La vida vuelve a la ¡®Bonne Bi¨¨re¡¯, uno de los caf¨¦s atacados por los yihadistas
El local en el que murieron cinco personas reabre tres semanas despu¨¦s de los atentados
¡°S¨ª, estamos abiertos, de las 6.00 a las 2.00 horas. Os damos la bienvenida siempre y cuando veng¨¢is con una sonrisa¡±. Tras la barra de A la Bonne Bi¨¨re, el camarero atiende el tel¨¦fono entre caf¨¦ y caf¨¦. Desde primera hora de la ma?ana, asiduos del lugar, vecinos de paso, turistas y ciudadanos de todas partes han devuelto la vida a este lugar castigado por la masacre terrorista del 13 de noviembre, como un acto de ¡°solidaridad¡± y de ¡°resistencia¡±. El bullicio ha vuelto al local despu¨¦s de tres largas semanas de duelo. En su terraza murieron cinco personas. Este viernes, es el primero de los comercios atacados por los yihadistas en volver a abrir sus puertas.
¡°Estamos un poco desorganizados, llevamos tres semanas sin trabajar¡±, explica una ajetreada camarera con el comedor repleto. ¡°Hola, ?est¨¢ aqu¨ª!¡±, lanza un cliente a otro. ¡°Por supuesto, no pod¨ªa fallar¡¡±, responde Dominique, a punto de empezar su plato del d¨ªa, un confit de pato con setas y patatas, en una de las mesas. ¡°Nos hace mucha ilusi¨®n volver a ver a nuestros clientes, creo que necesitaban y esperaban con ganas que volvi¨¦ramos a abrir¡±, a?ade la camarera.
¡°Queremos demostrarles [a los terroristas] que somos m¨¢s fuertes que ellos, vamos a volver a abrir y devolverle la vida al barrio, devolverle el impulso¡±, explicaba unas horas antes, Audrey Bily, responsable del local, ante una nube de periodistas. Los propietarios han renovado un poco el interior, tomado prestado parte del mobiliario a la espera de reemplazarlo, ¡°borrado los estigmas de la pesadilla¡± como los impactos de bala y renovado la pintura. ¡°El caf¨¦ Bonne Bi¨¨re es un lugar de encuentros, de intercambios, un lugar para compartir. Ese es hoy nuestro objetivo¡±.
En la entrada al local, un mensaje de los due?os escrito en la pizarra transmite su afecto a los familiares de las v¨ªctimas y agradece su ayuda a los cuerpos de bomberos y de polic¨ªa, as¨ª como a todos los que han manifestado su apoyo. ¡°Ha llegado la hora para nosotros de volver a juntarnos, unidos, y de avanzar para no olvidar¡±. Una gran pancarta cuelga del primer piso con la inscripci¨®n estoy en terraza, bordeada a cada lado por el s¨ªmbolo de la paz con una Torre Eiffel dibujada en el centro de cada c¨ªrculo. Junto a la acera, una valla tapizada de flores y mensajes se mantiene de momento en memoria de las v¨ªctimas.
A medida que avanza la ma?ana, la terraza se va llenando, la misma en la que aquel 13 de noviembre Lucie, de 37 a?os, y otras cuatro personas disfrutaban de una velada de oto?o cuando los terroristas acabaron con sus vidas. Asiduos del lugar, como Bernard, jubilado y vecino del barrio, turistas de vacaciones, como Yana y Daria, dos amigas rusas de 23 a?os, o parisinos que han venido en cuanto han visto por la televisi¨®n que el bar volv¨ªa a abrir en se?al de ¡°solidaridad¡±, como Jo?l, inform¨¢tico de 58 a?os.
Las conversaciones se inician entre las mesas y entre mensajes de desaf¨ªo a los terroristas ¡ª¡°queremos demostrar que no tenemos miedo¡±, repiten todos¡ª, queda el recuerdo a las v¨ªctimas. ¡°Pienso en todas esas familias rotas que pasar¨¢n las navidades sin un ser querido¡±, dice Leaticia, una vecina de 56 a?os, muy afectada. ¡°Est¨¢ claro, con cada caf¨¦ que tomemos nos acordaremos de ellos¡±, le responde Mohamed, un argelino de 39 a?os que ha venido tambi¨¦n para recordar que ¡°los que han hecho esto no son musulmanes, son unos locos, unos cobardes que atacan por detr¨¢s¡±.
A escasos cien metros, las cicatrices de la pizzer¨ªa Casa Nostra recuerdan que la tragedia es todav¨ªa reciente. En la puerta, unas flores cuelgan junto a los impactos de las balas en los cristales. Un par de calles m¨¢s arriba, los operarios de los servicios de limpieza del ayuntamiento han retirado el grueso de las velas y cartas dejadas como recuerdo por las 15 vidas robadas en esta esquina, donde se encuentran el restaurante Petit Cambodge y el bar Carillon. ¡°Espero poder volver aqu¨ª un d¨ªa a tomarme una ca?a¡±, dice Morgane, de 25 a?os, frente al Carillon. Ambos comercios esperan volver a abrir en enero. ¡°Hemos vuelto a nuestra vida normal, tenemos que pasar a cosas m¨¢s positivas¡±, comenta Emilie, de 30 a?os, frente al mosaico de dibujos y mensajes que cubre la persiana de acero del Petit Cambodge.
El bar Belle Equipe, donde murieron 19 personas, todav¨ªa no tiene fecha de reapertura. En cuanto a la sala Bataclan, el lugar m¨¢s golpeado por los ataques, donde perdieron la vida 90 personas, sus propietarios esperan poder volver a acoger al p¨²blico a finales del a?o que viene.
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