Fundido a negro en Turqu¨ªa

Turqu¨ªa despert¨® este mi¨¦rcoles con dos voces menos en la oposici¨®n, tras el cierre de los canales de televisi¨®n Kanal T¨¹rk y Bug¨¹n TV. Eran las cuatro de la madrugada cuando dos camiones blindados de la polic¨ªa armados con ca?ones de agua a presi¨®n y ¡°cientos de agentes¡± ¡ªseg¨²n un testigo¡ª cerraron al tr¨¢fico la avenida Ortaklar de Estambul, donde se encuentra la sede de ambas cadenas, pertenecientes al grupo empresarial Koza-Ipek. Un tribunal turco orden¨® esta semana intervenirlo por sus lazos con la cofrad¨ªa del predicador Fetul¨¢ G¨¹len, antiguo aliado del partido islamista en el Gobierno y hoy su archienemigo. ¡°A las seis de la ma?ana, la polic¨ªa irrumpi¨® en el edificio rompiendo la puerta de entrada¡±, relat¨® uno de los periodistas de Bug¨¹n TV, Emrah ?lker, en conversaci¨®n telef¨®nica desde el edificio, rodeado por agentes antidisturbios para evitar la entrada de otros informadores a la sede de los canales.

El cometido de la polic¨ªa era, en principio, permitir la entrada del nuevo administrador judicial, pero ¡°inmediatamente comenzaron a cortar cables y a ordenar que detuvi¨¦semos la emisi¨®n¡±, explica ?lker. Sin embargo, ¡°ni la polic¨ªa ni el interventor ten¨ªan los papeles autorizando apagar la se?al¡±, subraya ?lker, tachando de ¡°anticonstitucional¡± su actuaci¨®n. El art¨ªculo 30 de la Carta Magna turca establece que ¡°ninguna empresa o equipo de prensa puede ser confiscado o impedida su operaci¨®n¡± aunque haya sido ¡°utilizada para cometer un crimen¡±.

Otro trabajador de la empresa, que declina ser citado por su nombre, recuerda que la designaci¨®n de los nuevos administradores del grupo Koza-Ipek, muchos de los cuales son miembros del AKP o mantienen relaciones con el Gobierno, a¨²n no ha sido publicada en el bolet¨ªn oficial del Estado, por lo que todav¨ªa no deber¨ªan actuar: ¡°Adem¨¢s, el interventor es s¨®lo un administrador, no puede inmiscuirse en la programaci¨®n¡±.

Durante horas, los directores y periodistas de ambas cadenas trataron de proseguir la emisi¨®n encerrados en la sala de control, pero, a las 16.30, fue finalmente cortada y la se?al se fundi¨® a negro. ¡°El Gobierno quiere manipular las elecciones y no quiere que se escuchen otras voces que las suyas¡±, denunci¨® ?lker.

En el exterior del edificio, cientos de personas gritaban en contra de la decisi¨®n, portando pancartas a favor de la libertad de expresi¨®n y criticando al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. ¡°Es un dictador. Quiere controlar todos los medios de comunicaci¨®n y que no queden medios libres como estos, que dan voz a la oposici¨®n y denuncian la corrupci¨®n del Gobierno¡±, denunciaba Aylin, una mujer cubierta por el velo isl¨¢mico que acudi¨® a mostrar su solidaridad con los canales intervenidos. ¡°El que calla ante la injusticia es un demonio mudo¡±, recordaba a su lado Deniz, parafraseando uno de los hadices o dichos de Mahoma. ¡°El Gobierno habla mucho de religi¨®n pero no aplica sus ense?anzas¡±, a?ad¨ªa.

La masa de personas que se agolpaba para clamar contra el cierre de los canales, piadosos seguidores de G¨¹len, era anta?o votante convencida del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), del que ha terminado distanci¨¢ndose, y ahora optar¨¢ por alguno de los de la oposici¨®n. ¡°Yo os vot¨¦ durante a?os¡±, vociferaba un hombre de 79 a?os ante la polic¨ªa, ¡°pero nunca m¨¢s. ?Nunca m¨¢s! ?Nos hab¨¦is enga?ado!¡±.