¡°Te estamos esperando¡±

A Jhosivani Guerrero de la Cruz, un estudiante que desapareci¨® cuando ten¨ªa 19 a?os, lo han dado por muerto dos veces. La primera, unos d¨ªas despu¨¦s de la masacre de Iguala, en Guerrero (sur de M¨¦xico), que dej¨® al menos siete muertos y 43 estudiantes desaparecidos. La polic¨ªa dijo a su madre que hab¨ªan hallado un cad¨¢ver y que era Jhosivani. Martina de la Cruz quit¨® la s¨¢bana que cubr¨ªa el cuerpo y dijo: ¡°Este no es mi hijo¡±. Desde entonces han pasado 11 meses. El fallecido, se supo en diciembre pasado, era Alexander Mora.

El mi¨¦rcoles, en una conferencia de prensa anunciada de improvisto en la tarde de un d¨ªa festivo en M¨¦xico, la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (Fiscal¨ªa) confirm¨® sus peores temores: uno de los restos ¨®seos que, seg¨²n la PGR, fueron recogidos de un basurero ha sido identificado como el de su hijo, seg¨²n un laboratorio de expertos en Innsbruck. El joven era el menor de siete hermanos y proven¨ªa de una peque?a aldea escondida en la sierra guerrerense: Omeapa. Tiene menos de 200 habitantes y est¨¢ a 15 kil¨®metros de Tixtla, la cabecera del municipio donde tambi¨¦n est¨¢ la escuela rural. Para estudiar, el joven deb¨ªa caminar cuatro kil¨®metros para abordar un autob¨²s que lo llevara a la escuela.

Jhosivani hab¨ªa so?ado antes con irse a Estados Unidos, como su padre y su hermano mayor Iv¨¢n, pero para no dejar sola a su madre eligi¨® quedarse en Guerrero. Tambi¨¦n intent¨® entrar a una universidad p¨²blica en Puebla, a cuatro horas y media de su tierra, pero la distancia y el coste que implicar¨ªa le hicieron desistir.

Fue entonces cuando eligi¨® ingresar a la escuela de Ayotzinapa para ser un maestro rural para comunidades, como la suya, que recib¨ªan a profesores ¡°de muy lejos¡± y ¡°sin inter¨¦s de integrarse en las comunidades¡±, explicaron sus familiares. Su familia, de campesinos, ha reclamado a las autoridades que esperaran ¡°casi un a?o¡± para hacer el anuncio. El Gobierno mexicano se ha defendido bajo el argumento de que los restos recogidos en el basurero de Cocula, donde la teor¨ªa oficial se?ala que se produjo la incineraci¨®n de 43 estudiantes (una versi¨®n puesta en duda por la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos), estaban en tan p¨¦simo estado que su identificaci¨®n era muy complicada.

Para estudiar, el joven deb¨ªa caminar cuatro kil¨®metros para abordar un autob¨²s que lo llevara a la escuela

La madre de Jhosivani manten¨ªa viva la esperanza de que su hijo se encontrara vivo. Martina no acudi¨® a las grandes manifestaciones en el Z¨®calo y prefiri¨® quedarse en su pueblo para esperar el regreso del m¨¢s peque?o de sus hijos. La Nochebuena pasada colg¨® un discreto mensaje, con su fotograf¨ªa, en el ¨¢rbol de Navidad del patio de la escuela donde estudiaba. ¡°Donde quiera que est¨¦s, que Dios te tenga. Espero que est¨¦s bien. Aqu¨ª tu familia te quiere, te estamos esperando¡±.