Un pont¨ªfice menos romano, m¨¢s cat¨®lico
Francisco nunca simpatiz¨® con los te¨®logos de la liberaci¨®n. Hoy parece uno de ellos
En seis d¨ªas de viaje por los tres pa¨ªses m¨¢s pobres del Continente, Francisco ha roto (ese ha sido su empe?o) con la imagen de una Iglesia romana que pierde fieles a borbotones en Am¨¦rica Latina no porque haya otras iglesias cristianas que lo hagan mejor, sino por sus desaciertos en la conducci¨®n de asuntos medulares, por ejemplo, el haber aparecido aliada de los poderosos contra Gobiernos empe?ados en erradicar la pobreza, adem¨¢s de por las actitudes de muchos obispos principescos y sacerdotes enriquecidos y alejados de la gente humilde. Francisco despach¨® el asunto con candorosa dureza ante una multitud de paraguayos: ¡°Los voy a bendecir sin cobrar¡±.
Todo el viaje ha sido una sucesi¨®n de gestos y denuncias contra la pobreza y la injusticia social. En ning¨²n momento se refiri¨® a la Teolog¨ªa de Liberaci¨®n (TL), que Juan Pablo II y Benedicto XVI condenaron con severidad, pero Francisco ha hablado estos d¨ªas como si fuera uno de sus pastores. No por casualidad, el Vaticano acaba de espantar los obst¨¢culos que durante d¨¦cadas impidieron elevar a los altares al obispo/m¨¢rtir ?scar Romero, uno de los s¨ªmbolos de la TL, asesinado en El Salvador por orden de cat¨®licos en el poder, y parece reconocer ahora que fue este movimiento teol¨®gico y pastoral quien hizo crecer de manera espectacular en Am¨¦rica a la Iglesia cat¨®lica, hoy en retroceso tambi¨¦n all¨ª.
Todo el viaje ha sido una sucesi¨®n de gestos y denuncias contra la pobreza y la injusticia social
Francisco accedi¨® al pontificado romano para poner remedio a la crisis de la achacosa Iglesia romana en Europa, ¡°una vi?a devastada por jabal¨ªes¡±, seg¨²n palabras del papa em¨¦rito Benedicto XVI poco antes de dimitir. Los cardenales lo sustituyeron r¨¢pidamente por un cardenal que ven¨ªa ¡°del fin del mundo¡±. As¨ª dijo Bergoglio de s¨ª mismo. Han pasado m¨¢s de dos a?os y el discurso de Francisco es radicalmente distinto al de sus predecesores: los pobres, la misericordia, comprensi¨®n del diferente y de la homosexualidad, mirada distinta hacia la mujer, intransigencia radical contra la pederastia entre eclesi¨¢sticos¡
Pero Francisco no ha hecho a¨²n reformas, se ha limitado a crear una comisi¨®n de ocho cardenales para aconsejarse. Solo palabras. Pero, ?qu¨¦ palabras! ¡°?C¨®mo me gustar¨ªa una Iglesia pobre y para los pobres!¡±, dijo en su primer encuentro con periodistas, de regreso de su primer gran viaje, a Brasil. De gira otra vez al ¡°fin del mundo¡± si se mira desde la ostentosa Ciudad del Vaticano, se ha dicho que Francisco torci¨® el gesto cuando el presidente de Bolivia, Evo Morales, le puso en sus manos un crucifijo con la forma de la hoz y el martillo. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, jesuita como el Papa argentino, ha negado que el regalo disgustase a Francisco. Ambos son conscientes de lo chirriante que resulta en esta Am¨¦rica doliente un pont¨ªfice romano hablando de los pobres cuando durante d¨¦cadas el Vaticano execr¨® y expuls¨® sin misericordia a los te¨®logos y pastores implicados en la liberaci¨®n de los pobres. ?Comunistas!¡±, sentenciaba Juan Pablo II y argument¨® teol¨®gicamente su ¡®polic¨ªa de la fe¡¯, el entonces cardenal Ratzinger, luego Benedicto XVI. ¡°Si doy limosna a un pobre me llaman santo; si pregunto por qu¨¦ hay tantos pobres me llaman comunista¡±, se defend¨ªa el arzobispo de Recibe (Brasil), Dom H¨¦lder C¨¢mara.
Francisco nunca simpatiz¨® con los te¨®logos de la liberaci¨®n. Hoy parece uno de ellos. ¡°Los comunistas nos han robado la bandera. La bandera de los pobres es cristiana (...). Los comunistas dicen que todo esto (la pobreza) es algo comunista. S¨ª, claro, ?c¨®mo no?... Pero veinte siglos despu¨¦s (de la escritura del Evangelio). Cuando ellos hablan nosotros podr¨ªamos decirles: ?Pero si sois cristianos!¡±, ha dicho. ?Es peronismo (decir en cada sitio lo que uno cree que esperan o¨ªr)? ?Estamos ante un cambio radical del pontificado, menos romano, m¨¢s cat¨®lico y cristiano? Queda camino.
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