Rousseff cede poder en Brasil para salvar la presidencia

Acosada por la crisis econ¨®mica, amenazada por los mercados, triturada por las encuestas y hostigada por la oposici¨®n, la presidenta brasile?a Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), trata de cerrar uno de sus m¨²ltiples frentes para salvar su mandato con una medida tajante: dar ministerios a sus volubles aliados parlamentarios, los diputados del ideol¨®gicamente ambiguo Partido do Movimento Democr¨¢tico Brasileiro (PMDB) a cambio de un apoyo estable en el Congreso. La presidenta compareci¨® hoy solemnemente ante el pa¨ªs para informar que ha decidido reformar el Gabinete y dar siete ministerios a miembros de este movimiento, uno m¨¢s de los que contaba hasta ahora, incluido el emblem¨¢tico Ministerio de Sanidad, que goza del mayor presupuesto en el pa¨ªs. El peso del PMDB en el Gabinete es a¨²n mayor si se tiene en cuenta que Rousseff, en una medida de ajuste, ha suprimido ocho ministerios, de 39 a 31. El vicepresidente, Michel Temer, tambi¨¦n del PMDB, sigue en su puesto y continuar¨¢ ejerciendo la dif¨ªcil labor de puente entre el grupo parlamentario del PMDB, decisivo a la hora de aprobar leyes, y el Gobierno, que necesita con urgencia, precisamente, que el Parlamento d¨¦ salida una bater¨ªa de medidas de ajuste fiscal encaminadas a enderezar la situaci¨®n econ¨®mica y a tranquilizar a los inversores y a los mercados. El pasado nueve de septiembre, la agencia de calificaci¨®n Standard and Poor?s rebaj¨® de la nota de cr¨¦dito del pa¨ªs al nivel de bono basura en un batacazo medi¨¢tico que sacudi¨® el pa¨ªs y que le hizo despertarse ya por completo del sue?o de prosperidad que envolvi¨® a la sociedad brasile?a durante la d¨¦cada anterior.

La reforma ministerial ven¨ªa incub¨¢ndose desde hac¨ªa un mes, y la clase pol¨ªtica, paralizada, se hab¨ªa vuelto, en los ¨²ltimos d¨ªas, una marea de rumores y de quinielas, cuando no de ministros que, como el saliente de Sanidad, Arthur Chioro, se enteraban de su destituci¨®n de un telefonazo sorpresivo..

Las relaciones entre los diputados del PMDB y el Gobierno han sido, desde que comenz¨® esta segunda legislatura de Rousseff, ambivalentes. Por una lado, su presencia en el Gobierno y la personalidad pausada y conciliadora de Temer garantizaba cierto apoyo. Por otro, la hostilidad manifiesta del presidente del Congreso brasile?o, Eduardo Cunha, enemigo declarado del Gobierno y de Rousseff y con influencia en muchos diputados, hac¨ªa temblar todos los pron¨®sticos y, de continuo, colocaba zancadillas en las leyes que Rousseff quer¨ªa aprobar para reconducir la econom¨ªa. Cunha, cada vez m¨¢s cuestionado por sus propios correligionarios, est¨¢ siendo investigado en el Caso Petrobras y mantiene una sospechosa cuenta de 5 millones de d¨®lares en Suiza. Pero ¨¦l se dice inocente y asegura que es objeto de una cacer¨ªa pol¨ªtica por parte del Gobierno. Su carrera pol¨ªtica depende, de hecho, en que pueda seguir present¨¢ndose ante sus parlamentarios afines y la opini¨®n p¨²blica como v¨ªctima mientras trata de despejar las acusaciones judiciales. La pr¨®xima semana Rousseff comprobar¨¢ si la subasta de ministerios ha sido acertada, en una votaci¨®n sobre recortes presupuestarios.

La pr¨®xima semana Rousseff comprobar¨¢ si la subasta de ministerios ha sido acertada, en una votaci¨®n sobre recortes presupuestarios. Pero la reforma ministerial no s¨®lo persigue esa estabilidad. Tambi¨¦n afecta al partido de Rousseff, el PT. El ministro de la Casa Civil, Aloizio Mercadante, una suerte de primer ministro, fiel escudero de Rousseff, ha sido rebajado a ministro de Educaci¨®n. En su puesto ha sido nombrado el ministro de Defensa, Jaques Wagner, hombre mucho m¨¢s de la confianza de Lula. La influencia del carism¨¢tico ex presidente brasile?o en todo este cambio es, seg¨²n la prensa brasile?a, evidente. El peri¨®dico O Estado de S. Paulo publicaba hoy al respecto una foto reveladora, en la que se apreciaba, en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia, residencia oficial de Rousseff, al propio Lula conversando mientras camina al lado de un dirigente del PT, unos pasos por detr¨¢s de la presidenta.

Rousseff ha anunciado adem¨¢s una bater¨ªa de medidas para contener el gasto en los ministerios enfocadas a dar impresi¨®n de austeridad de cara al resto del pa¨ªs: los ministros se reducen el sueldo en un 10%. Asimismo, se suprimir¨¢n 3.000 empleados municipales repartidos en varios municipios y se elaborar¨¢n planes para ahorrar en alquileres, gastos de luz, agua y tel¨¦fonos.