El voto dirigido viaja en coche

En casi todas partes, el voto va por barrios. Pero en Buenos Aires, esas diferencias pueden ser enormes. En San Isidro, la zona residencial y rica donde Mauricio Macri y su alianza Cambiemos obtuvieron sus mejores resultados en la provincia en las primarias (53%), la clase media vota en el Colegio Nacional en calma, apurando la ma?ana para poder ver el partido de rugby que perdieron Los Pumas. Alberto, consultor psicol¨®gico, lo tiene claro: ¡°Voto a Macri porque es una opci¨®n m¨¢s moderada. Aunque no s¨¦ si va a poder hacer algo porque no va a tener mayor¨ªa en el Congreso¡±.

A solo unos kil¨®metros, en el mismo distrito, la guerra por el voto en La Cava, una de las mayores villas miseria de la provincia, se libra metro por metro. Hay coches con el cartel de ¡°Ca?a¡± y otros de ¡°Zulma¡± que llevan gente a votar. Ca?a es el candidato local, aliado de Scioli. Zulma trabaja desde hace 29 a?os para el alcalde San Isidro, Gustavo Posse, que esta vez pide el voto para Macri. Los dos compiten para llevar a votantes a los colegios electorales con la papeleta ya lista. No es tan masivo como en la provincia de Tucum¨¢n, donde miles de coches recorren la ciudad llevando a votantes, pero a¨²n existe en las zonas m¨¢s pobres de Buenos Aires.

¡°Esto es ya m¨¢s un servicio p¨²blico que otra cosa, a lo mejor los llevas y no te votan, te pasas todo el d¨ªa trabajando para nada¡±, explica Zulma, que controla con un ordenador en plena calle d¨®nde tienen que votar los ciudadanos que su gente va a llevar. A pocos metros est¨¢n apostados los rivales: el sindicato UOCRA, de la construcci¨®n, apoya a Scioli y tambi¨¦n est¨¢ llevando gente a votar con el cartel de ¡°Ca?a¡±. ¡°La gente en la villa vota m¨¢s peronista, algunos no quieren votar a Macri. Pero tambi¨¦n tiene entrada, sobre todo por eso de que fue presidente de Boca¡±, explica Zulma.

El poder ¡®puntero¡¯

El l¨ªder local del peronismo, Hugo Amanquez, est¨¢ con los suyos frente a la unidad b¨¢sica ¡ªsede local¡ª y dice que ya nada es lo que era, cuando los punteros (l¨ªderes locales) controlaban el voto de toda la villa, que empieza justo donde est¨¢ su sede. ¡°Antes, los referentes locales [punteros] llevaban a todos a votar, controlaban. Ahora la mayor¨ªa de la gente va por su cuenta. El trabajo de darles la boleta ya est¨¢ hecho, lo movimos hasta hace dos d¨ªas. Ahora ellos deciden¡±. El final de los Kirchner y la llegada de Scioli deja un sabor agridulce. ¡°Nada va a ser lo mismo, con Cristina en los discursos yo lloro y con Scioli me duermo. Pero el modelo no va a cambiar. Scioli no va a empezar a privatizar todo como Menem¡±, dice Hugo.

Si San Isidro es la capital del macrismo, Florencio Varela, uno de los municipios m¨¢s pobres, al sur de la capital, es tierra peronista. Aqu¨ª, Scioli sac¨® el 57% en las primarias. Llegar hasta el centro supone atravesar villas, calles muchas veces de tierra y basura en todas las zonas menos habitadas, pero el peronismo aqu¨ª es imbatible. ¡°Voto a Scioli porque quiero que siga como ahora, porque dentro de todo no estamos tan mal, se est¨¢ recuperando el trabajo. Scioli va a ser mejor que Cristina¡±, dice Nicol¨¢s, de 19 a?os, que trabaja cortando le?a y c¨¦sped. Los m¨¢s ricos votan a Macri y los m¨¢s pobres a Scioli, pero en el medio est¨¢ la verdadera batalla que define las elecciones.