Un mot¨ªn en una prisi¨®n deja 16 muertos en Guatemala

Las autoridades han retomado este lunes por la tarde el control de la Granja Penal Canad¨¢, en la provincia de Escuintla, al sur de Ciudad de Guatemala, despu¨¦s del mot¨ªn del domingo, que termin¨® con la muerte de 16 internos.

De acuerdo a las primeras informaciones oficiales, la rebeli¨®n inici¨® al filo de las 16:30, al t¨¦rmino de un partidillo de f¨²tbol. Familiares de reclusos que abandonaban el presidio al final de la hora de la visita, informaron de que pudieron o¨ªr disparos de armas de fuego. Seg¨²n informaci¨®n del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, la mayor parte de los fallecidos presenta, como causa de la muerte, heridas cortantes en el cr¨¢neo, el cuello y la cara, a excepci¨®n de dos, que fallecieron uno por un trauma craneoencef¨¢lico y otro por decapitaci¨®n.

Inicialmente se manej¨® la hip¨®tesis de que un intento de fuga pudo ser el origen del amotinamiento, extremo descartado por el portavoz del Sistema Penitenciario, Rudy Esquivel. La versi¨®n cobraba credibilidad, despu¨¦s de que en abril pasado las autoridades descubrieran un t¨²nel por el que un grupo de reos ¨Cque nunca identificaron¨C, pretend¨ªa escapar. Entonces se dijo que la construcci¨®n estaba avanzada en un 80%.

Esquivel afirm¨® que un enfrentamiento entre ¡®maras¡¯ (pandillas juveniles) rivales, fue el origen de la rebeli¨®n.

En tanto, familiares de los reclusos, que pernoctaron a la intemperie en los alrededores del presidio, muestran claros signos de angustia al no saber sobre la suerte de sus parientes, al grado de recurrir a los periodistas para saber qu¨¦ ocurre. Las autoridades se limitan a mandarlos a la morgue del hospital regional para conocer la identidad de los cuerpos ya rescatados. El lunes por la noche, las autoridades ya hab¨ªan identificado a nueve de los 16.?

El Sistema Penitenciario es la cenicienta de la fr¨¢gil justicia guatemalteca. Un estudio del Centro de Investigaciones Econ¨®micas Nacionales (CIEN) revela que una de sus primeras manifestaciones es la superpoblaci¨®n, que supera la capacidad instalada de los presidios ¡°en un m¨¢s del 300%¡±. El penal Canad¨¢, escenario de los sucesos de hoy, es una muestra fehaciente. Fue dise?ado para albergar a 600 reclusos y el censo de internos era, ayer, de 3.092.

Esta anomal¨ªa ha sido una fuente de corrupci¨®n. En los ¨²ltimos 30 a?os no se ha construido ni una sola prisi¨®n en Guatemala. Y el escaso presupuesto dedicado a tal fin siempre ha terminado en los bolsillos de funcionarios de diverso nivel, en connivencia con reclusos que, literalmente, son quienes manejan las c¨¢rceles, al grado de negar alimentos y mantas a los reci¨¦n ingresados que no pagan las cuotas establecidas. M¨¢s grave, todav¨ªa: la mayor¨ªa de extorsiones, secuestros y asesinatos son ordenados desde los calabozos por los jefes de las pandillas ya encarcelados, sin que el Estado haya sido capaz de poner fin a esa pr¨¢ctica.