Qu¨¦ es ser un hombre en el siglo XXI

Las prioridades sobre qu¨¦ es ser masculino en Estados Unidos han cambiado. Las generaciones m¨¢s j¨®venes aseguran que el papel de los hombres es apoyar a sus parejas, pero los mayores de 50 a?os siguen defendiendo que su rol es el de proveer a sus familias. La conversaci¨®n sobre la igualdad salarial entre hombres y mujeres est¨¢ en su momento m¨¢s ¨¢lgido de las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, con numerosas voces masculinas a favor. Hay una mujer aspirante a la presidencia del pa¨ªs. Hay cantantes de rap?que defienden la homosexualidad, mujeres que pueden combatir en el Ej¨¦rcito y atletas que, 30 a?os despu¨¦s de colgarse una medalla, confiesan que compitieron como hombres cuando se identificaban como mujeres.

Los roles femeninos y masculinos tambi¨¦n son m¨¢s difusos. Por eso Michael Kimmel, un investigador de Nueva York, ha decidido crear un m¨¢ster en ¡°estudios de masculinidad¡±. El curso tendr¨¢ sus primeros titulados en 2017. Kimmel, profesor de Sociolog¨ªa y autor de una quincena de libros, asegura que los estudiantes quieren saber qu¨¦ significa ser un hombre en la actualidad. ¡°La historia que cuentan los estudios sociales sobre qu¨¦ significa ser un hombre en la sociedad y lo que ellos mismos piensan se ha ido separando¡±, explica el fundador y director del Centro para el Estudio del Hombre y la Masculinidad en la Universidad Stony Brook de Nueva York.

Ese distanciamiento ha sido retratado en los ¨²ltimos a?os por la m¨²sica estadounidense con trabajos como Same Love, del rapero Macklemore, que en 2012 uni¨® su voz a la campa?a a favor del matrimonio igualitario. La imagen de un cantante de hip hop contra la homofobia sacudi¨® los pilares de virilidad y machismo que han impregnado el g¨¦nero desde su nacimiento. Despu¨¦s de estudiar las diferentes ideas de masculinidad en otros pa¨ªses y culturas, Kimmel ha querido convertirlo en disciplina universitaria para proporcionar respuestas a las nuevas generaciones de hombres en Estados Unidos. ¡°Se trata de aplicar los mismos m¨¦todos al estudio de la vida de los hombres, como es la familia, el trabajo o la sexualidad¡±, explica Kimmel. Seg¨²n ¨¦l, la iniciativa quiere ampliar el trabajo realizado por las investigaciones sobre mujeres realizadas en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Se trata de poner en marcha un proyecto m¨¢s amplio sobre la igualdad. ¡°No podemos dar pleno poder a las mujeres sin involucrar a los hombres¡±, afirma.

El m¨¢ster abordar¨¢, por ejemplo, las causas por las que cuatro de cada nueve varones aseguran que es m¨¢s dif¨ªcil ser un hombre ahora que en la generaci¨®n de sus padres y por qu¨¦ la mayor¨ªa cita que el ascenso econ¨®mico de las mujeres es uno de sus obst¨¢culos, como constat¨® el Informe Shriver sobre el hombre en el siglo XXI. ¡°El hombre duro ha sido reemplazado por el hombre de familia con inteligencia emocional¡±, dice el dosier. El censo de EE?UU refleja que uno de cada tres hombres cuya esposa trabaja cuida a diario de sus hijos, en comparaci¨®n con uno de cada cuatro hace una d¨¦cada. La mitad asegura que el reparto en ese cuidado es equitativo, en comparaci¨®n con un 41% en los a?os noventa, y el n¨²mero de hombres que no trabajan para poder cuidar de sus hijos se ha duplicado en los ¨²ltimos a?os. ¡°Esto supone el principio de un cambio potencialmente profundo hacia una paternidad m¨¢s equitativa que podr¨ªa sacudir los roles de g¨¦nero (...) y desatascar la revoluci¨®n por la igualdad¡±, afirma Brigid Schulte, autora del libro Overwhelmed, dedicado a la conciliaci¨®n laboral y los nuevos roles familiares, laborales y sociales.

Durante los a?os setenta, en EE?UU se crearon los conocidos como estudios de g¨¦nero, carreras universitarias dedicadas a analizar la realidad de las mujeres en la sociedad. Muchos de los avances logrados por las mujeres estadounidenses han sido atribuidos a estas investigaciones. Ahora, Kimmel quiere hacer lo mismo pero con los hombres, para entender todas las maneras en que se puede ser un hombre en diferentes pa¨ªses, culturas y contextos econ¨®micos.