El hombre que rob¨® a Corbyn el alma del laborismo
El l¨ªder opositor brit¨¢nico sobrevivi¨® a la votaci¨®n sobre Siria pero del debate sali¨® un referente para los rebeldes: Hilary Benn
La cara de p¨®quer de Jeremy Corbyn, controvertido l¨ªder de la oposici¨®n brit¨¢nica, lo dec¨ªa todo. En pie, d¨¢ndole la espalda, su portavoz de Exteriores pronunciaba el mejor discurso que se ha escuchado en a?os en la C¨¢mara de los Comunes y de paso, delante mismo de sus narices, proced¨ªa a robarle el alma del laborismo que Corbyn cree custodiar heroicamente.
Hilary Benn, de 62 a?os, ex sindicalista, cuarta generaci¨®n de una familia diputados laboristas, apel¨® a la esencia internacionalista del partido. ¡°Estamos ante fascistas¡±, dijo. ¡°Y lo que sabemos de los fascistas es que deben ser derrotados. Es por eso que los socialistas y los sindicalistas se unieron a las brigadas internacionales para luchar contra Franco. Por eso esta C¨¢mara se opuso a Hitler y a Mussolini. Por eso nuestro partido siempre se ha alzado contra la negaci¨®n de los derechos humanos y ha defendido la justicia. Por eso debemos enfrentarnos a este mal. Ha llegado la hora de hacer nuestra parte en Siria¡±.
La noche del mi¨¦rcoles, en la votaci¨®n parlamentaria que autoriz¨® a la aviaci¨®n brit¨¢nica a bombardear al ISIS en Siria, Hilary Benn desafi¨® a su l¨ªder y tambi¨¦n a su propio padre, Tony Benn, hist¨®rico laborista ya fallecido. La respetada figura paterna ha ensombrecido la carrera del hijo, que ya se enfrent¨® a ¨¦l al apoyar la intervenci¨®n en Irak en 2003. El padre debe de estar, dijo despu¨¦s el nacionalista escoc¨¦s ?lex Salmond, ¡°revolvi¨¦ndose en su tumba¡±. Y una sobrina le exigi¨® p¨²blicamente una rectificaci¨®n: padre e hijo, explic¨®, se adoraban.
En sus 15 minutos exactos de gloria warholiana, Benn record¨® a los cuatro j¨®venes gais arrojados desde el quinto piso de un edificio de Deir ez-Zor en junio. Record¨® al profesor Khaled al-Assad, de 82 a?os, custodio de las antig¨¹edades de Palmira, que fue decapitado y colgado de un sem¨¢foro su cuerpo sin cabeza. A las mujeres apiladas en fosas comunes ¡°porque se las juzg¨® viejas para ser vendidas para sexo¡±. A los 30 turistas brit¨¢nicos asesinados en T¨²nez, a los 224 veraneantes rusos, a los 178 muertos en ataques suicidas en Beirut, Ankara y Suru?. Y a aquellos j¨®venes del Bataclan a los que el ISIS, ¡°tratando de justificar su sangrienta carnicer¨ªa, llam¨® ap¨®statas entregados a la prostituci¨®n y el vicio¡±.
¡°Comparto las preocupaciones que se han expresado esta tarde sobre las potenciales v¨ªctimas civiles¡±, aclar¨®. ¡°No obstante, a diferencia del ISIS, hoy ninguno de nosotros act¨²a con la intenci¨®n de da?ar a civiles. Al contrario, actuamos para protegerlos del ISIS, que s¨ª apunta a gente inocente¡±.
Benn abri¨® su hist¨®rico discurso elogiando a su l¨ªder, con quien dijo estar orgulloso de compartir tribuna. Y a continuaci¨®n procedi¨® a rebatir, punto por punto, sus argumentos. Corbyn hab¨ªa abierto las 10 horas de debate con un discurso que ya nadie recuerda. Benn cerr¨® la jornada recibiendo una sonora ovaci¨®n, algo que no suele permitirse en la C¨¢mara, y un ins¨®lito elogio de su contraparte, el ministro del Foreign Office, el conservador Philip Hammond, que le felicit¨® por ¡°uno de los de verdad grandes discursos que se han escuchado en los Comunes¡±.
Las palabras de Benn comenzaron a hacerse virales en las redes sociales, all¨ª precisamente donde se sustenta la corbynman¨ªa. Su discurso hab¨ªa alterado la din¨¢mica de un partido roto. El sector marginado reclamaba, educada y respetuosamente, las esencias del laborismo. Y neutralizaba las posibilidades del l¨ªder de castigar a los miembros de su equipo que le desafiaron votando a favor de la moci¨®n del primer ministro.
Puede que Benn encarne mucho de lo que Corbyn ha combatido durante 30 a?os de diputado. Pero, al mismo tiempo, el rebelde por antonomasia no puede sino respetar la independencia de Benn y su fidelidad a sus principios, rasgos que el propio Corbyn ha convertido en su bandera.
Tocado, pero ni mucho menos hundido, sali¨® Corbyn de la votaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil de sus tres meses de liderazgo. Un total de 66 diputados laboristas votaron el mi¨¦rcoles en contra de su l¨ªder y 152 lo hicieron con ¨¦l. Pero todos saben que podr¨ªa haber sido mucho peor.La semana termin¨® con otra prueba de fuego superada para Corbyn: la victoria en la elecci¨®n parcial en Oldham, desencadenada por el fallecimiento del diputado que obtuvo el esca?o en mayo, en la que los conspiradores ansiaban una sorpresa del UKIP. Pero el candidato laborista gan¨®, con m¨¢s margen que en hace siete meses, otorgando a Corbyn una valios¨ªsima raci¨®n extra de vida.
La rebeli¨®n parece algo m¨¢s lejos que hace apenas una semana. Pero, por la gracia de un discurso, el sector rebelde ha encontrado en el discreto y respetado Hilary Benn al referente que necesitaba. Sus colaboradores advierten de que la nueva estrella del laborismo tiene un nombre pero no una marca. Es ¡°un Benn, no un bennista¡±, como ¨¦l mismo dijo en una ocasi¨®n. ?Y por qu¨¦ no se present¨® a la carrera por el liderazgo del partido este verano?, le pregunt¨® un antiguo colaborador. ¡°Porque nadie me lo ha pedido¡±, le respondi¨® Benn, haciendo gala de su ahora famosa honestidad.
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