¡°Gane quien gane, Venezuela volver¨¢ a la Corte Interamericana¡±
Se coloca durante dos a?os a la cabeza del tribunal que se enfrenta al rechazo de pa¨ªses como Rep¨²blica Dominicana o Venezuela
Sentado a la cabeza de la mesa oval donde se juzga contra los delitos de derechos humanos de 24 pa¨ªses, en la sede de la Corte Interamericana establecida en San Jos¨¦, el jurista brasile?o Roberto de Figueiredo Caldas se presenta como un representante de la evoluci¨®n de los derechos humanos. Proveniente del derecho laboral, subraya que la regi¨®n vive en la ¡°era de los derechos sociales¡± que incluye la existencia de un medio ambiente sano y la necesidad de una educaci¨®n social para superar alg¨²n d¨ªa el repunte de la violencia en el continente.
Oriundo del Estado m¨¢s peque?o del Brasil, Sergipe (noreste), Caldas asciende de la vicepresidencia a la presidencia a partir del 1 de enero. Se coloca durante dos a?os a la cabeza del tribunal que se enfrenta al rechazo de pa¨ªses como Rep¨²blica Dominicana o Venezuela, aunque su discurso es optimista, pues cree que el retorno venezolano a la jurisdicci¨®n de la Corte ¡°es cuesti¨®n de tiempo¡±.
Pregunta. ?Cu¨¢l es su retrato sobre el momento de la Corte?
Respuesta. Dir¨ªa que en plena evoluci¨®n. Es una instituci¨®n que cada vez m¨¢s trabaja con los elementos esenciales para la interpretaci¨®n de la Convenci¨®n interamericana sobre Derechos Humanos para atender a m¨¢s de 500 millones de habitantes. Tenemos el inter¨¦s puesto en las sociedades nacionales que cada vez m¨¢s se involucran m¨¢s en temas de derechos humanos, que los comprende y defiende.
P.?Dice que en derechos humanos cada vez pesa m¨¢s la sociedad frente al Estado?
R. As¨ª creo. Hay dos tipos de di¨¢logo muy importantes para nosotros: el que tiene lugar normalmente con los m¨¢s altos tribunales nacionales y el di¨¢logo social. En estos dos a?os queremos traer m¨¢s a la sociedad y los destinatarios de la Corte. Es dialogar con ONGs, asociaciones, sindicatos¡
P. Eso pasa por la financiaci¨®n, que es una de las ¨¢reas d¨¦biles de la Corte.
R. Creo que lograremos sensibilizar a los Estados para eso. Necesitamos salir de una situaci¨®n en que la cooperaci¨®n de Europa es fundamental. Es dif¨ªcil para este tribunal manejarse con cooperaciones que pueden continuar en el a?o siguiente o no. Creo que vamos a lograr que los Estados de Am¨¦rica comprendan la situaci¨®n.
P. No ser¨¢ f¨¢cil convencer a los Estados de que aporten dinero para la Corte.
R. Tengo que ser optimista en este objetivo. Se necesita estabilidad porque esto debilita la Corte en la medida en que no nos concentramos en lo judicial por ver lo financiero.
P. ?Ve alguna forma de hacer que Venezuela vuelva a incorporarse a la Corte?
R. Mire, hubo una ¨¦poca en que se dec¨ªa los derechos humanos eran de izquierda, pero ya no. Sobre Venezuela, creo que es una cuesti¨®n de tiempo. Gane quien gane, Venezuela volver¨¢ a la Corte Interamericana y volver¨¢ a entender que es un soporte complementario para su Justicia. Ahora bien, violaciones de derechos humanos hay en todo mundo todos los d¨ªas aunque claro que en algunos pa¨ªses hay m¨¢s que otros.
P. El cumplimiento de sentencias es otro de los desaf¨ªos grandes para esta Corte. ?Qu¨¦ plan tiene para mejorarlo?
R. No hay una f¨®rmula. Tenemos el di¨¢logo que es clave, pero no tenemos polic¨ªa. Es una Corte sin capacidad coercitiva como las cortes nacionales, pero tenemos posibilidad de comunicaci¨®n, de di¨¢logo. Creo que es el aporte m¨¢s importante que la Corte puede dar incluso para explicar c¨®mo cumplir las tendencias y fortalecer la independencia de los poderes judiciales en todos los pa¨ªses. La demora para cumplir una sentencia es injusticia en s¨ª. Estamos examinando si podemos establecer en el futuro sanciones si alguno no cumple con inmediatez.
P. Pronto ser¨¢ juez aqu¨ª, en esta mesa, Patricio Pazmi?o, que ahora mismo es juez de la Corte Constitucional de Ecuador y¡
R. Creo que no va a estar como juez constitucional¡ No creo que lo sea. Creo que viene integralmente para ser juez de la Corte Interamericana.
P. ?No ser¨¢ entonces un caballo de Troya de Ecuador?
R. No creo. Claro que un presidente de la Rep¨²blica (Rafael Correa, en este caso) indica a un candidato propone a alguien de una visi¨®n de mundo similar. Eso quiere decir que viene un representante de una forma de mirar el mundo. La multiculturalidad es importante para la legitimidad. Es importante tener ac¨¢ a un pa¨ªs de ALBA, que viene con una aproximaci¨®n de mundo, como los que vienen de pa¨ªses de otro espectro pol¨ªtico, aunque es claro que aqu¨ª nadie representa a un Estado.
P.?Es suficiente moderna la Convenci¨®n que rige el trabajo de la Corte como para reconocer nuevos derechos?
R. El derecho a un ambiente sano, por ejemplo, es fundamental y est¨¢ consagrado en el Protocolo de San Salvador, que es un protocolo adicional a la Convenci¨®n, que hab¨ªa tratado especialmente derechos pol¨ªticos civiles y pol¨ªticos pero fue muy restringida en derechos sociales. Estamos en la era de los derechos sociales.
P. Y en paralelo afrontan situaciones como la de M¨¦xico, donde hay violaciones de los derechos a diario pero con actores complejos, m¨¢s all¨¢ de la posible complicidad del Estado mexicano.
R. No me gusta fijarme en un solo Estado para no adelantar mi criterio. Se cre¨ªa que cuando no hubiese desempleo la violencia iba a disminuir much¨ªsimo y experimentamos en Am¨¦rica Latina un per¨ªodo de crecimiento y mucha gente sali¨® de la pobreza, pero aument¨® la violencia. Lamentablemente estamos destinados a continuar experimentando mucha violencia. Tenemos que cuidar los aparatos policiales y judiciales, pero sabiendo que no vamos a poder cambiar la realidad de violencia sino cambiamos los valores con educaci¨®n.
P. ?Ha imaginado a Estados Unidos sometido a esta corte?
R. Tengo esperanza. Tenemos que aspirar a la universalidad y es un pa¨ªs l¨ªder e el mundo en diversos aspectos y es un pa¨ªs con alto grado de democracia y que tiene problemas serios de derechos humanos. Los impulsa tanto en su diplomacia internacional, pero no se somete a ¨®rganos internacionales. Ser¨ªa un ejemplo para el mundo sobre el hacer y el decir.
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