Los cr¨ªticos de Merkel avisan de que el flujo migratorio actual es insostenible
¡°Ning¨²n pa¨ªs puede soportar la llegada ilimitada de refugiados", se?ala el l¨ªder de la CSU
La expectaci¨®n era enorme. Fot¨®grafos y c¨¢maras corr¨ªan tras el s¨¦quito que acompa?aba al l¨ªder de la Uni¨®n Socialcristiana (CSU) y jefe de Gobierno de Baviera, Horst Seehofer, por las salas de la feria de Karlsruhe donde se celebra el congreso de sus hermanos democristianos de la CDU. Seehofer hablaba un d¨ªa despu¨¦s del ¨¦xito arrollador logrado por la canciller Angela Merkel. Y tres semanas despu¨¦s de que la mujer m¨¢s poderosa de Europa hubiera tenido que soportar una sonora humillaci¨®n p¨²blica por parte de su te¨®rico aliado.
El l¨ªder b¨¢varo, convertido en el mayor cr¨ªtico de la pol¨ªtica migratoria de Merkel, no defraud¨®. ¡°Ning¨²n pa¨ªs del mundo puede soportar la llegada ilimitada de refugiados. Y Alemania tampoco podr¨¢ hacerlo a largo plazo¡±, se?al¨® a escasos metros de la c¨²pula de la CDU, incluida su jefa m¨¢xima.?
El ambiente este martes era muy distinto del que reinaba en M¨²nich el pasado 20 de noviembre, cuando era la CSU la que celebraba su congreso. La canciller, que acudi¨® como acto de cortes¨ªa hacia sus hermanos b¨¢varos, habl¨® durante 21 minutos. Al finalizar, Seehofer se acerc¨® para, seg¨²n las normas de cortes¨ªa, agradecerle su presencia. Pero en lugar de las habituales palabras amables, el jefe socialcristiano tuvo durante casi un cuarto de hora a Merkel de pie, aguantando una reprimenda por su negativa a fijar una cuota m¨¢xima de refugiados.
Ella miraba con cara de no dar cr¨¦dito a lo que estaba pasando. Todo el pa¨ªs interpret¨® que Seehofer estaba tratando a la estadista m¨¢s poderosa de Europa como si fuera una escolar a la que hab¨ªa que reprender por sus malas notas. Los dirigentes democristianos, incluso los m¨¢s cr¨ªticos con su l¨ªder, estaban indignados.
En Karlsruhe, las tornas se hab¨ªan dado la vuelta. Seehofer era en esta ocasi¨®n el invitado que hablaba un d¨ªa despu¨¦s de que Merkel desactivara un conato de rebeli¨®n interna gracias a su compromiso expl¨ªcito de reducir ¡°de forma perceptible¡± el n¨²mero de refugiados que llegan a Alemania, que este a?o han superado ya el mill¨®n. La canciller lograba un apoyo un¨¢nime de su partido gracias a un texto consensuado que reconoce que las cifras actuales no son sostenibles, pero que no le compromete ni a cifras concretas ni a un calendario de reducci¨®n.
El primer ministro b¨¢varo se agarr¨® a este acuerdo para augurar buenas relaciones entre los dos partidos que gobiernan en Berl¨ªn en coalici¨®n con los socialdem¨®cratas. Pero tambi¨¦n dej¨® claro los peligros a los que se enfrenta el pa¨ªs si no se cumple ese objetivo de rebajar considerablemente el n¨²mero de llegadas. E insisti¨® en su posici¨®n. ¡°Nosotros seguimos estando a favor de una limitaci¨®n¡±, asegur¨®.
Mencion¨® algunos de los t¨¦rminos omnipresentes desde hace meses en el debate pol¨ªtico alem¨¢n ¡ªlimitaci¨®n, disminuci¨®n del volumen de llegadas o contingentes de refugiados¡ª y dijo que a la poblaci¨®n no le interesan estos debates terminol¨®gicos, sino percibir que se est¨¢ solucionando el problema ¡°de una forma sensatas e inteligente¡±. Y, seg¨²n las cifras que aport¨®, ese objetivo no se est¨¢ consiguiendo.
Seehofer ley¨® en alto ante la mirada seria de Merkel el n¨²mero de personas que han llegado a Baviera en los ¨²ltimos cinco d¨ªas ¡ªentre 4.000 y 5.000 diarias¡ª; y dijo que, de seguir as¨ª, la cifra de 2016 superar¨¢ al mill¨®n de 2015. Tambi¨¦n alert¨® del riesgo de que las opciones de extrema derecha crezcan si los alemanes no sienten que el Gobierno solucione sus problemas.
El congreso de Karlsruhe ha servido a Merkel para mostrar su poder en su partido, que la ha respaldado de forma monol¨ªtica. ¡°Nos ha hecho a todos mucho bien¡±, dijo sonriente en la clausura. Incluso dirigentes como el ministro del Interior, Thomas de Maizi¨¨re, que la hab¨ªa responsabilizado de generar ¡°el caos¡± y hab¨ªa defendido la fijaci¨®n de un tope de refugiados para Europa, considera ahora esta medida demasiado ¡°est¨¢tica¡±.
Pero los problemas para la canciller no han acabado. Todo depender¨¢ de la evoluci¨®n del flujo migratorio en los pr¨®ximos meses y de si sus recetas ¡ªcooperaci¨®n con la UE y con pa¨ªses como Turqu¨ªa; y acelerar la devoluci¨®n de los que no tengan derecho a asilo pol¨ªtico¡ª consiguen de verdad ¡°esa reducci¨®n perceptible¡± a la que Merkel se ha comprometido ante los suyos. Si no es as¨ª, Seehofer y compa?¨ªa prometen volver a la carga.
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