EE UU y Cuba afrontan tras la izada de bandera la fase m¨¢s dura del deshielo
Estados Unidos la izar¨¢ en La Habana el 14 de agosto
Un momento para celebrar, tomar aire, hacerse la foto ¡°hist¨®rica¡± y vuelta a empezar. Han tenido que pasar 54 a?os para que Cuba y Estados Unidos reanuden sus relaciones diplom¨¢ticas y la bandera cubana ondee de nuevo en su reabierta embajada, a menos de tres kil¨®metros de la Casa Blanca. Pero ni Washington ni La Habana se enga?an en cuanto a que, una vez apagados los focos, lo dif¨ªcil, la negociaci¨®n en profundidad para llegar a una verdadera normalizaci¨®n de relaciones como decidieron los presidentes Barack Obama y Ra¨²l Castro el 17 de diciembre, empieza ahora.
Muestra de ello es que el ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodr¨ªguez, tras izar el lunes la bandera de Cuba frente a la embajada y pronunciar el discurso oficial, apenas se permiti¨® celebrar el momento con uno de los mojitos que circulaban generosamente por las repletas salas y pasillos de la embajada. No hab¨ªa tiempo. Le esperaba en el Departamento de Estado norteamericano John Kerry para ponerse de inmediato manos a la obra.
Otra imagen para la historia. Al fin y al cabo, era la primera vez desde 1958 que un canciller cubano visita oficialmente Washington y entra en la sede de la pol¨ªtica exterior norteamericana. Seg¨²n anunci¨® Kerry justo antes del encuentro, tambi¨¦n ¨¦l har¨¢ historia el 14 de agosto, cuando se convierta en el primer secretario de Estado que visita Cuba tambi¨¦n en d¨¦cadas, para izar asimismo con toda la ceremonia requerida la bandera estadounidense en la flamante embajada en La Habana.
.@JohnKerry: El 14 de agosto, ser¨¢ un honor para mi izar la bandera de EE.UU. en nuestra embajada en La Habana despu¨¦s de 56 a?os. #USCuba
— USA en Espa?ol (@USAenEspanol) July 20, 2015
¡°Con el restablecimiento de las relaciones diplom¨¢ticas y la reapertura de embajadas culmina una primera etapa del di¨¢logo bilateral y se abre paso al complejo, y seguramente largo proceso hacia la normalizaci¨®n de las relaciones bilaterales¡±, dijo Rodr¨ªguez al celebrar el recuperado estatus de embajada perdido con la ruptura de relaciones en 1961.
Por si no quedara claro, en su discurso, pronunciado ante altos funcionarios estadounidenses encabezados por la secretaria de Estado adjunta para Am¨¦rica Latina y negociadora jefe de la normalizaci¨®n, Roberta Jacobson, Rodr¨ªguez marc¨® las pautas que Cuba quiere imponer a esta nueva fase del di¨¢logo bilateral. No habr¨¢ normalizaci¨®n plena hasta que se logre la ¡°eliminaci¨®n del bloqueo [embargo]¡±, la devoluci¨®n de Guant¨¢namo y ¡°el respeto a la soberan¨ªa de Cuba¡±, recalc¨®. Y de tratar de tocar asuntos de la ¡°exclusiva soberan¨ªa de los cubanos¡± ¡ªl¨¦ase temas como democracia o derechos humanos¡ª, nada de nada.
Desde la Casa Blanca, el portavoz, Josh Earnest, manifest¨® la ¡°esperanza¡± del Gobierno de Obama de que ¡°en los pr¨®ximos a?os se empiece a ver un respeto a los derechos humanos b¨¢sicos en Cuba¡±. Kerry por su parte neg¨® ante la prensa que Guant¨¢namo est¨¦, por el momento, sobre la mesa de negociaciones. ¡°Persistir en objetivos obsoletos e injustos y solo proponerse un mero cambio en los m¨¦todos para conseguirlos no har¨¢ leg¨ªtimos aquellos ni ayudar¨¢ al inter¨¦s nacional de EE UU ni de sus ciudadanos¡±, replic¨® Rodr¨ªguez.
No obstante, la nueva fase que ahora se abre cuenta con el apoyo expl¨ªcito de Ra¨²l y hasta de Fidel Castro, un sello sin el cual probablemente habr¨ªa sido imposible llegar siquiera a esta fase inimaginable hace menos de un a?o.
¡°Hoy se abre la oportunidad de empezar a trabajar para fundar unas relaciones bilaterales nuevas y distintas a todo lo anterior. Para ello, el Gobierno cubano compromete toda su voluntad¡±, asegur¨®? Rodr¨ªguez en la embajada.
