Hungr¨ªa impide a los refugiados el acceso a la estaci¨®n de Budapest
Un millar de inmigrantes espera en las inmediaciones de la terminal de ferrocarriles
La crisis migratoria desborda d¨ªa a d¨ªa todas las previsiones, que a las pocas horas se quedan viejas. Ya sea en Budapest, Viena o M¨²nich, la oleada de refugiados llena las estaciones de tren de personas desesperadas que, en su mayor¨ªa, tratan de llegar a Alemania para obtener el estatus de asilado pol¨ªtico. M¨¢s de mil inmigrantes se manifestaron ayer en una estaci¨®n de la capital h¨²ngara tras ser clausurada para los inmigrantes. ¡°Alemania, Alemania¡±, gritaban.
El acuerdo de Dubl¨ªn ¡ªseg¨²n el cual los refugiados deben pedir asilo en el primer pa¨ªs de la UE que pisen¡ª demostr¨® ayer una vez m¨¢s que es poco m¨¢s que papel mojado. Miles de inmigrantes continuaron ayer su camino hasta el destino final: Alemania, el pa¨ªs de la UE que m¨¢s solicitudes de asilo recibe debido a sus generosas leyes y a su potencia econ¨®mica. Las autoridades del pa¨ªs prev¨¦n alcanzar este a?o el r¨¦cord hist¨®rico de 800.000.
¡°Cualquier persona podr¨ªa verse en nuestra situaci¨®n. As¨ª que, por favor, ay¨²dennos¡±, clamaba un refugiado desde la estaci¨®n oriental de Budapest a un c¨¢mara del canal de noticias N24. Tras una hora de incertidumbre, las autoridades h¨²ngaras reabrieron la estaci¨®n, pero impidiendo la entrada de inmigrantes. Seg¨²n constat¨® la agencia Reuters, un centenar de polic¨ªas pertrechados de cascos y porras hac¨ªan guardia y forzaron la salida de una docena de inmigrantes que ya estaban en la estaci¨®n.
Esta actitud contrasta con los ¨²ltimos d¨ªas en los que las autoridades h¨²ngaras han permitido a los reci¨¦n llegados continuar su camino hacia el norte de Europa, en contra de lo que estipula el acuerdo de Dubl¨ªn. Las autoridades de los pa¨ªses m¨¢s afectados por la oleada de refugiados ¡ªGrecia e Italia, adem¨¢s de Hungr¨ªa¡ª argumentan que no tienen capacidad para hacerse cargo de todos los reci¨¦n llegados. La exigencia de aclaraciones a Berl¨ªn por parte de Austria complica a¨²n m¨¢s la situaci¨®n. El Gobierno alem¨¢n anunci¨® el mes pasado que no devolver¨ªa a los ciudadanos sirios que huyen de la guerra civil que asola su pa¨ªs. Y Viena considera que esta afirmaci¨®n a?ade m¨¢s confusi¨®n.
?Austria pide aclaraciones
¡°Hay rumores de que Alemania est¨¢ enviando trenes a Budapest para recoger a los refugiados. Es muy importante que el Gobierno informe a los refugiados de que el acuerdo de Dubl¨ªn sigue en vigor¡±, dijo la ministra austriaca del Interior, Johanna Mikl-Leitner. ¡°Dubl¨ªn sigue siendo v¨¢lido¡±, responde su hom¨®logo alem¨¢n.
Las escenas de estaciones abarrotadas de personas que huyen de conflictos como el de Siria o de Irak se reprodujeron ayer en M¨²nich. Unas 2.200 personas llegaron a la capital b¨¢vara en las ¨²ltimas 24 horas, una cifra r¨¦cord en la actual crisis migratoria. Las autoridades de Baviera ya han reclamado solidaridad al resto de Estados federados alemanes para hacer frente al desaf¨ªo. ¡°?Gracias, Alemania! ?Gracias, Alemania!¡±, gritaba un grupo que hab¨ªa logrado viajar a la primera econom¨ªa del euro.
Mientras, en Berl¨ªn, la canciller Angela Merkel continu¨® tratando de convencer a sus socios europeos de la necesidad de que la UE cuente con un nuevo sistema que reparta de una forma equitativa entre los Veintiocho a los reci¨¦n llegados.
¡°Para aquellos refugiados que se ven sometidos a persecuci¨®n o que huyan de la guerra ha de haber un reparto justo, basado en la fortaleza econ¨®mica, la productividad y el tama?o de cada pa¨ªs¡±, dijo Merkel en una rueda de prensa. A su lado, el presidente del Gobierno espa?ol, Mariano Rajoy, se mostr¨® dispuesto a aumentar su cupo. Pese a todo, la cifra de 2.739 refugiados aceptada hasta ahora por Rajoy supone menos de la mitad de los que la Comisi¨®n Europea pide a Espa?a.
Antes de la medianoche, llegaron varios trenes a Viena, que fueron recibidos con enorme j¨²bilo por cientos de personas, seg¨²n informa Efe. Grupos de voluntarios, entre ellos decenas de traductores de ¨¢rabe, farsi y otros idiomas, organizaron un comit¨¦ de bienvenida para los refugiados. Los inmigrantes, visiblemente cansados y asustados en un primer momento, recibieron una comida caliente de C¨¢ritas Austria, adem¨¢s de un lugar para descansar en las instalaciones de la estaci¨®n.
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