La seguridad tras Par¨ªs protagoniza la cumbre de la APEC en Manila

Ven¨ªan a tratar de comercio, pero tendr¨¢n que hablar de seguridad. Seguridad contra el terrorismo y en las aguas del mar del Sur de China. La cumbre anual de la APEC, el foro que agrupa a las econom¨ªas de Asia Pac¨ªfico y con ellas el 55% del PIB mundial, se dedica habitualmente a tratar sobre intercambios comerciales. Este a?o, tras el acuerdo para la Asociaci¨®n Transpac¨ªfica (TPP) entre EE UU y otros 11 pa¨ªses, esa era m¨¢s que nunca la idea. Pero la reuni¨®n de Manila comienza este mi¨¦rcoles en alerta roja tras los atentados de Par¨ªs. Y a la sombra de las disputas territoriales entre China y sus vecinos, un asunto que oficialmente no figura en la agenda pero que permea toda la cumbre.

Filipinas ha dedicado m¨¢s de 20.000 efectivos a proteger a los l¨ªderes de las 21 econom¨ªas que se dan cita en su Centro Internacional de Convenciones en Manila. Las principales calles en torno al lugar de la reuni¨®n -que incluyen algunas de las grandes arterias de la capital, habitualmente colapsadas por el tr¨¢fico- se encuentran cortadas por barricadas. En las adyacentes se han instalado puestos de control cada 200 metros. Y la seguridad -que puede oscilar desde el reconocimiento fotogr¨¢fico al simple examen de bolsas con un palo- se ha reforzado tambi¨¦n en la entrada a los lugares p¨²blicos: en algunos hoteles la entrada solo es posible tras pasar el examen de un equipo de perros.

Y como ya ocurriera durante la visita del papa Francisco en enero, el Gobierno filipino ha detenido a centenares de indigentes, incluidos 140 ni?os, para retirarles de las calles y mostrar una ciudad m¨¢s ¡°limpia¡± durante la cumbre, seg¨²n ha denunciado la organizaci¨®n pro derechos humanos Human Rights Watch.

Si los l¨ªderes abordar¨¢n lo ocurrido en Par¨ªs en sus conversaciones bilaterales al margen de la cumbre -Obama y el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, han abordado la lucha contra el Estado Isl¨¢mico en la que han mantenido ambos-, las disputas territoriales en el mar del Sur de China tambi¨¦n tendr¨¢n un papel destacado en la reuni¨®n de dos d¨ªas.

No figuran en la agenda: ha sido un prerrequisito impuesto por China para acceder a la participaci¨®n de su presidente, Xi Jinping, y aceptado por Filipinas como ¡°buen anfitri¨®n¡±. Pero es posible que salga a relucir en el retiro de los l¨ªderes, el jueves, cuando los jefes de Estado y de Gobierno se re¨²nan a solas. Es un tema que tambi¨¦n se abordar¨¢ en las bilaterales.

Las insistentes reclamaciones de China sobre las Scarborough, las Paracel y las Spratly, a distancias de m¨¢s de 2.000 kil¨®metros de la costa continental de la segunda potencia del mundo, generan nerviosismo entre sus vecinos y la ira de EE. UU., gran aliado militar de muchos de ellos. Washington ha condenado en¨¦rgicamente la construcci¨®n de islas artificiales que China lleva a cabo en las Spratly, y la semana pasada, d¨ªas despu¨¦s de que una patrulla naval de EE. UU. entrara en esas aguas en disputa, uno de sus bombarderos B-52 sobrevol¨® ese espacio a¨¦reo.

Filipinas mantiene una de las disputas m¨¢s serias con Pek¨ªn, y el mes pasado se apunt¨® un tanto diplom¨¢tico al conseguir que el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya aceptara examinar sus reclamaciones, pese a la oposici¨®n china. Manila tambi¨¦n cuenta con uno de los ej¨¦rcitos m¨¢s d¨¦biles de la regi¨®n, y busca v¨ªas para reforzarlo. Uno de los posibles acuerdos en los m¨¢rgenes de la cumbre incluye un pacto entre el primer ministro japon¨¦s, Shinzo Abe, y el presidente filipino, Benigno Aquino, para que Tokio ceda equipo militar de segunda mano a Filipinas.

En una declaraci¨®n de principios, el primer acto de Obama al llegar a Manila ha sido, precisamente, una visita al buque insignia de Filipinas, el Gregorio del Pilar, de fabricaci¨®n estadounidense. El objetivo, seg¨²n explicaba el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, era ¡°exhibir la asistencia en materia de seguridad mar¨ªtima de EE UU a Filipinas y la regi¨®n¡±.

Al hilo de esa visita, la Casa Blanca ha anunciado 259 millones para reforzar la seguridad mar¨ªtima en la zona. 119 millones se desembolsar¨¢n en el a?o fiscal 2015, los 140 restantes en 2016. Y Filipinas recibir¨¢ otro buque de guerra m¨¢s de fabricaci¨®n estadounidense. ¡°Estados Unidos ha estado comprometido con la seguridad de esta regi¨®n durante m¨¢s de 70 a?os, estamos obligados por un tratado, un compromiso a toda prueba, a la defensa de nuestro aliado, Filipinas¡±, ha declarado Obama mientras visitaba el buque.

En Pek¨ªn, el viceministro de Exteriores Liu Zhenmin ha insistido en que China no quiere abordar las disputas en el mar del sur de China durante las reuniones regionales de esta semana, que incluir¨¢n tambi¨¦n una cumbre de la ASEAN y la cumbre del Este de Asia en Kuala Lumpur. ¡°Promocionar este asunto no beneficia a la cooperaci¨®n¡±, ha sostenido.