¡°Hoy es un d¨ªa para acabar con barreras, reparar lo que ha sido da?ado y abrir lo que durante demasiado tiempo ha estado cerrado¡±, coincidi¨® poco despu¨¦s Kerry -en espa?ol- tras su reuni¨®n con Rodr¨ªguez. El secretario de Estado regres¨® al ingl¨¦s para reconocer que este ¡°hito¡± no significa que hayan acabado "las diferencias que siguen separando a nuestros gobiernos¡±, pero s¨ª abre el camino, subray¨®, para "vivir como buenos vecinos sobre la base del respeto mutuo¡±.
¡°Este es el paso que nadie quer¨ªa dar, es mejor que la pol¨ªtica absurda y obsoleta que ten¨ªamos tres d¨ªas atr¨¢s¡±, celebraba el influyente empresario cubanoamericano Hugo Cancio, uno de los invitados a la ceremonia.
Nadie en Washington, ni siquiera los que m¨¢s han apoyado el dif¨ªcil proceso de di¨¢logo con un pa¨ªs antagonista desde hace m¨¢s de medio siglo, se enga?a ante los desaf¨ªos que se abren ahora.
"Que nadie se equivoque, el proceso de normalizar plenamente las relaciones seguir¨¢ y puede que sea largo y complejo", corrobor¨® Kerry. Y a lo largo de ese camino, continu¨®, "seguro que tropezaremos aqu¨ª y all¨¢ y habr¨¢ momentos de tensi¨®n que requerir¨¢n de paciencia. Pero eso no es m¨¢s que una raz¨®n de m¨¢s para empezar ya este camino largamente pendiente".?
"Reabrir las embajadas es un paso hist¨®rico y por mucho tiempo debido en la direcci¨®n correcta", insisti¨®. Por eso, llegar hasta donde se ha llegado, la reapertura de embajadas y la promesa de un di¨¢logo continuado, es motivo ya de por s¨ª de celebraci¨®n. En eso coincid¨ªan tanto los pol¨ªticos como los empresarios, polit¨®logos o actores como Danny Glover ¡ªque acudi¨® raudo a saludar al cantautor cubano Silvio Rodr¨ªguez, otro de los invitados¡ª que este lunes se agolpaban en la magn¨ªfica pero peque?a nueva embajada cubana para celebrar el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas.
Tender puentes
¡°Esto es maravilloso, y el mes que viene iremos all¨ª para izar la bandera estadounidense y eso tambi¨¦n ser¨¢ una ocasi¨®n maravillosa¡±, opin¨® el senador republicano Jeff Flake, uno de los promotores del acercamiento a La Habana tan criticado por pesos pesados de su partido como el candidato presidencial Marco Rubio.
Con el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas, coincidi¨® el congresista dem¨®crata Ra¨²l Grijalva, ¡°estamos dando una oportunidad para tender puentes, y eso es esencial en nuestro hemisferio¡±. ¡°No tenemos que estar de acuerdo con todos los gobiernos o su ideolog¨ªa, pero debemos comprender que tanto estadounidenses como cubanos se van a beneficiar de esto¡±, dijo tras la ceremonia.
¡°Ambos Gobiernos tienen ahora que aprovechar esta buena voluntad en este momento hist¨®rico para avanzar esta rueda que abre tantas oportunidades¡±, subray¨® el empresario Cancio, que llam¨® tambi¨¦n al Gobierno de Castro a aprovechar esta ¡°oportunidad hist¨®rica para hacer muchas m¨¢s reformas¡±.
Vivas a la revoluci¨®n junto a protestas por la represi¨®n
Puede que las autoridades a ambos lados del estrecho de la Florida se den ahora la mano y comiencen a hablar, restablecidas ya las relaciones diplom¨¢ticas. Pero las protestas a favor y en contra del proceso de normalizaci¨®n y de los Gobiernos respectivos que acompa?aron desde la calle los discursos puertas adentro de la embajada, fueron un recordatorio de que disipar las tensiones de m¨¢s de medio siglo no ser¨¢ tan sencillo como cambiar el cartel de la embajada o izar una bandera.
En una escena m¨¢s propia de una concentraci¨®n pol¨ªtica en La Habana que de Washington, decenas de personas rodearon el lunes la embajada cubana lanzando entusiastas ¡°viva Fidel, viva Ra¨²l¡± y vivas a la revoluci¨®n cubana mientras agitaban carteles reclamando el fin del embargo estadounidense contra la isla y entonaban el himno cubano. Pero entre tanto grupo organizado y vigilancia policial, un hombre logr¨® escabullirse y llegar casi hasta la entrada de la embajada, donde se arroj¨® haciendo estallar unas bolsas de pintura roja que llevaba pegadas al cuerpo a modo de sangre. ¡°?Esto es un pared¨®n de fusilamiento! ?En Cuba est¨¢n matando a todos los disidentes!¡±, grit¨® el hombre mientras era reducido por agentes estadounidenses que lo esposaron y se lo llevaron en un furg¨®n. La escena dur¨® apenas unos minutos. Pero el charco de violento rojo que qued¨® frente a la remozada embajada cubana ser¨¢ tan dif¨ªcil de hacer desaparecer como las suspicacias.
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