Jerusal¨¦n, cada d¨ªa m¨¢s rota en dos
El alcalde propone ¡°bloquear¡± el paso de palestinos considerados agresores potenciales
La imagen recuerda a las que se quedaron grabadas en la memoria de israel¨ªes y palestinos durante la segunda Intifada: un autob¨²s cruzado en medio de la carretera, sangre en el suelo, guantes de atenci¨®n m¨¦dica abandonados, ambulancias que salen a toda velocidad hacia el hospital y miradas de miedo y rabia.
¡°Mi amigo iba a montarse en el autob¨²s, corri¨® pero al llegar, la puerta estaba bloqueada. Vio al terrorista apuntarle con el arma pero ya no ten¨ªa m¨¢s balas. Se salv¨® de milagro. ?Sorprendidos? No, no estamos sorprendidos. Llevamos as¨ª 21 a?os, desde los acuerdos (de paz) de Oslo¡±, explica Michael, residente en Armon Hanatziv, un asentamiento situado en Jerusal¨¦n Este, donde este martes dos palestinos apu?alaron y tirotearon a los pasajeros de un autob¨²s. Dos israel¨ªes y uno de los agresores murieron en el ataque.
A¨²n conmocionados, muchos vecinos del barrio reciben con improperios al alcalde de Jerusal¨¦n, Nir Barkat, que acude r¨¢pidamente al lugar del ataque. ¡°Hay que echarlos de aqu¨ª, hay que echarlos a balazos. Ellos pueden andar libremente y nosotros tenemos que defendernos solos y comprar gases lacrim¨®genos para llevarlos en el bolso, por si acaso¡±, dice Elia, madre de familia israel¨ª se?alando al barrio palestino de Yabal Mukaber, situado a poca distancia.
Armas y mano dura
Barkat, quien en los d¨ªas pasados sugiri¨® a los habitantes de Jerusal¨¦n que tengan licencia de armas salir con ellas a la calle, volvi¨® a reiterar que s¨®lo la mano dura lograr¨¢ doblegar esta ola de violencia.
¡°El n¨²mero de terroristas que ha surgido de los barrios ¨¢rabes de Jerusal¨¦n en las ¨²ltimas semanas es inaceptable. Lo que hay que hacer para proteger la vida de la gente es bloquear y controlar much¨ªsimo m¨¢s de lo que hicimos en el pasado. Mientras haya gente que venga de estos barrios con la intenci¨®n de matar a inocentes al otro lado, los bloquearemos. Esta ser¨¢ mi recomendaci¨®n al Gobierno¡±, asever¨® el alcalde, sin dar m¨¢s detalles de c¨®mo se podr¨ªa controlar el paso del este al oeste de Jerusal¨¦n de miles de palestinos que acuden diariamente a su trabajo.
En estos d¨ªas, la Jerusal¨¦n palestina y la Jerusal¨¦n israel¨ª, divididas por una barrera invisible desde hace d¨¦cadas, est¨¢n m¨¢s partidas que nunca.
El miedo a los ataques con arma blanca, pr¨¢cticamente diarios desde principios de octubre, hace que las calles del coraz¨®n de Jerusal¨¦n y de la Ciudad Vieja est¨¦n excepcionalmente silenciosas y semivac¨ªas. El ulular de las sirenas y el sobrevuelo de los helic¨®pteros se ha convertido en la m¨²sica de fondo de la ciudad. Las agresiones, casi espont¨¢neas y perpetradas por palestinos sin antecedentes ni especial militancia pol¨ªtica, son pr¨¢cticamente imposibles de abortar, y el nerviosismo de los israel¨ªes es palpable.
Pero el miedo tambi¨¦n se siente en los palestinos, conscientes de que todos se han convertido autom¨¢ticamente en sospechosos. ¡°Antes iba por la noche a tomar caf¨¦ a la calle Ben Yehuda, al centro de Jerusal¨¦n, pero ya no voy. Tengo miedo de ser golpeado por colonos y quiero seguir con vida y ver crecer a mis hijos¡±, explica Ahmad, periodista palestino.
Un mes de graves enfrentamientos
Explanada de las Mezquitas. El 13 de septiembre comienzan 10 d¨ªas de disturbios entre palestinos y polic¨ªa israel¨ª.
Ataques con cuchillo. El 3 de octubre se abre una serie de 20 ataques con arma blanca.
Violencia en Gaza. Entre el 9 y 10 de octubre mueren nueve palestinos en Gaza por intervenciones policiales israel¨ªes.
Balance de v¨ªctimas. Siete israel¨ªes y 24 palestinos han muerto desde el 1 de octubre.
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