La fuga de El Chapo Guzm¨¢n: un t¨²nel del tiempo

El diputado fue contundente en su opini¨®n sobre la fuga de prisi¨®n del narcotraficante Joaqu¨ªn?El Chapo Guzm¨¢n y no dej¨® lugar a dudas sobre qui¨¦n deb¨ªa responder, pues esto amerita el cese ¡°en todos los niveles, desde el Secretario de Estado hasta el ¨²ltimo del penal¡±.

El senador fue m¨¢s comprensivo ante la fuga del Chapo: ¡°la falla es evidente, tiene que ver con un tema de corrupci¨®n [¡­] le pedimos al Secretario y ¨¦l ofreci¨® que se va a hacer una investigaci¨®n profunda¡±. Pero el esc¨¢ndalo no amerita renuncias en el gabinete, que en su opini¨®n ser¨ªan un retroceso. ¡°?Qu¨¦ quisieran, que parti¨¦ramos otra vez de cero?¡±

Uno pudiera pensar que estas declaraciones corresponden a pol¨ªticos mexicanos de distinto signo partidista en sus reacciones ante el espectacular escape del capo del C¨¢rtel de Sinaloa del penal de m¨¢xima seguridad del Altiplano el 11 de julio. La primera de un opositor al gobierno, quiz¨¢ un panista o perredista; la segunda de un legislador del PRI, el partido del presidente Enrique Pe?a Nieto.

Pero las frases no son de pol¨ªticos en partidos opuestos, sino en el mismo partido. De hecho, las frases son del mismo pol¨ªtico: el senador del PRI Omar Fayad Meneses.

Las contradicciones en los discursos de ayer y ahora s¨®lo existen entre quienes realmente no tienen ninguna responsabilidad en el caso y s¨®lo opinan por opinar

La diferencia entre el Doctor Jekyll que argumentaba ceses de alto nivel y el Mister Hyde que considera las renuncias contraproducentes se debe a simples cuestiones de tiempo y elecciones. La primera frase data de enero de 2001, cuando El Chapo escap¨® por primera vez de un penal federal, en Puente Grande, Jalisco, el presidente era el panista Vicente Fox y Fayad era diputado. La cita fue publicada en el diario Reforma el 25 de enero de 2001.

La segunda declaraci¨®n es del 15 de julio pasado, cuando el Chapo se fug¨® del Altiplano, manejado por la administraci¨®n de Pe?a Nieto, pri¨ªsta como Fayad, quien es presidente de la Comisi¨®n de Seguridad P¨²blica del Senado mexicano.

La fuga de Guzm¨¢n dej¨® al descubierto muchas debilidades del sistema carcelario mexicano pero tambi¨¦n desnud¨® la hipocres¨ªa de la clase pol¨ªtica. No es s¨®lo Pe?a Nieto el que termin¨® perseguido por sus propias palabras (como le dijo a Le¨®n Krauze el a?o pasado, una fuga ser¨ªa ¡°imperdonable¡±). Leer las reacciones de legisladores y funcionarios ante las figas del Chapo es como entrar en un t¨²nel del tiempo de 14 a?os de longitud y lleno de espejos donde todo es invertido.

Hace unos d¨ªas, el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, exigi¨® la renuncia del Secretario de Gobernaci¨®n, Miguel ?ngel Osorio Chong, del Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, y del director del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional, Eugenio ?maz.

Abundancia de palabras y escasez de rendici¨®n de cuentas es lo que vimos hace d¨¦cada y media y es lo que vemos ahora

Pero en el ya lejano 2001 ning¨²n panista ped¨ªa renuncias tras la fuga del Chapo. Ni siquiera el l¨ªder de los diputados del PAN en aquel entonces consider¨® necesario fijar una postura. Si hay una declaraci¨®n de Felipe Calder¨®n al respecto, debi¨® ser tan intrascendente que se perdi¨® en los archivos. En ese entonces, el futuro presidente ten¨ªa una columna semanal en el diario Reforma y en las semanas que siguieron a la fuga us¨® su espacio para reflexionar sobre la Constituci¨®n, el conflicto de Chiapas y una ya olvidada disputa pol¨ªtica previa a las elecciones en Yucat¨¢n.

C¨¦sar Nava, entonces diputado y luego alto funcionario en el gobierno de Calder¨®n, se limit¨® a justificar que ¡°la inseguridad p¨²blica es un problema estructural¡± por lo que descart¨® resultados en el corto plazo. Anticip¨® que los habr¨ªa ¡°en el mediano plazo¡±, un lapso de tiempo dif¨ªcil de medir si consideramos que el Chapo estuvo pr¨®fugo 13 a?os.

El Secretario de Gobernaci¨®n en 2001, Santiago Creel, reaccion¨® con similares lugares comunes: ¡°se est¨¢n poniendo todos los medios, acciones y esfuerzos necesarios para encontrar una soluci¨®n adecuada a los problemas de seguridad¡±. Quiz¨¢ Creel hablaba sin saber bien qui¨¦n era responsable del sistema penitenciario federal, pues en esa ¨¦poca de arranque del gobierno de Fox a¨²n no se completaba su traspaso de Gobernaci¨®n a la reci¨¦n creada Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica.

