La yakuza, de nuevo en pie de guerra
El grupo de la mafia japonesa se ha escindido y la polic¨ªa teme un estallido de violencia
La polic¨ªa japonesa se encuentra en alerta. Yamaguchi-gumi, la m¨¢s poderosa de las familias de la yakuza, la mafia japonesa, se ha escindido y amenaza con declarar una guerra interna al cumplir su centenario. Originaria de la ciudad occidental nipona de Kobe, formada por unos 55.000 integrantes ¡ªla inmensa mayor¨ªa, hombres¡ª y agrupada en 850 clanes, esta familia ha expulsado a 13 facciones disidentes. Los l¨ªderes de estas facciones han decidido formar un grupo rival, al que se han sumado unos 3.000 miembros. La nueva banda tendr¨¢ pr¨¢cticamente el mismo nombre ¡ªKobe Yamaguchi-gumi¡ª y los mismos s¨ªmbolos, seg¨²n han informado al diario Asahi Shimbun fuentes policiales.
La raz¨®n que alega el nuevo grupo para formarse es el ¡°exagerado ego¨ªsmo¡± del actual capo de Yamaguchi-gumi, Kenichi Shinode, de 73 a?os. Tambi¨¦n conocido como Shinobu Tsukasa, se encuentra al frente de esta familia de la yakuza desde 2005. Este padrino, la sexta generaci¨®n de dirigentes de una organizaci¨®n que naci¨® en 1915 como una agrupaci¨®n de estibadores, est¨¢ acusado por sus rivales de querer organizar ya su sucesi¨®n para dejar de herederos a algunos de sus hombres m¨¢s fieles, por encima de la jerarqu¨ªa del grupo. Tambi¨¦n le reprochan acaparar los ingresos de la organizaci¨®n.
Unos ingresos que, al parecer, ya no son lo que eran. Las facciones de la yakuza, nacidas en su mayor¨ªa del mundo del juego y que a¨²n basan en ¨¦l muchos de sus ritos, no son, de por s¨ª, organizaciones ilegales. Est¨¢n muy integradas en la cultura popular nipona, que exalta algunos de sus valores como la lealtad y sus estrictos c¨®digos de conducta, y parte de sus actividades son leg¨ªtimas. En el terremoto de Kobe de 1995, Yamaguchi-gumi, originaria de esta localidad, acudi¨® al socorro antes incluso que los propios equipos de emergencia, y aport¨® hasta un helic¨®ptero.
Otras de sus actividades no son tan loables, ni mucho menos. Como otras mafias, la yakuza japonesa tiene negocios en la trata de personas, en la extorsi¨®n a grandes empresas o la venta de drogas. Aparentemente, no obstante, tanto sus actividades leg¨ªtimas como las ilegales se han convertido en menos lucrativas en los ¨²ltimos tiempos, afectadas tanto por a?os de lucha policial como por el declive de la econom¨ªa japonesa.
Con todo, la revista Fortune calcula los ingresos de Yamaguchi-gumi en unos 80.000 millones de d¨®lares (unos 70.000 millones de euros), la mayor cantidad de una organizaci¨®n delictiva en todo el mundo y un pastel nada desde?able.
Eso ha desatado los temores a que pueda comenzar una guerra abierta entre esta organizaci¨®n y la escindida, que est¨¢ encabezada, al parecer, por Junio Inoue, de 67 a?os y l¨ªder de la facci¨®n Yamaken-gumi. La perspectiva de un enfrentamiento pone los pelos de punta a las fuerzas de seguridad. En 1984, la violencia entre bandas de la yakuza dej¨® treinta muertos y decenas de heridos, muchos de los cuales eran ajenos al crimen organizado.
Como primera medida preventiva, esta semana la polic¨ªa nipona ya inici¨® un registro en las instalaciones de la nueva organizaci¨®n. El objetivo declarado era investigar acusaciones de que se hab¨ªan hecho de manera ilegal con tarjetas de cr¨¦dito y con n¨²meros PIN de tarjetas de tel¨¦fono de ancianos. Pero tambi¨¦n, su intenci¨®n era saber m¨¢s sobre la nueva Kobe Yamaguchi-gumi.
El ministro portavoz del Gobierno japon¨¦s, Yoshihide Suga, ha expresado la esperanza de que la escisi¨®n sirva de oportunidad para debilitar a¨²n m¨¢s a estos grupos. E Ichiro Kume, el jefe de polic¨ªa de la Prefectura donde se encuentra Kobe, ha declarado que piensa lograrlo ¡°con campa?as estrat¨¦gicas y precisas tanto contra sus recursos humanos como sus fuentes de ingresos¡±.
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