¡°Este acuerdo perpet¨²a la impunidad¡±
El director para Am¨¦rica de Human Rights Watch se erige en uno de los mayores cr¨ªticos del pacto entre el presidente colombiano Juan Manuel Santos y las FARC
Jos¨¦ Miguel Vivanco se ha vuelto omnipresente en Colombia. Desde que el presidente, Juan Manuel Santos, y el l¨ªder de las FARC, Rodrigo Londo?o, alias Timochenko, firmasen el acuerdo de justicia, un punto de inflexi¨®n en las negociaciones que se desarrollan en La Habana desde hace casi tres a?os, el director para Am¨¦rica de Human Rights Watch se ha convertido en uno de los mayores cr¨ªticos con este pacto. Su oposici¨®n le ha colocado en un camino paralelo al del expresidente colombiano ?lvaro Uribe, uno de sus mayores azotes durante a?os, que le lleg¨® a tachar de ¡°c¨®mplice¡± de la guerrilla. Pese a que la conversaci¨®n pretende ir m¨¢s all¨¢ del proceso colombiano, lo pactado en La Habana est¨¢ presente en todo momento.
Pregunta. ?Qu¨¦ le parece la posici¨®n del Gobierno frente al acuerdo de justicia?
Respuesta. Somos partidarios de la negociaci¨®n para lograr el fin del conflicto armado colombiano, pero creo que es importante entender que no se trata simplemente de ponerse de acuerdo en unos t¨¦rminos. Lo importante es examinar cu¨¢l ser¨¢ el grado de impacto real que un acuerdo de esta naturaleza pueda tener en el campo colombiano, en aquellas regiones donde los campesinos o personas en una posici¨®n de vulnerabilidad han estado expuestas a miles de atrocidades y abusos, no solo de las FARC, tambi¨¦n de agentes del Estado y paramilitares. Cuando uno examina este acuerdo y descubre que los responsables, a cambio de confesar sus cr¨ªmenes, no ir¨¢n a prisi¨®n inmediatamente la principal preocupaci¨®n es hasta qu¨¦ punto este acuerdo perpetua la impunidad, que ha sido la regla en Colombia durante tantos a?os. Obviamente, dado que se est¨¢ negociando un acuerdo de paz es preciso ser conscientes de la necesidad de hacer concesiones muy fuertes, como por ejemplo la reducci¨®n de penas. La historia est¨¢ cargada de ejemplos de que, frente a este tipo de atrocidades, hay impunidad. Esa ha sido la norma. La excepci¨®n ha sido la justicia. Esto nos retrotrae a Sud¨¢frica, hace 20 a?os. El servicio a la comunidad como sanci¨®n para cr¨ªmenes de lesa humanidad resulta grotesco.
P. La Corte Penal Internacional (CPI) ha dicho que se trata de un ¡°paso significativo¡± para el fin del conflicto. ?Qu¨¦ le parece esa reacci¨®n?
Sabemos que se tienen que hacer concesiones, pero esas pueden ser la reducci¨®n de penas"
R. No tengo comentarios al respecto. Me parece una declaraci¨®n que podr¨ªamos compartir todos. No est¨¢ diciendo que est¨¦ bien o est¨¢ mal. Me parece casi protocolario, que es lo que correspond¨ªa hacer.
P. ?Puede haber un equilibrio entre paz y justicia?
R. Creo que esa dicotom¨ªa existe pero no se puede plantear en t¨¦rminos simplistas, como usualmente se hace. Para que un acuerdo tenga peso e impacto, sea cre¨ªble y sea avalado por el pueblo, tiene que tener el componente de justicia. Sabemos que se tienen que hacer concesiones, pero esas pueden ser la reducci¨®n de penas, no una propuesta tan extrema como esta, que exime de prisi¨®n a criminales de guerra.
P. ?Es inevitable exigir a las v¨ªctimas una mayor dosis de sacrificio en aras de lograr la paz?
La historia est¨¢ plagada de ejemplos de impunidad frente a cr¨ªmenes de guerra"
R. Yo creo que las v¨ªctimas lo han sacrificado todo. Las del Estado, las del paramilitarismo y las de la guerrilla. El sacrificio ha sido sublime. Me cuesta creer que alguien pueda plantear que no han sufrido lo suficiente. Lo m¨ªnimo que se les puede demostrar es que el Estado est¨¢ con ellas. La historia est¨¢ plagada de ejemplos de impunidad frente a cr¨ªmenes de guerra. En el nombre de la paz, del derecho a la autodeterminaci¨®n, de la transici¨®n de un r¨¦gimen dictatorial a una democracia siempre hay valores superiores que se han invocado para justificar que los que han cometido hechos atroces no paguen por sus cr¨ªmenes.
P. M¨¢s all¨¢ del caso colombiano, ?qu¨¦ proceso destacar¨ªa como el m¨¢s equilibrado y el que menos?
R. Hay muy pocos ejemplos, y por ello la importancia del proceso colombiano. Ser¨ªa el primero significativo que se da con el Tratado de Roma, que crea la CPI, en vigor. Es un test muy importante, que sirve para examinar en qu¨¦ estamos. Representa un desaf¨ªo existencial para la CPI. La raz¨®n de ser de la Corte es garantizar que frente a cr¨ªmenes de guerra y lesa humanidad exista justicia. Si este acuerdo supera el test de la Corte Constitucional colombiana y la CPI termina t¨¢citamente o expl¨ªcitamente aval¨¢ndolo estamos ante un nuevo modelo, que no es muy distinto al que se exist¨ªa. En la pr¨¢ctica es un retroceso y pone en entredicho la raz¨®n de ser de la CPI.
P. ?Qu¨¦ espera de la Corte Penal Internacional?
R. Yo espero primero que esto se siga debatiendo en Colombia. El pueblo colombiano tiene derecho a participar activamente. Tengo gran fe en la Corte Constitucional, que siempre ha servido para dirimir este tipo de contiendas. Sus decisiones siempre han estado del lado de las v¨ªctimas.
P. ?La llamada justicia transicional equivale a impunidad?
R. Se puede transformar en un eufemismo que ayuda a esconder la impunidad.
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