¡°Si alguien se sale del pacto del clima le castigar¨¢n ferozmente en las urnas¡±
"Por supuesto que habr¨¢ acuerdo", dice el responsable de la OCDE sobre las negociaciones de cambio clim¨¢tico
?ngel Gurr¨ªa (Tampico, M¨¦xico, 1950), secretario general de la OCDE (Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos), habla de convicciones. "La gente tiene la convicci¨®n de que el agua y la tierra deben ser mejores y el aire m¨¢s respirable". "Por supuesto que habr¨¢ acuerdo", dice sobre la Cumbre del Clima en Par¨ªs, donde este jueves no hab¨ªa a¨²n pacto.
Y avisa: "Si alguien se sale del acuerdo porque no cree en el cambio clim¨¢tico le van a tachar de loco y le van a castigar ferozmente en las urnas en cualquier pa¨ªs del mundo". Cuando pronuncia estas palabras, Gurr¨ªa tiene en mente a los republicanos de Estados Unidos, un reducto de negacionistas y esc¨¦pticos del calentamiento global. "Todav¨ªa quedan dos o tres, ya ir¨¢n desapareciendo del mapa", vaticina. "Se van a enfrentar a un coro tan formidable, tan poderoso, que va a tener un coste pol¨ªtico tremendo", asegura.
Pero Gurr¨ªa no quiere solo focalizar el problema en EE UU. Reconoce que se lleva "demasiados a?os" discutiendo. La primera cumbre del clima fue hace dos d¨¦cadas. "Se hablaba de si hab¨ªa o no calentamiento. Alg¨²n muy distinguido l¨ªder espa?ol encabezaba algunos esfuerzos junto alg¨²n l¨ªder pol¨ªtico checo para decir que el calentamiento no era tal", recuerda.
Ante los problemas de la Administraci¨®n de Obama, no se espera que el pacto de Par¨ªs incluya objetivos de reducci¨®n de emisiones nacionales legalmente vinculantes. "Si no va a ser legalmente vinculante, porque no habr¨¢ sanciones por incumplir las emisiones, tiene que haber un mecanismo de medici¨®n que permita se?alar d¨®nde se va bien y d¨®nde no". Y de nuevo habla de la presi¨®n social como el mejor mecanismo de control.
La OCDE fue una de las primeras organizaciones internacionales en poner el foco sobre los subsidios que unos 40 pa¨ªses dan a los combustibles f¨®siles. "Nosotros los ciframos en 500.000 millones de d¨®lares. La primera vez que lo pusimos sobre la mesa se form¨® un esc¨¢ndalo, porque era m¨¢s grande de lo que los europeos se gastaban en subsidiar la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n". Cuenta que ha conocido pa¨ªses pobres en los que "el presupuesto de subsidios para combustibles f¨®siles era mayor que el de educaci¨®n".
"Y el beneficio es sobre todo para aquellos que m¨¢s consumen el producto subsidiado, los m¨¢s ricos". "Terrible para el medio ambiente y para el presupuesto, adem¨¢s socialmente regresivo". Y, ?por qu¨¦ se mantienen? "Porque los que se benefician son poderosos, porque tienen una voz importante, porque est¨¢n mejor organizados que los millones que no tienen una misma voz. La mayor¨ªa silenciosa no se organiza, no habla, no paga p¨¢ginas en los peri¨®dicos. En cambio, la industria que se siente amenazada alerta de que va a perder competitividad y tendr¨¢ que cerrar".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.