La palabra como ¨²nico equipaje
Ricardo Men¨¦ndez Salm¨®n es el primer espa?ol que gana el Premio Las Am¨¦ricas en el Festival de la Palabra de Puerto Rico
Una infancia perdida y un Jesucristo que nos interroga parecen ser el dial en el que sintonizar, leer y pensar la mejor literatura que se est¨¢ escribiendo en espa?ol y que estos d¨ªas protagoniza el Festival de la Palabra de Puerto Rico. El libro ¡°Ni?os en el tiempo¡±, de Ricardo Men¨¦ndez Salm¨®n (Gij¨®n, 1971) ha ganado el V Premio Las Am¨¦ricas, el galard¨®n de un festival que se consolida en su sexta edici¨®n contra el viento y marea de la grave crisis portorrique?a. Por primera vez, un espa?ol.
?Met¨¢fora de un estadio confuso de nuestro tiempo? ?O es que necesitamos nuevos formatos, nuevas respuestas, hallazgos, como esta novela en tres actos donde la l¨®gica solo se activa en la cabeza del lector a trav¨¦s de la sorpresa continua? ¡°Mi libro es una alabanza de la imaginaci¨®n creadora y exhibe una fe en los poderes de la literatura como religi¨®n sustitutiva¡±, asegura el autor. ¡°Igual que las religiones han llenado de santos e im¨¢genes las iglesias, el escritor construye una iconograf¨ªa incorp¨®rea para unos feligreses que buscan consuelo de otro tipo¡±.
¡°Ni?os en el tiempo¡±, publicada por Seix Barral en enero de 2014, construye la quiebra de un matrimonio y de las dos mentes azotadas que lo conforman por la muerte de su hijo. La vida salta por los aires y marido y mujer afrontan su propia supervivencia con herramientas distintas, las que pueden, las que inventan. Ella, en la comprensible locura y en una desaparici¨®n siempre tentadora. ?l, en la escritura, que es tal vez otra forma de estar loco. Ag¨®nica literatura la que emprende el marido para construir la infancia perdida no de su hijo, sino del ni?o Jes¨²s.
?Por qu¨¦? ¡°Mi inter¨¦s por Jes¨²s no es el de la figura religiosa, lo que me interesa es el individuo, el personaje de la literatura. En el Nuevo Testamento se nos narra la peripecia de un hombre por cuatro voces distintas, nos llega como un relato. Yo quer¨ªa construir su infancia, que desconocemos¡°.
La escritura como ¨²nico equipaje para un viaje de dolor es la propuesta de este autor gijon¨¦s
¡°Ni?os en el tiempo¡± es un libro en tres partes que fluye en lo que su autor llama ¡°una flecha en el tiempo¡±: en la primera, Herida, una voz narrativa ¡°cl¨ªnica, casi forense¡± cuenta la muerte de ese ni?o; en la segunda, Cicatriz, el padre reconstruye esa infancia de Jes¨²s en busca de ese espejo de la infancia negada a su propio hijo; y en la tercera, Piel, una tercera voz narrativa ofrece un camino de cierta salvaci¨®n. Hay v¨ªa para la redenci¨®n. ¡°Este es seguramente mi libro m¨¢s accesible, y aunque trate de la p¨¦rdida, es seguramente el m¨¢s esperanzador¡±.
La escritura como ¨²nico equipaje para un viaje de dolor es la propuesta de este autor gijon¨¦s que engarza as¨ª con el eje de un festival sostenido en esos mismos pilares. ¡°La crisis de Puerto Rico amenaz¨® este festival y quisimos devolverle la pelota: si la crisis nos lo pone dif¨ªcil, se lo vamos a poner dif¨ªcil a la crisis. Por ello elegimos la crisis como tema esencial del festival: crear en tiempos de crisis¡±, asegura Jos¨¦ Manuel Fajardo, director de Programaci¨®n del Festival. ¡°Esto no es una novedad, la historia de la humanidad es una historia de crisis¡±.
Fajardo es un veterano periodista y escritor con a?os de experiencia vital en Francia. El esp¨ªritu del festival que organiza desde hace seis a?os con Mayra Santos Febres (Carolina, Puerto Rico, 1966) est¨¢ inspirado en la experiencia francesa que ofrece sus foros no como plataforma de su propia literatura, sino de la de los dem¨¢s. ¡°Una cultura, una literatura se hace fuerte cuando se hace solidaria, se reafirma a trav¨¦s del di¨¢logo con el mundo¡±, afirma. Por ello hay m¨¢s de 80 autores de m¨²ltiples pa¨ªses y g¨¦neros, desde la poes¨ªa, el ensayo, la ciencia ficci¨®n, la narrativa realista, polic¨ªaca, cine, m¨²sica y teatro. Ha involucrado a m¨¢s de 6.000 ni?os en actividades con los autores y ha organizado debates sustanciales entre autores de todo tipo. Mientras Jos¨¦ Ovejero (que acaba de publicar en Galaxia Gutemberg ¡°Los ¨¢ngeles feroces¡±) defend¨ªa el poder atractivo de la violencia como materia prima de su investigaci¨®n literaria, Luisg¨¦ Mart¨ªn (La vida equivocada, La mujer de sombra, Anagrama) propon¨ªa la pasi¨®n como enfermedad, como patolog¨ªa y como b¨²squeda de ¡°lo que hace da?o, lo que duele¡± como un campo literario universal. Caridad de la Luz (poeta de spoken world de Nueva York) se sumaba: ¡°Escribir es terapia y se hace popular porque la gente se escapa en las tragedias literarias de su propia persona¡±. Y Carolina San¨ªn (Colombia, 1973) a?ad¨ªa: ¡°Escribir es pensar despacio, pasar tiempo con una idea, encontrar las complejidades de esa idea¡±.
Mayra Santos Febres, que publica ahora ¡°La amante de Gardel¡± (Planeta), proclam¨®: ¡°la crisis nos ha permitido poder nombrar la crisis. Ha fortalecido la sociedad civil que est¨¢ harta del poder. Ese es el regalo de la crisis¡±. Y m¨¢s all¨¢ del estado de conflicto, ¡°la palabra es un recurso con la soledad¡±, asegur¨® Edurne Portela (1974), profesora en Pensilvania. ¡°Las palabras matan o salvan, como un s¨ª o no en los campos nazis, y nuestra responsabilidad es elegirlas¡±, dice Esther Bendahan (Tetu¨¢n, 1964).
En palabras del ganador, Men¨¦ndez Salm¨®n: ¡°Crisis es el estado general del ser humano¡±. Y del mexicano Paco Taibo II (1949): ?Acaso se puede escribir en estado de no crisis?¡± No desde luego en Puerto Rico, este pa¨ªs que enlaza Am¨¦rica del Norte y del Sur, ?frica y Europa con el continente americano, y el espa?ol y el ingl¨¦s como lenguas que conviven en busca de nuevas firmas y nuevas formas para una literatura universal.
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