Caracas, el capitalismo salvaje de la escasez

Para obtener los productos de una cesta de la compra b¨¢sica he tenido que recorrer durante el ¨²ltimo mes los supermercados de Caracas y las ciudades vecinas. El envase de agua mineral de 1.5 litros, dato con el que al fin he podido culminar esta investigaci¨®n, apareci¨® en la nevera de un club privado del litoral central venezolano, a una hora de la capital del pa¨ªs, el pasado fin de semana. Fue como encontrar el santo grial. Desde hace varios meses en las panader¨ªas y supermercados venezolanos casi no se consigue agua potable envasada.

En las ¨²ltimas semanas las filas son m¨¢s largas y es una tentaci¨®n dif¨ªcil de evitar acudir al mercado negro para abastecerse. Fuera del ojo avizor del Gobierno chavista rige el capitalismo m¨¢s salvaje. El precio del agua mineral de 1.5 litros al menos duplica su valor. En lo que va de agosto, con el incremento de la escasez y el desabastecimiento, los costos siguen subiendo por el ascensor, mientras el salario de los venezolanos permanece en la planta baja.

Desde hace varias semanas, por ejemplo, buscaba con denuedo leche para mis hijos peque?os. La leche pasteurizada no viene desde hace muchos a?os y solo se consiguen envases de larga duraci¨®n. El lunes apenas me quedaban dos litros y para volver a abastecerme deb¨ªa esperar hasta el viernes, cuando podr¨ªa comprar, si ten¨ªa suerte y llegaba el producto al s¨²per de la urbanizaci¨®n donde vivo, hasta seis litros. Es el d¨ªa que me corresponde comprar alimentos b¨¢sicos seg¨²n el ¨²ltimo n¨²mero de mi c¨¦dula de identidad. Ese lunes recib¨ª la llamada de un ¡°bachaquero¡±, como llaman en Venezuela a los vendedores informales, quien me ofrec¨ªa doce litros al doble de su precio de venta justo. No lo dud¨¦ y lo compr¨¦. El ciclo de la angustia empezar¨¢ dentro de 15 d¨ªas cuando mis provisiones comiencen a disminuir.

El Gobierno de Nicol¨¢s Maduro fij¨® para todos los bienes el precio de venta justo, que, en el caso de los alimentos b¨¢sicos, debe imprimirse en los envases y empaques de los productos ofertados. Ese indicador se fija sumando los costos de producci¨®n, m¨¢s los gastos ajenos a la producci¨®n y un margen m¨¢ximo de ganancia del 30% del costo de producci¨®n. Los productos no se consiguen a esos precios porque la inflaci¨®n, cuyo indicador oficial no se conoce desde diciembre, avanza mucho m¨¢s r¨¢pido que la capacidad que tiene el Ejecutivo de fijar nuevos precios. El que m¨¢s dinero tiene es el que sobrevive en mejores condiciones. Se estima que entre enero y julio de 2015 Venezuela registr¨® una inflaci¨®n cercana a 90%.

?