Un deslave sepulta una aldea de Guatemala
Las autoridades confirman 62 muertos, 125 casas da?adas y 400 desaparecidos
Un pe?asco de aproximadamente 115 metros de largo, el tama?o de una cancha de f¨²tbol, sepult¨® la aldea El Cambray II de Santa Catarina Pinula, a 15 kil¨®metros de la capital guatemalteca. El hecho, de acuerdo a las autoridades municipales, ocurri¨® al filo de la media noche del jueves.
En el primer recuento provisional del n¨²mero de v¨ªctimas, la Coordinadora Nacional para la Reducci¨®n de Desastres, Conred, da cuenta de 62 personas muertas, cuyos cuerpos han sido rescatados de los escombros de las que fueran sus viviendas. Las autoridades confirman tambi¨¦n 400 desaparecidos, 23 rescatados con vida de entre los escombros y 125 casas han resultado da?adas.
Una tragedia prevista y anunciada, declar¨® Alejandro Maldonado, secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional para la Reducci¨®n de Desastres (Conred). ¡°Desde 2008 esa zona fue declarada ¡®de alto riesgo¡¯, dijo, para a?adir que la ¨²ltima advertencia a las autoridades municipales se hizo en noviembre de 2014. ¡°La zona de la tragedia est¨¢ marcada en rojo en ese informe¡±.
Al respecto, el presidente de Guatemala, Alejando Maldonado Aguirre, record¨® que es la pobreza la que obliga a la poblaci¨®n a permanecer en zonas declaradas inhabitables, a¨²n a riesgo de la propia vida. Ante ello, dijo que el Estado, pedir¨¢ ayuda a la cooperaci¨®n internacional y a la iniciativa privada para encontrar lugares m¨¢s seguros a d¨®nde puedan trasladarse los sobrevivientes. ¡°El Estado reaccionar¨¢ con esa ayuda¡±, dijo el mandatario.
Es poco probable que alguna vez se conozca con exactitud el n¨²mero de v¨ªctimas que dej¨® este deslave, porque no hay un censo reciente de los habitantes del lugar. Seg¨²n el ¨²ltimo recuento, 100 viviendas est¨¢n en escombros. Pero en los alrededores de la aldea hab¨ªa muchas covachas donde viv¨ªan los m¨¢s pobres.
En la capital guatemalteca y ciudades y poblaciones de todo el pa¨ªs se han habilitado centros de acopio de la ayuda, que fluye con generosidad
Al nada m¨¢s ocurrir el derrumbe, los sobrevivientes empezaron a cavar con azadones, palos y hasta con las manos, en el lugar de sus viviendas sepultadas bajo toneladas de barro y piedras, en busca de sus seres queridos, sin importarles el riesgo al que se expon¨ªan.
Con las primeras luces del viernes, socorristas ayudados por los vecinos tratan de rescatar a posibles sobrevivientes, cuyas expectativas de vida se reducen con el transcurso de las horas. El Ej¨¦rcito ha desplazado al cuerpo de ingenieros con maquinaria pesada para agilizar las tareas de descombro. El portavoz de la instituci¨®n armada, coronel Hugo Rodr¨ªguez, dijo a Emisoras Unidas que 250 militares, expertos en la atenci¨®n en caso de tragedias naturales, se encuentran en el lugar.
Mientras tanto, la Polic¨ªa ha establecido tres anillos de seguridad en derredor de la aldea, con el prop¨®sito de evitar las aglomeraciones de curiosos que obstaculizan la labor de los socorristas, mantener a los familiares alejados del peligro de nuevos deslaves y para evitar que los aprovechados de siempre puedan incurrir en actos de rapi?a.
La situaci¨®n en el lugar se complica porque las toneladas de tierra ca¨ªdas en el lugar han tapado el cauce de un r¨ªo pr¨®ximo a la poblaci¨®n, lo que est¨¢ formando una laguneta que podr¨ªa dar lugar a nuevos derrumbes, en terrenos ya saturados por las intensas lluvias que castigaron Guatemala desde el fin de semana.
De acuerdo a un informe de la ONU, Guatemala est¨¢ considerada entre los cinco pa¨ªses m¨¢s vulnerables del mundo y el primero de Am¨¦rica Latina frente los desastres naturales. Su ubicaci¨®n geogr¨¢fica, sobre tres placas tect¨®nicas ¨CCaribe, Cocos y de Norteam¨¦rica¨C, en la ruta de los huracanas de ambos oc¨¦anos y una cadena de volcanes, sumado a una deforestaci¨®n incontrolada, la coloca en esa situaci¨®n.
El sistema hospitalario ha sido declarado en emergencia, mientras las ambulancias tienen graves problemas para salir del lugar, ante el colapso de tr¨¢nsito que se registra en la zona. Los sobrevivientes presentan lesiones propias de una tragedia de esa naturaleza, como fracturas en sus extremidades y costillas.
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