?lvaro Uribe: ¡°Los cabecillas de las FARC tienen que pagar c¨¢rcel¡±
El senador cree que Venezuela debe ser retirada "como garante de los acuerdos de Paz"
?lvaro Uribe V¨¦lez (Medell¨ªn, 63 a?os), expresidente de Colombia (2002-2010) y actual senador es tambi¨¦n l¨ªder de la oposici¨®n y el cr¨ªtico m¨¢s feroz con el proceso de paz con las FARC del presidente Juan Manuel Santos, quien fuera su ministro de Defensa durante su segundo mandato, cuando la guerrilla sufri¨® los golpes m¨¢s duros. Hoy, la relaci¨®n entre ambos directamente no existe. La entrevista se realiza el mi¨¦rcoles por la tarde, en plena crisis fronteriza con Venezuela, antes de que Santos llamase a consultas al embajador en Caracas y pidiese la mediaci¨®n de Unasur y la OEA, que ha recibido el apoyo de todo el Congreso, incluido el partido Centro Democr¨¢tico que lidera Uribe.
Pregunta. ?Por qu¨¦ se ha generado esta crisis con Venezuela?
Respuesta. La crisis de la frontera no surge de la noche a la ma?ana. La dictadura de Venezuela, a su ama?o, ha decidido siempre cu¨¢ndo abre y cierra la frontera. Todo eso ha llegado a lo que vemos actualmente, un genocidio contra el pueblo colombiano, con las casas marcadas, los ciudadanos torturados, expulsados como animales. Lo m¨¢s grave es que el Gobierno teme que cualquier indisposici¨®n de la dictadura de Venezuela le genere m¨¢s dificultades en los acuerdos con el grupo terrorista FARC. El Gobierno de Santos deber¨ªa retirar a Venezuela como garante de los acuerdos de las FARC.
P. Ha comparado esta crisis con el Holocausto jud¨ªo. ?No le parece exagerado?
Es da?ino pensar que Colombia tiene la guerra de Uribe o el di¨¢logo de Santos"
R. Hitler empez¨® acusando a los jud¨ªos de ser la fuente de todos los males. Venezuela acusa a los colombianos de ser la fuente de todos los males. Hitler empez¨® maltratando a los jud¨ªos, trat¨¢ndolos como una raza inferior. Maduro acusa a los colombianos de ser paramilitares y las prostitutas de Venezuela. Van justificando la tortura del pueblo colombiano.
P. ?Por qu¨¦ esa oposici¨®n tan dura al proceso de paz?
R. Algunos en Europa han tenido la equivocaci¨®n de que Colombia tiene dos opciones: la guerra de Uribe o el di¨¢logo de Santos. Creo que esa simplificaci¨®n es da?ina. Le hago un resumen de nuestras diferencias: el Gobierno ha descuidado la seguridad. La fuerza p¨²blica est¨¢ seriamente desmotivada. Puso a las fuerzas armadas como actor pol¨ªtico al mismo nivel que el terrorismo. Nos preocupa que este Gobierno no le haya exigido a las FARC un cese de actividades criminales verificable como condici¨®n para avanzar en el di¨¢logo, con ubicaci¨®n en unos sitios. Todo eso ha facilitado que las FARC hayan regresado a muchos sitios del pa¨ªs de donde tuvieron que salir. Nos preocupa inmensamente que el Gobierno no haya tenido claridad sobre la entrega de armas. No exige que los cabecillas vayan a la c¨¢rcel. Nosotros aceptamos que el guerrillero raso no vaya a la c¨¢rcel pero creemos que el cabecilla tiene que ir, as¨ª haya una sentencia reducida, porque si no van a generar aqu¨ª m¨¢s violencia.
P. Cuando dice c¨¢rcel, ?se refiere a rejas o privaci¨®n de la libertad?
R. Condena y privaci¨®n de la libertad. Que la c¨¢rcel sea m¨¢s o menos convencional, pero tiene que haber privaci¨®n de la libertad.
P. ?Qu¨¦ tiene que ocurrir para que apoye el proceso de paz?
Uno piensa muchas cosas pero por respeto al Papa no las dices¡±
R. Le acabo de hacer una serie de preocupaciones. De ah¨ª puede sacar usted inferencias.
P. Si se firma un acuerdo, ?usted mantendr¨¢ su posici¨®n en contra?
R. No, depende. Usted lo puede inferir de lo que han sido nuestras observaciones al proceso.
P. El presidente Santos ha vuelto a decir hoy que estar¨ªa dispuesto a sentarse con usted donde quiera y con los testigos que decida. ?Se reunir¨ªa con ¨¦l?
R. Yo no sab¨ªa lo de hoy. La ¨²ltima noticia que tuve fue la de anoche [por el martes], cuando dedic¨® un espacio de televisi¨®n a no enfrentarse a la dictadura de Venezuela y a decir que lo nuestro eran trompetas de guerra.
