La Cumbre de Par¨ªs allana el camino para que EEUU firme el acuerdo

Un acuerdo contra el cambio clim¨¢tico sin EE?UU, el segundo mayor emisor de CO2 del mundo, ser¨ªa de nuevo ineficaz. John Kerry, secretario de EE UU, ha se?alado este mi¨¦rcoles en Par¨ªs que se necesita un pacto "inclusivo, ambicioso y sostenible". Pero su pa¨ªs tiene problemas con la vinculaci¨®n jur¨ªdica: no puede aceptar que los objetivos de reducci¨®n de emisiones que debe acometer le vengan impuestos desde un tratado internacional. Del ¨²ltimo borrador que se ha difundido este mi¨¦rcoles en la Cumbre del Clima se ha eliminado el art¨ªculo que fijaba esa vinculaci¨®n legal.

Meses antes de la Cumbre de Par¨ªs, donde se intenta cerrar un acuerdo global contra el cambio clim¨¢tico, se sab¨ªa que habr¨ªa que hacer piruetas en la redacci¨®n del texto. Entre los muchos problemas que est¨¢n sobre la mesa est¨¢ la imposibilidad, reconocida por EE UU, de firmar un acuerdo en el que legalmente se le obligue a un recorte concreto de emisiones de gases de efecto invernadero.

Esto no quiere decir que la Administraci¨®n de Barack Obama no est¨¦ dispuesta a reducirlas. Como otros 185 pa¨ªses, EE UU ha presentado ante la ONU un plan concreto. Se compromete a recortar sus emisiones entre un 26% y un 28% en 2025.

El problema para la Administraci¨®n de Obama reside en que no puede asumir ¡ªentre otras cosas, porque no controla el Senado¡ª que los objetivos de ese plan de recorte figuren como "legalmente vinculantes" en el acuerdo de Par¨ªs. Del borrador del pacto sobre el que se trabajaba este mi¨¦rcoles se hab¨ªa eliminado el art¨ªculo que hac¨ªa referencia a esa vinculaci¨®n de los planes nacionales.

"Hace tiempo se sab¨ªa que el ¨²nico aspecto que no pod¨ªa ser legalmente vinculante eran las contribuciones nacionales", explica Teresa Ribera, directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales de Par¨ªs. Era un problema para EE UU, pero tambi¨¦n para China e India, a?ade Ribera.

Pero la Uni¨®n Europea hab¨ªa fijado como l¨ªnea roja que los objetivos de recorte ¡ªque cada pa¨ªs ha presentado voluntariamente¡ª figuraran como vinculantes. Miguel Arias Ca?ete, comisario europeo de Clima y Energ¨ªa, reconoce que esa batalla est¨¢ pr¨¢cticamente perdida. Pero sostiene que "a cambio" se ha conseguido que EE UU apoye que figuren en el texto metas intermedias de recorte mundiales en 2050 ¡ªalgo que no gusta a China y los pa¨ªses petroleros¡ª y que los esfuerzos de cada pa¨ªs se revisen cada cinco a?os para lograr que la temperatura media del planeta en 2100 no aumente m¨¢s de dos grados respecto a los niveles preindustriales. Con los planes que han presentado ya 186 pa¨ªses (solo faltan nueve por hacerlo de los 195 que est¨¢n negociando en Par¨ªs), la temperatura en 2100 aumentar¨ªa alrededor de tres grados. De ah¨ª, la importancia de las revisiones al alza cada cinco a?os de los esfuerzos, algo que s¨ª figura en el borrador de este mi¨¦rcoles. En el texto se apunta tambi¨¦n a la posibilidad de bajar la meta a 1,5 grados.

Posiciones m¨¢s claras

Del borrador se han limpiado muchos corchetes y las posiciones est¨¢n m¨¢s claras. Pero la discusi¨®n m¨¢s importante sigue latente: la "diferenciaci¨®n", por la que son los pa¨ªses desarrollados los que deben asumir la mayor parte de las obligaciones contra el cambio clim¨¢tico. Si se sigue a rajatabla la convenci¨®n marco de la ONU sobre cambio clim¨¢tico, China e India no estar¨ªan dentro de los Estados obligados a asumir los mayores esfuerzos en reducci¨®n de emisiones y en financiaci¨®n. Esa convenci¨®n es de 1992 y en el listado de pa¨ªses desarrollados no aparec¨ªan estas dos econom¨ªas, que hoy est¨¢n entre los cuatro pa¨ªses m¨¢s contaminantes del mundo.

EE UU y Europa quieren que la diferenciaci¨®n se vaya diluyendo. Pero China intenta mantenerla, por ejemplo, en los mecanismos de control y revisi¨®n de los recortes de emisiones. Europa, seg¨²n Arias, aspira a que en un plazo de cinco a 10 a?os los controles sean iguales para todos. "Para frenar el cambio clim¨¢tico no pueden luchar solos los pa¨ªses desarrollados, que ahora representan solo el 35% de las emisiones", dice.

El otro problema, tambi¨¦n ligado a la diferenciaci¨®n, es el de la financiaci¨®n que se debe aportar para que los pa¨ªses m¨¢s pobres puedan adaptarse. Los desarrollados admiten que est¨¢n dispuestos a poner 100.000 millones de d¨®lares en 2020. Pero a partir de entonces quieren ampliar la base de donantes y que aporten todos los pa¨ªses "en condiciones de hacerlo". Pero la ministra sudafricana de Medio Ambiente, Edna Mowo Bolema, ha afirmado este mi¨¦rcoles que la "diferenciaci¨®n" debe continuar en financiaci¨®n y en transferencia de tecnolog¨ªa. Habl¨® en nombre del grupo G77 m¨¢s China, que agrupa a alrededor de 130 naciones.