La Iglesia cat¨®lica necesita mucho m¨¢s que ¡°un revoque de fachada¡±

Teolog¨ªa, etimol¨®gicamente, quiere decir palabra sobre Dios, logos sobre theos, el estudio de las divinidades. Pero la palabra tambi¨¦n alude al comportamiento de las religiones y a la interpretaci¨®n que dan los expertos a sus respectivos textos fundamentales. Es lo que ocurre ahora con el S¨ªnodo sobre la Familia que jerarcas del catolicismo celebran este mes en el Vaticano. Ha sido convocado por el papa Francisco para reformar algunas cosas que se han quedado antiguas o que est¨¢n en crisis, o en severa discusi¨®n, pero est¨¢ provocando un debate universal sobre la Iglesia cat¨®lica entera. Alta teolog¨ªa, para quien tenga curiosidad por esa religi¨®n.

Ello explica que la movilizaci¨®n de te¨®logos, te¨®logas y pensadores cristianos en su mayor¨ªa considerados como progresistas no pare de crecer, casi siempre para reclamar a Francisco que no ceda ante las presiones de los sectores conservadores y para que aborde con coraje las muchas reformas que esperan los cat¨®licos en materia de familia, matrimonio, relaciones personales, aborto, homosexualidad, etc. ¡°No pertenece a la fe de la Iglesia el hecho de mantener intacto un determinado modelo de familia, propio de un tiempo y de una cultura. Jes¨²s de Nazaret fue profundamente cr¨ªtico con el modelo de familia de su tiempo y de su cultura¡±, sostiene la Asociaci¨®n de Te¨®logas y Te¨®logos Juan XXIII en una declaraci¨®n. El documento lo firman casi un centenar de te¨®logos, en su mayor¨ªa espa?oles e hispanoamericanos, entre otros, Leonardo Boff, Jos¨¦ Mar¨ªa Castillo, Ivone Gebara, Margarita Pintos, Federico Pastor, Gladys Parentelli y Juan Antonio Estrada.

Es solo una de las voces del cambio, quiz¨¢s mayoritaria entre los te¨®logos espa?oles. Otro documento, firmado esta vez por una veintena de pensadores (entre ellos, los fil¨®sofos Reyes Mate y Manuel Fraij¨®, el bio¨¦tico jesuita Juan Masi¨¢ y los te¨®logos Xavier Pikaza y Benjam¨ªn Forcano) con el t¨ªtulo Declaraci¨®n del Grupo teol¨®gico pastoral, apunta en la misma direcci¨®n. Lo argumentan en 18 p¨¢ginas: ¡°A¨²n antes de este S¨ªnodo se ven¨ªan tratando por parte de biblistas, te¨®logos, juristas y pastoralistas diversos temas dentro de la Iglesia cat¨®lica, que reclamaban un nuevo planteamiento. La involuci¨®n posconciliar los consider¨® descartables de toda posible renovaci¨®n. Con el anuncio del S¨ªnodo se acentu¨® la necesidad de abordarlos de una vez, de manera que se pudieran ajustar a una nueva comprensi¨®n y soluci¨®n en el momento actual. Estamos ya metidos en el S¨ªnodo y vemos c¨®mo ha reaccionado un sector eclesial en contra de todo intento de apertura, como si la renovaci¨®n cuestionara no s¨®lo ciertos presupuestos de la ense?anza tradicional sino la fidelidad a la doctrina aut¨¦ntica de la Iglesia y al mismo Evangelio. En este sentido, con respeto y ponderaci¨®n, el presente documento pretende presentar fundadamente la legitimidad de un cambio¡±. Los temas sobre los que, en opini¨®n de estos pensadores, deber¨¢ producirse un cambio radical y ¡°una urgente renovaci¨®n¡± son la homosexualidad, el aborto, el celibato opcional, los curas casados, el sacerdocio de la mujer y los divorciados en la Iglesia.

La tesis general de los dos documentos es que los prelados y expertos elegidos para debatir en el S¨ªnodo, la mayor¨ªa por decisi¨®n del Papa entre cardenales y obispos, no est¨¢n en situaci¨®n de producir el cambio que se espera. ¡°No es suficiente un revoque de fachada¡±, sostiene Juan Jos¨¦ Tamayo, secretario general de la Asociaci¨®n Juan XXIII y director de la c¨¢tedra de Teolog¨ªa y Ciencias de las Religiones Ignacio Ellacur¨ªa en la Universidad Carlos III, en Madrid. ¡°Las cuestiones que se est¨¢n abordando en el S¨ªnodo de Obispos son objeto de un amplio debate en el seno de la iglesia cat¨®lica y requieren un replanteamiento y una reformulaci¨®n en respuesta a los desaf¨ªos de nuestro tiempo. Es necesario un cambio de paradigma que supere el car¨¢cter represivo, el dualismo antropol¨®gico y la heteronormatividad que caracteriza a la moral cat¨®lica. Las cuestiones relativas a la sexualidad, la familia, el matrimonio, el acceso al ministerio sacerdotal, etc. no pueden ser abordadas solo por los obispos, ¨²nicos que tienen capacidad de decisi¨®n en este S¨ªnodo y en el magisterio de la Iglesia. Afectan a todas las personas y colectivos cat¨®licos, que tienen derecho a participar en los debates, a expresar libremente sus opiniones y a decidir en temas que afectan directamente a su vida, a su experiencia religiosa, a sus relaciones humanas¡±.

La palabra latina sin?dus significa caminar juntos. Es lo que piden a Francisco estos te¨®logos. Hace apenas un mes, otra veintena de pensadores cristianos, entre los que destacaban el obispo em¨¦rito de Palencia, Nicol¨¢s Castellanos; el exvicario de la di¨®cesis de San Sebasti¨¢n, Jos¨¦ Antonio Pagola, y el jesuita Jos¨¦ Ignacio Gonz¨¢lez Faus, abrieron en Religi¨®n Digital la recogida de firmas para pedir al Papa coraje y firmeza ante quienes quieren torcerle el brazo de las reformas, en concreto contra ¡°las crueles resistencias y las presiones cada vez m¨¢s potentes de los rigoristas contra la propuesta de permitir la comuni¨®n a los divorciados vueltos a casar¡±.