La Comisi¨®n que estudia el caso Petrobras exculpa a Dilma y a Lula

La Comisi¨®n Parlamentaria creada en la C¨¢mara baja de Brasil para investigar el esc¨¢ndalo de la petrolera estatal Petrobras ten¨ªa su gui¨®n definido desde el principio: conservar intactos a los 49 pol¨ªticos acosados por la fiscal¨ªa brasile?a en el caso. La comisi¨®n, un instrumento del Legislativo, est¨¢ controlada justamente por los partidos citados en la trama de corrupci¨®n. Ese lunes ha cumplido su destino: ha publicado su informe final donde ni la presidenta Dilma Rousseff ni su predecesor, Lula da Silva, ni los expresidentes de Petrobras Gra?a Foster y Jos¨¦ Sergio Gabrielli, han sido implicados. En realidad, ninguno de los parlamentarios citados por el Ministerio P¨²blico y ya bajo investigaci¨®n de la Justicia fueron citados.

"La tesis de que se institucionaliz¨® la corrupci¨®n en Petrobras es cuestionable. Esta hip¨®tesis es injusta cuando hay miles de empleados", ha defendido el diputado del gobernante Partido de los Trabajadores Luiz Sergio, autor del informe.

Hace algunos meses, un confiado Eduardo Cunha, el pol¨¦mico presidente de la C¨¢mara baja y hombre clave en la crisis pol¨ªtica (por prerrogativas de su cargo es el encargado de abrir el proceso de destituci¨®n contra Rousseff), decidi¨® comparecer ante la comisi¨®n para realizar una declaraci¨®n espont¨¢nea a sus pares. En ella, asegur¨® que no pose¨ªa cuentas bancarias en el exterior. Sin embargo, la Fiscal¨ªa brasile?a ha hecho p¨²blicas varias cuentas suizas, abiertas por ¨¦l a nombre de su mujer y su hija, en las que se han movido, aproximadamente, m¨¢s de 24 millones de reales (casi cuatro millones de euros). Ese dinero, seg¨²n la Fiscal¨ªa, proviene de sobornos de empresas que consiguieron contratos jugosos con Petrobras.

Fue con base en esa mentira que 50 diputados presentaron la semana pasada la solicitud de apertura de un proceso de p¨¦rdida del mandato del presidente de la C¨¢mara. Mentir en una declaraci¨®n p¨²blica, seg¨²n las reglas del Poder Legislativo brasile?o, se considera una violaci¨®n del decoro parlamentario.

El pr¨®ximo jueves ser¨¢ votado el informe de la comisi¨®n, pero todas las miradas siguen puestas en Cunha. Ese lunes, el desafiante diputado reiter¨® que no va a renunciar y que sigue teniendo la potestad de abrir el proceso de destituci¨®n parlamentaria (impeachment) de Rousseff. La oposici¨®n no ha perdido las esperanzas que lo haga.