuras¡± de la historia del pa¨ªs.
¡°Cuanto m¨¢s alto lo digan, m¨¢s van a reforzar la idea de que el Partido Republicano es el partido que no solo odia a los homosexuales, sino que adem¨¢s est¨¢ atascado en el pasado y se niega a respetar la legitimidad de ninguna instituci¨®n con la que no est¨¦ de acuerdo¡±, analizaba Paul Waldman esta semana en The Washington Post.
Rand Paul ha ofrecido una soluci¨®n intermedia, aunque no menos controvertida: dejar de conceder licencias de matrimonio hasta que los tribunales resuelvan la situaci¨®n actual. Y eso es lo que ha hecho un condado de Kentucky, donde el funcionario ha cancelado los matrimonios porque, seg¨²n declar¨® al diario Los Angeles Times, se est¨¢ discriminando contra ¨¦l al obligarle a casar a parejas del mismo sexo en contra de lo que dicta su fe. Casey Davis declar¨® que ¡°no se puede redefinir la Biblia¡± y que si el Gobierno federal ¡°fuese l¨®gico¡± no hubiera regulado el matrimonio.
Ted Cruz calific¨® el d¨ªa que lleg¨® la sentencia como ¡°las 24 horas m¨¢s oscuras¡± de la historia del pa¨ªs
Decisiones como ¨¦sta ya se han topado con nuevas demandas en los tribunales. La American Civil Liberties Union (ACLU), una de las organizaciones que ha liderado la lucha por la igualdad, ha denunciado a una funcionaria por cancelar todas las licencias -tanto de parejas heterosexuales como de homosexuales- por su objeci¨®n religiosa al matrimonio igualitario. En Alabama, los condados que todav¨ªa prohib¨ªan el matrimonio gay a pesar de las numerosas sentencias pronunciadas en su contra escucharon este mi¨¦rcoles como un juez reiteraba que no tienen raz¨®n.
En Luisiana, el gobernador y candidato Bobby Jindal decidi¨® esta semana que no tomar¨ªa una decisi¨®n acerca de los matrimonios homosexuales hasta que un juez federal aclarase si su estado puede o no prohibirlos. La sentencia del Supremo dec¨ªa que no y un juez federal lo reiter¨® este jueves, obligando a Luisiana a retirar la objeci¨®n.
El bloqueo al matrimonio igualitario ha tenido la misma suerte en Texas, donde quedaba pendiente de resoluci¨®n un caso en el que el fiscal general de este estado pidi¨® a un tribunal federal que aclarase si conserva su derecho a prohibir las uniones entre personas del mismo sexo. La respuesta fue clara: ¡°el matrimonio igualitario es legal en todo el pa¨ªs y por tanto no deber¨ªa ser tomada a la ligera por los funcionarios de esta jurisdicci¨®n¡±, escribi¨® el juez federal Jerry Smith.
Luisiana, Texas, Alabama y Kentucky son ejemplos de c¨®mo estados gobernados por republicanos -iniciativas de funcionarios amparados por sus gobiernos- han intentado rechazar la nueva realidad legal en Estados Unidos en nombre de la libertad religiosa. La estrategia es similar a la que intenta redefinir el derecho al aborto, d¨¦cadas despu¨¦s de que la m¨¢xima autoridad judicial del pa¨ªs lo regulase, y avanza a pesar de la avalancha de cr¨ªticas de l¨ªderes ciudadanos y empresariales que ya lograron parar leyes discriminatorias esta primavera en Arkansas o Indiana.
Este rechazo, su defensa por parte de los candidatos republicanos m¨¢s conservadores y lo que muchos consideran como una falta de consistencia por parte de Rubio o Bush, supone el riesgo de alejarles de la mayor¨ªa de votantes, especialmente de los m¨¢s j¨®venes. El giro que ha dado la opini¨®n p¨²blica estadounidense en los ¨²ltimos cinco a?os, especialmente desde la sentencia del Supremo de 2013, contrasta dr¨¢sticamente con el inmovilismo republicano y puede jugar en contra de sus opciones de llegar a la Casa Blanca en 2016.
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