¡°No hay pase libre para entrar en Estados Unidos¡±

El Gobierno de Estados Unidos est¨¢ preocupado por que una nueva oleada de menores y familias centroamericanas migrantes pueda volver a colapsar su frontera con M¨¦xico, como sucedi¨® el a?o pasado. A la directora del Servicio de Inmigraci¨®n y Aduanas (ICE), Sarah Salda?a, le ¡°quita el sue?o¡± la posibilidad de que se est¨¦n lanzando nuevos bulos para alentar este lucrativo y peligroso negocio de tr¨¢fico de personas.

¡°Nos preocupa. Hemos escuchado de los Gobiernos centroamericanos que se est¨¢ filtrando en las comunidades que las cosas son ahora diferentes¡±, explica Salda?a. Para recalcar, de inmediato, que las condiciones no han variado ahora para los que intentan entrar de forma ilegal a EE UU. ¡°Las cosas no han cambiado para los que vienen a este pa¨ªs. No hay ning¨²n pase libre, no hay permisos¡±, zanja.

Estos renovados bulos, combinados con el dr¨¢stico aumento de la violencia en pa¨ªses como El Salvador, uno de los principales focos migratorios, podr¨ªan dar al traste con los esfuerzos de los Gobiernos locales y de EE UU para contener una migraci¨®n que hace un a?o provoc¨® una ¡°crisis de proporciones gigantescas¡± en la frontera.

¡°Todav¨ªa nos quedan unas cuantas semanas de la temporada alta para la llegada de gente a trav¨¦s de la frontera, y siempre estamos vigilantes. Lo del verano pasado fue una crisis terrible y estamos tratando de asegurarnos de que esto no vuelva a pasar¡±.

Las ¨²ltimas cifras oficiales indican que tanto el n¨²mero de menores centroamericanos que llegaron solos hasta la frontera de EE UU como el de menores acompa?ados de un adulto, generalmente su madre, descendi¨® de forma significativa frente al a?o anterior. De hecho, entre octubre de 2014 y el 30 de junio de este a?o fueron interceptados en la frontera 17.974 menores no acompa?ados procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador. Durante el mismo periodo de 2014, fueron m¨¢s de 51.000.

Igual de dr¨¢stica ha sido la disminuci¨®n en la detenci¨®n de ¡°unidades familiares¡±, esto es, un menor acompa?ado de un adulto, procedentes de estos tres pa¨ªses centroamericanos, origen principal de la emigraci¨®n ilegal no procedente de M¨¦xico. Este a?o el total ascendi¨® a 20.592 unidades familiares, cuando el a?o anterior la cifra super¨® las 61.000.

Pero Salda?a advierte de que los n¨²meros del a?o pasado no deben servir de referencia porque alcanzaron cotas ¡°aberrantes¡± en un ¡°a?o extraordinario¡±. Y cierto es que, cuando se comparan las cifras de este ¨²ltimo ejercicio con las anteriores a 2014, el n¨²mero de menores que tratan de cruzar solos o con un familiar sigue siendo casi el doble de lo que era hasta 2013.

A ello se une que los coyotes, ¡°criminales que no siempre cumplen su palabra de llevar a los inmigrantes hasta la frontera¡±, recuerda Salda?a, vuelven a propalar mentiras para aumentar su negocio. La responsable de implementar las leyes migratorias estadounidenses sospecha que los coyotes podr¨ªan haber reeditado una versi¨®n de la mentira que ya el a?o pasado llev¨® a muchos a enviar a sus hijos solos creyendo que en EE UU se estaba dando un ¡°permiso¡± a los menores no acompa?ados.

Para Salda?a, el origen de esta ¡°falsa informaci¨®n¡± puede estar en los cambios ordenados por su jefe, el secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson, en junio. En vista de las crecientes denuncias por la larga estancia ¡ªen algunos casos de m¨¢s de un a?o¡ª en los tres centros de detenci¨®n abiertos para acoger a las mujeres con menores, Johnson anunci¨® planes para reducir el tiempo que estas familias deben permanecer encerradas en esas instalaciones ¡ªcomparadas con prisiones por sus detractores¡ª a la espera de que un juez decida si acepta su petici¨®n de asilo.

¡°Se ha interpretado esto como que las puertas est¨¢n ahora abiertas, y quiero que quede claro que no es as¨ª¡±, reitera Salda?a. La revisi¨®n de las formas y tiempos de detenci¨®n ¡°es para la gente que ya est¨¢ aqu¨ª¡±, asevera.