El peronismo abre la dura batalla para evitar la victoria de Macri
Los argentinos dieron un golpe duro al kirchnerismo y Scioli, a la desesperada, acepta ahora un debate electoral que antes rechaz¨®
La pol¨ªtica argentina ha dado un vuelco total y Mauricio Macri se ha convertido en el gran favorito para la segunda vuelta del 22 de noviembre. El peronismo de Daniel Scioli abre ahora una batalla feroz para evitar la primera victoria de un empresario que viene de la derecha, algo in¨¦dito en la democracia reciente argentina. La campa?a ser¨¢, sin duda, muy dura. En un panorama abierto, los argentinos dieron un golpe dur¨ªsimo, tal vez mortal, al kirchnerismo, que perdi¨® incluso la provincia de Buenos Aires, donde pensaban refugiarse los fieles a la presidenta. A la desesperada, Scioli incluso acept¨® un debate electoral que antes rechazaba.
Argentina se prepara para una dur¨ªsima campa?a electoral hasta el 22 de noviembre en la que el peronista Scioli, candidato del Frente para la Victoria, que ahora parte en desventaja pese a haber ganado el domingo por dos puntos, tiene que convencer a los votantes de que con Macri, l¨ªder de Propuesta Republicana, Argentina se instalar¨¢ en el ajuste y el caos porque solo el peronismo, con su enorme poder territorial y sindical, puede gobernar este pa¨ªs.
Scioli se va a dedicar a eso y ayer ya dijo que Macri es ¡°la derecha¡± que viene a Argentina a hacer el ajuste que quieren los mercados. La victoria de Macri supondr¨ªa, adem¨¢s, un giro con importantes consecuencias regionales. Argentina ha sido un puntal de la izquierda latinoamericana, que se ha volcado para apoyar a Scioli. Un l¨ªder como Macri, con m¨¢s simpat¨ªas por el liberalismo y el PP espa?ol, modificar¨ªa radicalmente los equilibrios regionales y puede marcar un cambio de ciclo.
Despu¨¦s de 12 a?os de kirchnerismo y un omnipresente discurso de izquierdas y a favor del Estado, las elecciones se dilucidar¨¢n entre ese miedo de una parte de la sociedad argentina, sobre todo la m¨¢s pobre, a la llegada de la derecha, y la ilusi¨®n por el cambio que ha despertado Macri, el alcalde de Buenos Aires, que hace solo un a?o parec¨ªa no tener ninguna posibilidad y ahora es el claro favorito.
¡°Macri ha logrado convencer a muchos votantes de que es verdad lo que dice, que va a mantener los planes sociales, que no va a privatizar, que no va a cambiar lo bueno que hizo el kirchnerismo. La sociedad argentina vota de forma conservadora y ¨¦l les est¨¢ convenciendo de que es un cambio, que muchos quieren, pero sin quitar a la gente lo que tiene¡±, sentencia Eduardo Fidanza, director de Poliarqu¨ªa, la encuestadora m¨¢s conocida, que fall¨® como todas aunque en los ¨²ltimos d¨ªas s¨ª hab¨ªa detectado una subida de Macri. Fidanza, como todos, ve la situaci¨®n abierta aunque con Macri con el viento de cara.
Bastaba ver los rostros de los sciolistas en la rueda de prensa de ayer de su candidato y la de los macristas en la suya para entender c¨®mo est¨¢n los ¨¢nimos. Algunos sciolistas consultados temen que la pulsi¨®n de cambio sea imposible de parar en estas semanas. Pero el peronismo no se rinde y va a utilizar todos los resortes que tiene, que son muchos, para intentar ganar. A partir de ahora se presume un encarnizamiento del ambiente hacia una campa?a sucia.
Pero de momento, antes de empezar esa batalla, el peronismo est¨¢ en guerra interna para buscar culpables de un fiasco inesperado. Daniel Scioli tuvo ayer una reuni¨®n de crisis con sus fieles y algunos de los gobernadores clave que est¨¢n conformando con ¨¦l un poder dentro del peronismo alternativo al kirchnerismo. Y la conclusi¨®n fue clara, aunque Scioli no quiso expresarla p¨²blicamente: la culpa del mal resultado la tiene el kirchnerismo y en especial An¨ªbal Fern¨¢ndez, uno de sus principales exponentes.
Fern¨¢ndez, n¨²mero dos del Gobierno, era el candidato en Buenos Aires y precisamente los malos resultados en esta provincia, que ha gobernado Scioli los ¨²ltimos ocho a?os, explican buena parte del fracaso. Entre todos los candidatos posibles, la presidenta Cristina Fern¨¢ndez eligi¨® al m¨¢s kirchnerista pero tambi¨¦n al que ten¨ªa peor imagen. Por eso todos los ojos de los sciolistas se ponen ahora en el kirchnerismo, al que culpan de poner en riesgo con su estilo intransigente el poder del peronismo, que ya no parece tan imbatible.
Los kirchneristas, por el contrario, culpan a Scioli porque le consideran un candidato flojo, incapaz de mojarse, de liderar. Ellos podr¨¢n decir que la presidenta sac¨® un 54% de los votos en 2011 y Scioli no pasa del 36%. Kirchnerismo y sciolismo se necesitan para conservar el poder pero a la vez se detestan. Ahora el candidato necesita alejarse de Kirchner. Ayer no hubo ni una cr¨ªtica pero si un gesto claro de cambio: Scioli asegur¨® que habr¨¢ debate electoral. Antes de las elecciones lo rechaz¨® y dej¨® su silla vac¨ªa, algo que se le volvi¨® en contra.
Scioli y Macri multiplicaron ayer los mensajes a los votantes de los otros cuatro candidatos de la oposici¨®n que quedaron fuera. Scioli cree que la izquierda y el peronismo deber¨ªan votarle a ¨¦l aunque pareci¨® molesto por la idea del cambio. ¡°?La palabra cambio puede ser muy atractiva pero de qu¨¦ cambio hablamos con Macri?¡± se pregunt¨®, tocado.
Argentina inicia una nueva etapa en un clima de notable civismo. Todos los candidatos, tambi¨¦n Scioli, felicitaron a los ganadores y se pusieron a su disposici¨®n para organizar transiciones tranquilas. Vot¨® el 80% de los ciudadanos en unas elecciones sin denuncias de fraude, de resultado inapelable. Solo el retraso en dar a conocer los datos, que los sciolistas tambi¨¦n atribuyen a maniobras kirchneristas, empa?¨® unos comicios por lo dem¨¢s impecables.
Se abre ahora una pol¨ªtica argentina muy distinta, con todos los partidos obligados a acuerdos y a revitalizar el papel del Parlamento. De hecho, uno de los grandes problemas para Macri es que, aunque gane, estar¨¢ muy lejos de la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Diputados mientras en el Senado se enfrentar¨¢ a una mayor¨ªa kirchnerista.
En los ¨²ltimos a?os el Parlamento argentino ha sido simplemente una correa de transmisi¨®n de un Gobierno en el que la presidenta tomaba todas las decisiones. Desde que muri¨® su marido, en 2010, nadie se atreve a discutirle nada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.