Clinton defiende sus galones como aval ante la amenaza terrorista
Los ataques del ISIS en Par¨ªs marcan el segundo debate dem¨®crata El progresista Sanders ataca a la candidata por su cercan¨ªa a Wall Street
Par¨ªs estaba este s¨¢bado por la noche muy cerca de Des Moines, la capital de Iowa, precisamente de nombre franc¨¦s. La matanza perpetrada el d¨ªa anterior en la capital gala marc¨® el segundo debate dem¨®crata para elegir al candidato a las elecciones presidenciales americanas en 2016 y significar¨¢ probablemente un punto de inflexi¨®n en toda la precampa?a. Hillary Clinton aprovech¨® para sacar lustre a sus galones como exsecretaria de Estado, presentarse como una mandataria nata y ganar fuerza de cara a las primarias: ella ya se las ha visto con el terror, estuvo en aquel cuarto en el que se decidi¨® la muerte de Bin Laden, ella es un aval.
¡°Estas elecciones no van solo de elegir a un presidente, sino de escoger a nuestro pr¨®ximo comandante en jefe¡±, arranc¨® Clinton en el debate, televisado por la cadena CBS en la Universidad de Drake.
La pol¨ªtica exterior es siempre un plato fuerte de la contienda electoral estadounidense, pero los ataques de Par¨ªs han puesto en primera l¨ªnea algo distinto: la amenaza terrorista. Desde el 11 de septiembre de 2001, EEUU no ve un atentado islamista en ninguna capital del mundo como algo ajeno y un ataque de estas caracter¨ªsticas puede hacer revivir el miedo del pa¨ªs de mayor poder¨ªo militar y econ¨®mico del mundo, pero tambi¨¦n uno de los grandes objetivos del yihadismo.
En medio de ese incendio, la candidata dem¨®crata se exhibi¨® este s¨¢bado como mujer de Estado, aunque su curr¨ªculo no est¨¢ libre de m¨¢cula y tanto el moderador como sus rivales -el senador por Vermont Bernie Sanders y el exgobernador de Maryland Martin O¡¯Maley- convirtieron la primera parte del debate en una suerte de examen a Clinton por sus resbalones del pasado y sus contradicciones con Obama en pol¨ªtica exterior.
La dem¨®crata ha expresado su arrepentimiento por haber apoyado la guerra de Irak -esta noche reconoci¨® de nuevo el "error"- y tambi¨¦n ha sido muy criticada su actuaci¨®n en Libia. Ambas cuestiones surgieron este s¨¢bado y, muy especialmente, una cuesti¨®n cr¨ªtica ahora mismo: si la Administraci¨®n Obama, de la que ella form¨® parte, ha subestimado la amenaza del autodenominado Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s).
¡°No puede ser solo una lucha americana¡±, dijo Clinton echando balones fuera a esa pregunta directa del moderador. M¨¢s adelante tambi¨¦n record¨® que ella, por ejemplo, s¨ª abog¨® por dar apoyo a rebeldes moderados en Siria, lo que supone un enfoque m¨¢s duro que el de Obama. Quiso mostrar m¨¢s determinaci¨®n, sin renegar del presidente: ¡°El ISIS no puede ser contenido, debe ser derrotado¡±.
Si Clinton puede jugar la baza de mano dura y la experiencia frente a los rivales de las filas dem¨®cratas, para los republicanos el efecto Par¨ªs puede abrir, por el contrario, una nueva v¨ªa de ataque a la candidata, al considerar que el Gobierno de Obama propici¨® el nacimiento del ISIS por la retirada de Irak.
En cambio, tambi¨¦n hay un argumento completamente opuesto, y es el que precisamente utiliz¨® Sanders, el candidato m¨¢s progresista, quien critic¨® que la ¡°desastrosa¡± guerra de Irak ¡°ha desmadejado la regi¨®n completamente y ha llevado al ascenso de Al Qaeda y del ISIS¡±.
Ambas hip¨®tesis dejan mal parada a Clinton, ya que vot¨® a favor de la guerra de Irak, por una parte, y form¨® parte de la Administraci¨®n de Obama que se retir¨®, por otra.
O¡¯Maley, el candidato m¨¢s eclipsado por el poder de Clinton y el tir¨®n contestatario de Bernie Sanders, tambi¨¦n lanz¨® dardos a Clinton: ¡°Libia ahora es un desastre, Siria es un desastre, Irak, Afganist¨¢n¡¡± Y continu¨®: ¡°Como americanos hemos demostrado que tenemos el mejor ej¨¦rcito del planeta, pero no somos muy buenos anticipando amenazas y valorando lo dif¨ªcil que es construir democracias estables¡±.
El terrorismo y la convulsi¨®n de Oriente Medio cop¨® los casi primeros 40 minutos de casi dos horas de debate en los que Sanders y O¡¯Maley se enfrentaron a Clinton. La exprimera dama lidera las encuestas y, apeado finalmente el vicepresidente Joe Biden -quien le podr¨ªa haber hecho sombra pero ha optado finalmente por no pugnar por la candidatura-, el suyo parece un camino despejado hasta las presidenciales.
?La cercan¨ªa a Wall Street
Uno de sus riesgos, aparte de las cr¨ªticas a las turbulencias geopol¨ªticas, es la imagen de mujer del establishment y cercana a Wall Street que le reprochan los sectores m¨¢s izquierdistas.
Sanders, azote de la banca y autodenominado socialdem¨®crata en un pa¨ªs en el que el socialismo se equipara al comunismo, provoc¨® uno de los momentos m¨¢s tensos del debate al criticar las importante donaciones que Clinton recibe de grandes empresas. ¡°Nunca ha o¨ªdo a un candidato que obtenga tantas cantidades del petr¨®leo, el cobre, de Wall Street¡¡±, dijo, y pregunt¨®: ¡°?Por qu¨¦ hacen estas donaciones? Porque esperan algo a cambio¡±.
El argumento es justamente el mismo que ha utilizado el precandidato republicano Donald Trump para defender que su fortuna le hace independiente de las presiones de los lobbies. Clinton salt¨® ¨C¡°est¨¢ cuestionando mi integridad¡±, dijo muy seria- y enfatiz¨® que gran parte de sus donantes son particulares y que el 60% son mujeres. Adem¨¢s, esgrimi¨® la necesidad de reconstrucci¨®n de Nueva York y Wall Street tras el 11-S como explicaci¨®n a sus v¨ªnculos.
Los candidatos mostraron diferencias leves en materia de inmigraci¨®n o de acogida de refugiados, aunque s¨ª mostraron de nuevo la brecha que les separa en materia econ¨®mica, la reforma financiera y los impuestos y que hasta ahora han sido los temas m¨¢s calientes de la carrera hasta las primarias.
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