Hace 14 a?os, legisladores del PRI exigieron que el entonces Secretario de Seguridad P¨²blica, Alejandro Gertz Manero, compareciera ante comisiones del Congreso para rendir cuentas p¨²blicamente sobre la fuga. Ahora, los legisladores del PRI parecen conformes con que Osorio, Rubido e ?maz comparezcan pero en privado.

Pero las contradicciones en los discursos de ayer y ahora s¨®lo existen entre quienes realmente no tienen ninguna responsabilidad en el caso y s¨®lo opinan por opinar. Para los que s¨ª tienen que ver directamente, para los encargados de manejar el esc¨¢ndalo, las explicaciones sobre las figas del Chapo Guzm¨¢n no parecen que provengan a gobiernos de signos partidistas distintos. De hecho, tienen pr¨¢cticamente las mismas palabras.

Jorge Tello Pe¨®n, subsecretario de Seguridad P¨²blica en 2001: ¡°el sistema fall¨® y se hizo fallar, es lo que nosotros percibimos por esta actitud de traici¨®n¡±.?

Miguel ?ngel Osorio Chong, secretario de Gobernaci¨®n en 2015: ¡°(la fuga) constituir¨ªa un acto de corrupci¨®n, deslealtad y traici¨®n¡±.

En ning¨²n caso los funcionarios consideraron una responsabilidad personal, aunque Tello Pe¨®n renunci¨® 40 d¨ªas despu¨¦s de la fuga de Puente Grande y fue el funcionario de m¨¢s alto nivel que pag¨® con su puesto el esc¨¢ndalo. Osorio Chong se mantiene en el cargo.

Las fugas de El Chapo tambi¨¦n han dado oportunidad para el lucimiento de los pol¨ªticos, siempre y cuando no haya conflicto con los intereses personales. En 2001, Rosario Robles, reci¨¦n acabada su gesti¨®n como Jefa de Gobierno del Distrito Federal, en la antesala de convertirse en presidenta del PRD, opin¨®: ¡°Me preocupa, como mujer, como ciudadana, mi seguridad, la seguridad de mi hija y de los habitantes de este pa¨ªs y del DF¡±.

Ser¨ªa interesante saber si esta misma preocupaci¨®n la comparte la hoy Secretaria de Desarrollo Social del gobierno federal¡­y si la quiere expresar en p¨²blico.

Hace unos d¨ªas se vio al hoy senador pri¨ªsta Ismael Hern¨¢ndez Deras en uno de los Chapo-tours que Osorio Chong encabez¨® para que legisladores conocieran la antigua celda de Guzm¨¢n, la ya famosa regadera, el t¨²nel por el que se escap¨® y la casa a kil¨®metro y medio del penal. El mismo Hern¨¢ndez Deras que fue gobernador de Durango, de 2004 a 2010, una ¨¦poca en que seg¨²n numerosos reportes de inteligencia, El Chapo se mov¨ªa libremente por las serran¨ªas de ese estado.

Algo debe saber Hern¨¢ndez Deras de fugas asociadas al C¨¢rtel de Sinaloa. Hace exactamente cinco a?os, a finales de julio de 2010 en las ¨²ltimas semanas de su gubernatura, se revel¨® que sicarios de ese c¨¢rtel presos en el penal de G¨®mez Palacio, Durango, eran liberados por las noches y usando armas y veh¨ªculos de los guardias del penal, cruzaban a Torre¨®n, Coahuila, para cometer masacres en bares que dejaron 35 muertos, y regresaban al penal (que era pr¨¢cticamente su casa de seguridad) para que nadie los buscara ah¨ª. Por cierto, el hoy senador afirm¨® entonces que eso era ¡°una traici¨®n a las instituciones¡±.?

Seguramente la segunda fuga del Chapo Guzm¨¢n dar¨¢ pie a todo tipo de declaraciones grandilocuentes, ponderando el estado y las necesidades de la seguridad p¨²blica en M¨¦xico. Declaraciones como esta: ¡°Es una gran prioridad la reforma del sistema de readaptaci¨®n social por la debilidad del sistema penitenciario del pa¨ªs¡±.

La frase no es del presidente Pe?a Nieto ni del secretario Osorio Chong en julio de 2015. Es del presidente Fox el 23 de enero de 2001.

Abundancia de palabras y escasez de rendici¨®n de cuentas es lo que vimos hace d¨¦cada y media y es lo que vemos ahora. Ya el presidente del PRI, C¨¦sar Camacho, dijo que la fuga del Chapo ¡°no es determinante¡± para exigir renuncias en el gabinete de seguridad, aunque hace 14 a?os otros pri¨ªstas no tuvieran empacho en pedirlas.

Hay que aclarar que la declaraci¨®n que hizo Fayad en 2001 citada al principio est¨¢ incompleta. La base de su argumento para justificar las renuncias era que ¡°en los tiempos de administraciones pri¨ªstas esto le hubiera costado la cabeza a todo el mundo, a todos los niveles¡±. Quiz¨¢ se refer¨ªa a las administraciones pri¨ªstas del siglo XX y no a las del XXI.