Dilma Rousseff enfrentar¨¢ un proceso de destituci¨®n

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff se enfrentar¨¢ a un proceso de destituci¨®n. El presidente de la C¨¢mara de Diputados, Eduardo Cunha, anunci¨® este mi¨¦rcoles, de improviso, ante un grupo de periodistas, que ha decidido aceptar una de las 28 peticiones de impeachment presentadas este a?o contra Rousseff, reelegida en octubre de 2014 e inmersa en una crisis pol¨ªtica y econ¨®mica que ha ensombrecido su Gobierno durante todo el a?o. La solicitud para destituir a Rousseff acusa a la presidenta de haber realizado maniobras fiscales irregulares para ajustar las cuentas de su Gobierno en 2015. Una hora despu¨¦s del anuncio, Rousseff compareci¨® de gesto serio en la televisi¨®n para asegurar que las acusaciones son "inconsistentes", pidi¨® "tranquilidad y confianza en las instituciones" y a?adi¨® que est¨¢ convencida de que el proceso ser¨¢ archivado. "He recibido con indignaci¨®n la decisi¨®n del presidente de la C¨¢mara de Diputados contra un mandato democr¨¢ticamente conferido por el pueblo brasile?o", declar¨®.

Ahora comienza un largo proceso que puede acabar con la salida del poder de la l¨ªder del Partido de los Trabajadores (PT). A partir de este momento, una comisi¨®n formada por diputados de todos los partidos analizar¨¢ la petici¨®n de destituci¨®n y la presidenta tendr¨¢ que responder a las acusaciones. Los miembros de la comisi¨®n har¨¢n un informe a favor o en contra del impeachment, que, para salir adelante, deber¨¢ contar con el apoyo de dos tercios de los 513 parlamentarios. El Senado tendr¨¢ la ¨²ltima palabra: 54 de los 81 senadores deben apoyar la salida de Rousseff. En caso de destituci¨®n, el vicepresidente Michel Temer asumir¨¢ el cargo.

"No lo hago por motivaci¨®n pol¨ªtica", asegur¨® Eduardo Cunha ante la prensa este mi¨¦rcoles, cuando hizo p¨²blica su decisi¨®n. Horas antes, sin embargo, el todopoderoso l¨ªder de la C¨¢mara (del Partido do Movimento Democr¨¢tico Brasileiro, PMDB), hab¨ªa recibido un varapalo del partido en el Gobierno, su exaliado. Los miembros de la Comisi¨®n de ?tica, compuesta por 20 parlamentarios de varias ideolog¨ªas, ten¨ªan ese d¨ªa que dilucidar si aprobaban desencadenar un proceso parlamentario para reprobar ¡ªy destituir¡ª a Cunha. El ultraconservador est¨¢ envuelto en el esc¨¢ndalo Petrobras y es due?o de unas cuentas sospechosas y millonarias en Suiza, que todo apunta a que han sido alimentadas gracias a sobornos. Su descr¨¦dito es completo, ya que asegur¨® solemnemente hace meses, ante otra comisi¨®n parlamentaria y antes de que las pruebas saltaran obscenamente a todos los telediarios de Brasil, que no ten¨ªa ninguna cuenta en el extranjero.

Mucho del mete¨®rico discurso de Rousseff (menos de cinco minutos, de gesto serio) consisti¨® en un ataque personal contra Cunha. De hecho, en un momento asegur¨®: "No tengo cuentas en el exterior. No he cometido ning¨²n acto il¨ªcito, y no existe ninguna sospecha de desv¨ªo de fondos p¨²blicos".

Pero el poder de Eduardo Cunha todav¨ªa es enorme: aglutina en torno suyo a un grupo grande de diputados evang¨¦licos, como ¨¦l, y parlamentarios aliados. En los ¨²ltimos d¨ªas maniobr¨® entre bastidores, como solo ¨¦l sabe hacer, dejando claro que si los tres diputados del PT de la Comisi¨®n de ?tica (cuyos votos eran decisivos) votaban a favor de la reprobaci¨®n, ¨¦l pondr¨ªa en marcha el impeachment. Y as¨ª ha sido. Este mi¨¦rcoles, finalmente, la comisi¨®n fue pospuesta hasta el d¨ªa 8 de diciembre. Pero los tres diputados adelantaron que votar¨¢n en contra de Cunha. Pocas horas despu¨¦s, ¨¦l anunci¨® su decisi¨®n. Dijo que espera que, con esta medida, Brasil? "pueda superar crisis pol¨ªticas y econ¨®micas" que atraviesa. "No quise ocupar la presidencia de la C¨¢mara para ser el protagonista de un proceso de impeachment", subray¨®.

La semana ya hab¨ªa empezado mal para el Gobierno. El d¨ªa anterior, el Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica (IBGE) hizo p¨²blicos los sombr¨ªos resultados econ¨®micos de Brasil ¡ª4,5% de retroceso en el ¨²ltimo a?o, con todos los sectores comprometidos¡ª y la atenci¨®n del pa¨ªs, en vez de mirar hacia los n¨²meros y las previsiones, se dirigi¨® hacia el Congreso, en Brasilia, y a Cunha. Todo un s¨ªntoma de c¨®mo esta crisis, cada vez m¨¢s profunda, de la que no se ve el final y que repercute autom¨¢ticamente en el bolsillo de cada brasile?o, tiene buena parte de su origen ¡ªy posiblemente de su soluci¨®n¡ª en la pol¨ªtica.

La crisis pol¨ªtica que se ha apoderado de Brasil ¡ªm¨¢s las continuas y casi diarias revelaciones de diputados, banqueros y empresarios corruptos¡ª repercute autom¨¢ticamente en la ya de por s¨ª moribunda econom¨ªa. El clima de incertidumbre, tanto en el exterior como dentro del pa¨ªs, se apodera de todas las instituciones. Los inversores, ante la visi¨®n de un Gobierno sangrante en manos de un presidente del Congreso impredecible y acusado de corrupci¨®n, huyen espantados hacia otro pa¨ªs menos explosivo. El ministro de Econom¨ªa, el liberal ortodoxo Joaquim Levy, lleva meses tratando de que el Congreso apruebe las a su juicio necesarias medidas de austeridad y enfrent¨¢ndose a la facci¨®n m¨¢s dura del PT, que se opone a ello. Mientras, el paro sube y el consumo se desploma. Ahora, Cunha tiene hasta el martes para tratar de escapar de la reprobaci¨®n y, posiblemente, de la c¨¢rcel. El se?uelo del impeachment puede ahogar a¨²n m¨¢s al pa¨ªs en la incertidumbre y el desgobierno. Un diputado del PT lo describi¨® este mi¨¦rcoles: ¡°Cunha tiene una metralleta pol¨ªtica en las manos¡±.