Ca?ete: ¡°Un protocolo clim¨¢tico sin acuerdos vinculantes no es nada¡±

"Los conversos a las causas son siempre los mayores defensores de esas causas", responde Miguel Arias Ca?ete (Madrid, 1950) cuando se le recuerda que tuvo en el pasado una peque?a participaci¨®n en una empresa del sector petrolero. Ahora, como comisario de Acci¨®n por el Clima y Energ¨ªa, es la voz europea en la lucha contra la descarbonizaci¨®n de la econom¨ªa, que tiene como principal enemigo, precisamente, a combustibles f¨®siles como el petr¨®leo.

¡ª ?Es ya un converso?

¡ª Yo es que me creo lo m¨ªo. No se puede ser el negociador de la UE en cambio clim¨¢tico si no est¨¢s convencido de que este es el mayor desaf¨ªo que tiene la humanidad en este siglo. Pero mi involucraci¨®n era del 2% de una empresa que almacenaba combustible en Ceuta y Canarias. Nunca tuve un pozo petrol¨ªfero ni un superpetrolero, ni una gran empresa.

Cuando el 30 de noviembre entre en la cumbre del Clima de Par¨ªs, ser¨¢ la cuarta vez (dos como ministro espa?ol con el PP) en la que Arias Ca?ete participe en una cita as¨ª. Estas cumbres, que re¨²nen a pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses, se celebran desde hace 20 a?os. Sin ¨¦xito. No se ha logrado frenar el cambio clim¨¢tico, ni siquiera frenar la emisi¨®n de gases de efecto invernadero, cuya concentraci¨®n en la atm¨®sfera alcanza niveles hist¨®ricos. El objetivo solo es ya limitar el calentamiento: que la temperatura en 2100 no suba m¨¢s de dos grados respecto a los niveles preindustriales.

¡ª ?Por qu¨¦ la cumbre de Par¨ªs va a ser la definitiva?

¡ª Porque es el fin de un proceso clim¨¢tico que descarril¨® en Copenhague en 2009. A partir de ese a?o, se tiene conciencia de que hay que lograr un resultado inmediato. Los fen¨®menos clim¨¢ticos se van agravando. La gente empieza a percibir que el cambio clim¨¢tico no es solo un problema para futuras generaciones, sino que tiene impactos en el presente.

Pero el comisario admite que hay riesgos que pueden hacer naufragar el protocolo. "El peligro es que China y EE UU pacten un acuerdo de m¨ªnimos". Estas dos econom¨ªas son las que m¨¢s CO2 emiten. Luego, est¨¢ Europa.

El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, ha lanzado un primer envite: el acuerdo, dijo la semana pasada, no ser¨¢ un "tratado" y no tendr¨¢ "objetivos de reducci¨®n vinculantes como Kioto".

El comisario responde: "Un protocolo de Par¨ªs sin ning¨²n acuerdo vinculante es una charla de caf¨¦, no es nada (...). La UE quiere compromisos de mitigaci¨®n vinculantes y no estamos solos", responde y cita el apoyo del G77 (los pa¨ªses en desarrollo). Arias Ca?ete cree que las palabras de Kerry apuntan a un problema interno. "Sabemos desde hace un a?o que EE UU tiene una situaci¨®n en el Congreso y el Senado que le impide ratificar un acuerdo o protocolo si hay compromisos de mitigaci¨®n que vinculan. Es un problema pol¨ªtico de la Administraci¨®n de EE UU, que no controla su Congreso y su Senado. Esa es su posici¨®n negociadora. La nuestra es la contraria".

¡ªPero un acuerdo sin EE UU...

¡ªSer¨ªa repetir el modelo Kioto. Habr¨¢ que hacer un esfuerzo de negociaci¨®n. Pero el acuerdo tiene que tener elementos vinculantes. Para la UE tendr¨ªan que ser vinculantes los compromisos de mitigaci¨®n, el objetivo de los dos grados a largo plazo y un objetivo intermedio para 2050 de reducci¨®n de emisiones al 50% respecto a 1990.

Que los compromisos sean vinculantes no parece descabellado porque fueron adquiridos voluntariamente: cada pa¨ªs ha propuesto reducir el CO2 en el porcentaje que ha querido para entre 2020 y 2030. 161 Estados ¡ªque cubren el 94% de las emisiones globales¡ª lo han hecho ya. Pero los esfuerzos no son suficientes. "Hay una brecha de un grado". Si se proyectan esos compromisos la temperatura a final de siglo habr¨¢ subido tres grados. La UE propone como soluci¨®n un "acuerdo din¨¢mico"; es decir, una revisi¨®n al alza de esos compromisos cada cinco a?os. "Par¨ªs no puede ser un acuerdo que empiece en 2021 y termine en 2030. Debe crear la arquitectura para las pol¨ªticas de cambio clim¨¢tico para todo el siglo".

¡ª ?Habr¨¢ sanciones?

¡ª Las sanciones eran el modelo Kioto. Y con ese modelo no fuimos a ninguna parte. Lo ratificaron 35 pa¨ªses, 28 de la UE, y cubr¨ªamos menos del 12% de las emisiones. Ahora vamos a un esquema de abajo arriba. Voluntario. Cada pa¨ªs pone sobre la mesa lo que quiere. Las sanciones a veces son disuasorias para participar en proyectos.

La financiaci¨®n puede ser otro escollo. Para 2020, los pa¨ªses desarrollados se han comprometido a aportar 100.000 millones de d¨®lares (93.000 millones de euros) para paliar las consecuencias del cambio clim¨¢tico de los Estados m¨¢s pobres. "Ya hay 62.000 millones. Eso es hasta 2020. A partir de entonces, la UE quiere que todo pa¨ªs que est¨¦ en condiciones financieras para apoyar las acciones de mitigaci¨®n y adaptaci¨®n aporte. Porque ya hay econom¨ªas emergentes que tienen ¨ªndices de desarrollo y de PIB per c¨¢pita superiores a algunos de los viejos pa¨ªses clasificados como desarrollados en 1992".

Arias Ca?ete saca pecho al hablar de la posici¨®n europea, que propone importantes reducciones de CO2 comparadas con las de China y EE UU. "Tenemos las pol¨ªticas m¨¢s ambiciosas". Pero el esc¨¢ndalo del trucaje de los motores perpetrado por el grupo europeo Volkswagen para falsear las emisiones ha llegado en mal momento. "Esto no afecta a nuestra posici¨®n", defiende.