El pulso por la sucesi¨®n agita el escenario pol¨ªtico de M¨¦xico
Pe?a Nieto cumple tres a?os de mandato con la popularidad por los suelos y un tablero electoral en plena ebullici¨®n
M¨¦xico ha entrado en un nuevo ciclo pol¨ªtico. Cumplidos los tres primeros a?os de mandato de Enrique Pe?a Nieto, un aire de fin de reinado ha empezado a recorrer el pa¨ªs. La aceptaci¨®n del presidente sigue bajo m¨ªnimos, las encuestas sucesorias se multiplican y toda una constelaci¨®n de candidatos busca su lugar en el escenario. Aunque la verdadera lucha de poder a¨²n se libra entre bambalinas, la carrera por la sucesi¨®n presidencial en 2018 ya ha dado comienzo.?
El cambio de ciclo arranc¨® en junio pasado. Las elecciones intermedias, en las que se decid¨ªa la composici¨®n de la C¨¢mara de Diputados y de nueve gobernaturas, dieron cierre a la etapa reformista y mostraron el profundo cambio operado en la sociedad mexicana. Los grandes partidos, aunque mantuvieron su primac¨ªa, fueron castigados y perdieron per¨ªmetro electoral. Frente a su declive, la indignaci¨®n ciudadana impuls¨® las candidaturas independientes. En el panorama surgieron elementos disruptivos como Jaime Rodr¨ªguez Calder¨®n, El Bronco, un pol¨ªtico de discurso llano y ¨¢spero que contra todo pron¨®stico se hizo con la gobernatura de Nuevo Le¨®n, el segundo estado m¨¢s rico de M¨¦xico.?
Tras esta tormenta, el presidente qued¨® varado. Con excepci¨®n de la batalla educativa, las iniciativas presentadas desde entonces han carecido del fulgor de sus primeros a?os. Para muchos analistas, ahora dedica m¨¢s tiempo a la defensa de su legado reformista que a la apertura de nuevos horizontes. Y los golpes no dejan de caer.?
Ahora dedica m¨¢s tiempo a la defensa de su legado reformista que a la apertura de nuevos horizontes, seg¨²n los analistas
Desde que a finales de 2014 su popularidad se desplomase con la tragedia de Ayotzinapa y el esc¨¢ndalo inmobiliario de su esposa, Pe?a Nieto no ha encontrado un momento de paz. La crisis del petr¨®leo ha lastrado el crecimiento econ¨®mico, la esperp¨¦ntica fuga de El Chapo ha da?ado su credibilidad, y la propia configuraci¨®n del sistema electoral, que tan buenos r¨¦ditos le dio al principio, ha empezado a pasarle factura. ¡°El momento de Pe?a Nieto es malo; no ha logrado recuperarse de su ca¨ªda de popular y su tendencia es declinante¡±, se?ala el experto en encuestas Roy Campos. ¡°No tiene un problema de gobernabilidad, pero s¨ª de cuestionamiento; la desaprobaci¨®n es del 60%¡±, a?ade el especialista demosc¨®pico Francisco Abundis.
La debilidad presidencial no es una sorpresa. M¨¦xico crea jefes de Estado con los pies de barro. Al carecer de segunda vuelta, los comicios se deciden con mayor¨ªas exiguas. En el caso de Pe?a Nieto, su victoria se obtuvo con un 38% de los votos emitidos, lo que sobre el censo apenas represent¨® el 25%. A esta debilidad cong¨¦nita se suma la imposibilidad de reelecci¨®n. Enclaustrados en un solo mandato, los jefes de Estado ven c¨®mo el paso del tiempo juega en su contra. El s¨ªndrome del pato cojo se agudiza y las ambiciones presidenciales emergen dentro y fuera del partido gobernante.?
M¨¦xico crea jefes de Estado con los pies de barro. Tienen un poder enorme, pero una autoridad limitada
Los primeros signos de esta efervescencia ya son visibles. Incluso algunos jugadores han saltado ya al campo de juego. El primero ha sido el dos veces aspirante presidencial Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Al mando de su propio veh¨ªculo electoral, Morena, este carism¨¢tico aspirante parece llamado a desarbolar al PRD, hasta ahora la fuerza hegem¨®nica de la izquierda, pero cuyo candidato natural, el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Miguel ?ngel Mancera, atraviesa horas bajas. ¡°A L¨®pez Obrador le conoce un 97% del electorado, casi tanto como al presidente. Mancera est¨¢ 35 puntos por debajo¡±, explica Abundis.?
En la derecha, la batalla tambi¨¦n est¨¢ abierta. Enfrentada a la c¨²pula de su partido, Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calder¨®n (2006-2012), ya ha proclamado su deseo de representar al PAN en las presidenciales. Y en caso de no lograrlo, ha amenazado con una candidatura al margen de su formaci¨®n. Un cisma que debilitar¨ªa al ¨²nico partido que hasta la fecha ha sido capaz de apear del poder al PRI.?
En esta ¨²ltima fuerza, la lucha se libra en la sombra. Nadie se ha movido p¨²blicamente. Pero en todos los rincones se escuchan pasos. No hay d¨ªa en que uno y otro alto cargo no figure en los medios como posible sucesor. Entre ellos destaca el secretario de Gobernaci¨®n, Miguel ?ngel Osorio Chong, un especialista en atravesar incendios sin quemarse. Ni la tragedia de Iguala ni la fuga de El Chapo, dos asignaturas suspendidas por su departamento, han hecho mella en sus posibilidades. Las encuestas le sit¨²an en primer lugar.?
Otro aspirante en trayectoria ascendente es el antiguo jefe de la Oficina del Presidente y actual secretario de Educaci¨®n, Aurelio Nu?o. Considerado el delf¨ªn de Pe?a Nieto, ahora mismo libra la batalla de mayor envergadura pol¨ªtica del Gobierno: la reforma educativa. Si vence el pulso con los sindicatos rebeldes, sus opciones se disparar¨¢n.?
A derecha e izquierda, los movimientos y codazos se multiplican. Es lo habitual tras el pistoletazo de salida. Pero esta vez, la refriega ser¨¢ distinta. En el universo pol¨ªtico mexicano ha surgido un nuevo factor: las candidaturas independientes. Un 63% de la ciudadan¨ªa se manifiesta dispuesta a darles el voto. El favorito es El Bronco, quien ya ha advertido que pretende saltar al ruedo "si la gente se lo pide". Los especialistas consideran que de presentarse s¨®lo un independiente, podr¨ªa aglutinar el enorme descontento nacional. ¡°No hay ning¨²n partido-ferrari, y eso les abre espacio¡±, se?ala Campos. Por primera vez, la partidocracia mexicana se enfrenta a un enemigo real. La batalla no ha hecho m¨¢s que comenzar.
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