Las protestas raciales de Ferguson llegan a los campus universitarios
Estudiantes de Missouri y Yale denuncian la falta de reacci¨®n de las autoridades universitarias ante actos racistas
Las manifestaciones que saltaron desde Ferguson (Missouri), tras la muerte del joven Michael Brown, hasta Nueva York, Charleston o Baltimore con cada fallecimiento de un negro a manos de la polic¨ªa, acaban de aterrizar en los campus universitarios de Estados Unidos, uno de los ¨¢mbitos donde se fraguaron las protestas durante el movimiento por los derechos civiles de las minor¨ªas raciales.
Cincuenta a?os despu¨¦s, las ¨²ltimas manifestaciones han sido impulsadas por j¨®venes y estudiantes que por cada incidente que atrae la atenci¨®n del resto del pa¨ªs, denuncian que el ¨²ltimo muerto a manos de la polic¨ªa o el ¨²ltimo grito racista en un campus es solo la ¨²ltima puntada en una trayectoria de discriminaci¨®n que muchos hab¨ªan dado por superada en la sociedad estadounidense. El diario Columbia Missourian lo ha llamado ¡°un instante en un movimiento¡± y habla de que los poderes ¡°se han intercambiado¡± en el campus.
Este lunes, el rector de la Universidad de Missouri dimiti¨® de su cargo tras varios d¨ªas de intensas protestas, incluido un alumno en huelga de hambre y la negativa del equipo de f¨²tbol de Mizzou a competir hasta su cese. A m¨¢s de 1,700 km de distancia, en la Universidad de Yale, estudiantes afroamericanos se enfrentaron al primer decano negro de una de sus facultades por su falta de respaldo. La chispa en Yale hab¨ªa saltado por el env¨ªo de un correo electr¨®nico de la Administraci¨®n a todo el alumnado sobre disfraces potencialmente ofensivos en Halloween y la denuncia de varias alumnas a las que se les hab¨ªa negado la entrada en una fiesta por que era ¡°solo para blancas¡±.
¡°Las protestas no son sobre Halloween ni sobre la fiesta de una hermandad¡±, escribe el estudiante de Yale, Aaron Lewis. ¡°Protestamos por la falta de coherencia entre el Yale que vimos en los dossieres de admisi¨®n y el que vivimos todos los d¨ªas. Protestamos por experiencias reales de racismo en el campus desde hace demasiado tiempo y que no han sido resueltas. La universidad se vende como un centro inclusivo y acogedor para personas de todos los or¨ªgenes, pero no lo es¡±.
La explicaci¨®n se refiere a Yale, pero tambi¨¦n encaja en las protestas de Missouri. All¨ª, el pasado mes de abril apareci¨® un s¨ªmbolo nazi dibujado con heces en uno de los dormitorios, en septiembre el presidente de la asociaci¨®n de estudiantes denunci¨® insultos racistas en un post en Facebook que recorri¨® la comunidad universitaria, en octubre un alumno blanco irrumpi¨® en un ensayo teatral e insult¨® a los estudiantes negros con t¨¦rminos racistas y en noviembre el asunto segu¨ªa sin tener una respuesta del rector.
Herederos de 'Black Lives Matter'
En medio de las protestas, varios estudiantes crearon el grupo Concerned Student 1950, en referencia al a?o en que la Universidad de Missouri acept¨® por primera vez a un alumno negro -hoy tiene 35.000 estudiantes, de los que un 8% son negros. Esta organizaci¨®n, apoy¨¢ndose en las redes sociales, distribuy¨® sus demandas y denunci¨® p¨²blicamente la permisividad del rector ante lo ocurrido. Concerned Student 1950 es uno de los grupos creados en los ¨²ltimos meses a imagen de Black Lives Matter, el movimiento surgido tras la muerte de Michael Brown en Ferguson y que a trav¨¦s de las redes sociales, irrupciones en actos de campa?a de candidatos presidenciales y manifestaciones han logrado convertirse en una voz de referencia en el debate racial en Estados Unidos.
¡°Los miembros de Concerned Student 1950 nos est¨¢n dando lecciones que van m¨¢s all¨¢ de poner una tirita en la herida¡±, escribi¨® el profesor de periodismo Carl Kenney de la Universidad de Missouri en el diario estudiantil The Missourian. ¡°Esos remedios no pueden curar el c¨¢ncer que ha afectado a los estudiantes negros desde mucho antes de que pudieran estudiar aqu¨ª. Hace tiempo que los afroamericanos deb¨ªan demostrar su derecho a acceder a la universidad y desde entonces han demostrado su derecho a quedarse¡±.
La ¨²ltima pol¨¦mica de Yale empez¨® por un mensaje de las autoridades universitarias en los que recomendaban a los estudiantes reflexionar sobre disfraces de Halloween que pod¨ªan resultar ofensivos a las minor¨ªas -incluidas ¡°pelucas con plumas, turbantes, motivos b¨¦licos, maquillaje para cambiar el color de la piel¡± y dos enlaces a disfraces insultantes para afroamericanos y americanos nativos. Pero Black Lives Matter ha demostrado a miles de estudiantes que sus protestas, gracias a las redes sociales, no tienen por qu¨¦ quedar encerradas en la comunidad universitaria.
Hoy el debate en la prestigiosa universidad de New Haven (Connecticut) se ha extendido desde las demandas para que dimitan los responsables del mensaje, quienes consideran que la universidad intent¨® censurar la libertad de expresi¨®n de los alumnos a la hora de elegir su disfraz y voces de minor¨ªas raciales que aseguran que Yale deposit¨® la responsabilidad de sentirse ofendidos o no sobre ellos, al tiempo que no les proteg¨ªa de otros ataques racistas.
Mientras que las protestas avanzan en Yale sin una respuesta de las autoridades, en Missouri Concerned Student ha anunciado que mantendr¨¢ sus demandas de reformas tras la dimisi¨®n del rector. La victoria all¨ª de los manifestantes este lunes es especialmente simb¨®lica para una universidad en cuyo estadio, con capacidad para casi 80.000 personas- ondeaba la bandera confederada cada vez que el equipo hac¨ªa un touchdown en los a?os 50, cuando llegaron los primeros estudiantes negros. Sesenta a?os despu¨¦s, las protestas contra la discriminaci¨®n de las minor¨ªas han regresado a los campus.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.