Alianzas y la Tercera Guerra

Trato de privilegiar temas latinoamericanos en esta columna, pero no puedo dejar pasar los grav¨ªsimos actos terroristas con los que hace una semana se atac¨® Par¨ªs; d¨ªas antes hab¨ªan sido Beirut y el avi¨®n ruso. Parto de lo obvio: despu¨¦s del dantesco viernes 13, las cosas en el mundo no ser¨¢n iguales. Estamos en los proleg¨®menos de una ¡°guerra mundial¡± de nuevo tipo en la que se encuentran amenazados valores democr¨¢ticos esenciales. Lo de Par¨ªs abre varios interrogantes fundamentales sobre lo que se viene.

Para Europa y el mundo: doble reto de responder eficazmente sin sacrificar lo esencial de los valores democr¨¢ticos, ni sucumbir ante la tentaci¨®n autoritaria, de satanizaci¨®n de la inmigraci¨®n y del extremismo de derecha. Positiva en este sentido la reacci¨®n unitaria de la mayor¨ªa del stablishment pol¨ªtico franc¨¦s; pero decidoras, a la vez, las preocupantes declaraciones de Marine Le Pen sobre levantar las fronteras de nuevo en Europa y de cerrar mezquitas. Soplan vientos de intolerancia.

Estamos en los proleg¨®menos de una ¡°guerra mundial¡± de nuevo tipo en la que se encuentran amenazados valores democr¨¢ticos esenciales

El viraje decisivo ocurrido esta semana tiene que ver con la caracterizaci¨®n de la situaci¨®n y las consecuencias de ello. En particular con lo que, sin eufemismos, Hollande llam¨® ¡°actos de guerra¡± y c¨®mo Francia viene actuando en consecuencia. Hollande dio un paso importante al convocar, desde el Congreso franc¨¦s, a toda la comunidad internacional a la acci¨®n concertada. La traducci¨®n de eso en una estrategia que arrincone y aplaste al Estado Isl¨¢mico (ISIS) plantea retos importantes al menos en tres aspectos.

Primero, la agresi¨®n, que tiene su eje geogr¨¢fico en Siria/Irak ¡ªen donde bombardeos y ¡°guerra de posiciones¡± tienen sentido¡ª, pero que existe y opera simult¨¢neamente en Europa occidental, Rusia, EE UU o Nigeria. Ese amplio escenario exige no bombardeos, sino inteligencia, prevenci¨®n y, en perspectiva, pol¨ªticas de inclusi¨®n hacia los inmigrantes. En ese orden de ideas, inteligencia global, compartida, algo hoy muy embrionario.

Segundo, la evidencia de que lo que viene es de larga duraci¨®n. Hay ideolog¨ªa radical y una larga historia detr¨¢s de lo que hoy es el ISIS. Hace exactamente 100 a?os, el califato de ese entonces era poderosa pieza de maniobra para los intereses brit¨¢nicos en el Medio Oriente durante la Primera Guerra Mundial. Hoy, la idea de califato se alimenta de una larga historia y de tensiones contempor¨¢neas radicalizando, al extremo, a sectores sun¨ªes. Poco o nada se lograr¨¢ si en el combate al ISIS pa¨ªses como Arabia Saud¨ª y pueblos musulmanes no son parte de la alianza, empezando por bloquear cualquier canal de apoyo financiero o log¨ªstico al ISIS. Tercero, lo fundamental: los aliados en esta guerra y los mecanismos diplom¨¢ticos que deben ponerse en acci¨®n ya. Son varios los atacados y amenazados por el ISIS, pero cada cual opera por su lado y hasta pescando en r¨ªo revuelto. Rusia m¨¢s contra los adversarios de Assad que contra el ISIS; Turqu¨ªa aprovechando para golpear a los kurdos y no al ISIS. Un error y un horror. Hay que concertar y salir del cascar¨®n mirando m¨¢s all¨¢ de la OTAN y de la ¡°defensa colectiva¡± del art¨ªculo 222 del Tratado de la UE.

Aunque a¨²n puede parecer elusiva, una ancha alianza es viable. Los cinco grandes han sido ya atacados; China padeci¨® el asesinato de un nacional, Fan Jinghui, esta semana. Las conversaciones de la semana pasada en Turqu¨ªa sobre la transici¨®n en Siria abren una ventana esperanzadora que apuntar¨ªa a un cese del fuego all¨ª y a poder focalizarse en el ISIS. Veremos.

Con una estrategia militar y operacional concertada diplom¨¢ticamente en esa amplia alianza, con inteligencia eficiente y actuando desde el aire y con operaciones terrestres, se estar¨ªa en otra situaci¨®n. En esa circunstancia, la adormecida ONU deber¨ªa dar el marco institucional en el Consejo de Seguridad para la concreci¨®n y sostenibilidad de esa gran alianza.