P. ?Se sentar¨ªa entonces con el presidente?
Santos deber¨ªa retirar a Venezuela como garante de los acuerdos de paz¡±
R. Ya le contest¨¦ lo que sab¨ªa. No nos perdamos en la etiqueta ni en las aparentes cortes¨ªas. Vamos a los asuntos de fondo.
P. El Gobierno y las FARC buscan un gesto del Papa en su visita a Cuba. ?Qu¨¦ le parecer¨ªa la bendici¨®n del proceso de paz por parte de Francisco?
R. Bastante tarea tengo con dirigir un partido de oposici¨®n, que tambi¨¦n es de construcci¨®n. No me ponga usted a meterme con el Santo Padre. Mi tarea es simplemente la de un cat¨®lico respetuoso, que tiene fe, que reza y que respeta a la Iglesia. Uno piensa muchas cosas por dentro pero por respeto a su Santidad no se atreve a decirlas.
P. Eso es que est¨¢ no muy de acuerdo con su posici¨®n.
R. Por respeto, jam¨¢s he opinado ni hecho vaticinios sobre los sumos pont¨ªfices.
P. ?Est¨¢ dispuesto a pasar a la historia como el presidente que se opuso al proceso de paz?
R. Uno tiene que pasar a la historia como alguien que tuvo una posici¨®n coherente. En los a?os en que yo fui presidente Colombia mejor¨® sustancialmente en seguridad, en inversi¨®n y en pol¨ªtica social.
No quisiera que de Obama se dijese que ayuda a entregar el pa¨ªs a las FARC¡±
P. Su gran socio internacional en la lucha contra las FARC fue Estados Unidos. ?C¨®mo ve el deshielo con Cuba?
R. Obama podr¨¢ decir que fue determinante para derrotar el comunismo cubano. Castro no tendr¨¢ disculpa para decir que despu¨¦s de 55 a?os de fracaso tuvo que volver a Estados Unidos. Lo que no quisi¨¦ramos es que de Obama se pudiera decir que ayud¨® a entregarle Colombia a las FARC.
P. ?C¨®mo puede afectar este cambio en las relaciones al proceso de paz?
R: Una cosa es tratar con Cuba para devolverlo a la democracia y otra tratar con las FARC para entregarle Colombia al castrochavismo.
P. ?Realmente cree que se est¨¢ entregando Colombia al castrochavismo?
R. Ya le dije una serie observaciones sobre lo que est¨¢ pasando en Colombia y sobre La Habana.
P. ?C¨®mo ve las nuevas fuerzas que est¨¢n surgiendo en Espa?a y Europa?
R. Hay cosas muy buenas como la recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, la brit¨¢nica. Veo todav¨ªa muy inestable al Gobierno griego y lo de Podemos en Espa?a depender¨¢ de ustedes cu¨¢nto dure. S¨ª me preocupa mucho que Espa?a sirva ahora al Gobierno de Colombia como abogado ante la Corte Penal Internacional para que no lleven a las FARC a la c¨¢rcel.
P. ?Cu¨¢nto hay de oposici¨®n y cu¨¢nto de rencor al presidente Santos?
R. El rencor es como la vaca en el pantano, cuanto m¨¢s patalea m¨¢s se atolla. Yo le cont¨¦ nuestros argumentos, no me pregunte por veleidades de la prensa, b¨¢sese en los argumentos y en el reconocimiento de millones de colombianos a nuestros argumentos.
P. No se trata de veleidades.
R. Su pregunta por sustracci¨®n de materia no cabe. Nosotros lo que hemos hecho es un ejercicio pol¨ªtico argumental. Ahora, los psic¨®logos del liderazgo contempor¨¢neo sugieren distinguir entre traici¨®n y enga?o, porque la traici¨®n en pol¨ªtica puede no ser importante, puede referirse a una persona; el enga?o, a un colectivo social, con lo cual se pone en riesgo los valores democr¨¢ticos y es muy grave.
P. Entonces, ?se siente traicionado o enga?ado?
R. Los valores democr¨¢ticos en Colombia tienen hoy un riesgo proveniente del enga?o.
P. Muchos de sus colaboradores est¨¢n encarcelados o envueltos en procesos judiciales. ?Se siente amenazado?
R. Mar¨ªa del Pilar Hurtado est¨¢ en la c¨¢rcel no por haber robado o haber asesinado. Est¨¢ en la c¨¢rcel porque investig¨® penetraci¨®n del narcotr¨¢fico en la Corte Suprema de Justicia. La Corte Suprema de Justicia, en lugar de separar a las manzanas podridas asumi¨® una solidaridad de cuerpo para decidir que nuestro Gobierno quer¨ªa desacreditarla y por eso la llevaron a la c¨¢rcel. La sentencia contra el exministro Andr¨¦s Felipe Arias, analizada en muchos foros del mundo, es una sentencia de odio pol¨ªtico. No hay uno solo de mis compa?eros de Gobierno que haya sido juzgado por haberse robado un peso del erario p¨²blico. Trabajamos por convicciones y por eso estamos en esta batalla.
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