La alianza isl¨¢mica lanzada por Riad se resquebraja antes de echar a andar
Pakist¨¢n, L¨ªbano, Malasia e Indonesia matizan su implicaci¨®n en el proyecto
La alianza militar isl¨¢mica contra el terrorismo que Arabia Saud¨ª anunci¨® el pasado martes muestra sus primeras grietas antes incluso de haber empezado a funcionar. Pakist¨¢n, L¨ªbano, Malasia e Indonesia han mostrado diferentes grados de sorpresa por su inclusi¨®n en un proyecto del que, al parecer, Riad no les hab¨ªa dado detalles. Todo apunta a que el plan se gestion¨® deprisa y corriendo. Mientras, Turqu¨ªa y Qatar empiezan a coordinarse por su cuenta.
¡°Pakist¨¢n (¡) est¨¢ a la espera de m¨¢s detalles para decidir su grado de participaci¨®n en la alianza¡±, se?ala un comunicado del Ministerio de Exteriores. Poco antes el propio ministro, Aizaz Chaudhry, hab¨ªa puesto en evidencia la falta de informaci¨®n al declarar que hab¨ªa pedido al embajador en Riad que averiguara c¨®mo les hab¨ªan incluido en la lista de participantes.
Seg¨²n el diario paquistan¨ª Dawn, Arabia Saud¨ª obtuvo un compromiso secreto de que Pakist¨¢n se unir¨ªa, sobre el que el Ministerio de Exteriores no estaba al tanto. Aunque el peri¨®dico se limita a decir que ¡°hay especulaciones sobre qui¨¦n dio esa garant¨ªa¡±, solo el poderoso Ej¨¦rcito resultar¨ªa cre¨ªble en una interlocuci¨®n de ese tipo.
Con anterioridad, hab¨ªa sido L¨ªbano el que se hab¨ªa sumido en la confusi¨®n. Para el peque?o y fracturado pa¨ªs levantino, donde un tercio de la poblaci¨®n es cristiana y otro 40% chi¨ª, su inclusi¨®n en una alianza sun¨ª result¨® especialmente controvertida. Mientras el ministro de Exteriores negaba que se hubieran unido a la misma, el primer ministro (un sun¨ª) se dedicaba a asegurar al movimiento chi¨ª Hezbol¨¢ (parte de la coalici¨®n de Gobierno liban¨¦s) de que sus milicianos no iban a ser objetivo. El presidente del Parlamento (un chi¨ª) exig¨ªa, por su parte, que el Ejecutivo debata la decisi¨®n.
Las contradicciones en Pakist¨¢n pueden atribuirse a la bicefalia civil-militar de su poder. No es el caso en Malasia, cuyo ministro de Defensa, Hishammuddin Hussein, matiz¨® el papel de su pa¨ªs, aunque dijo apoyar el esfuerzo saud¨ª. ¡°No hay un compromiso militar, sino m¨¢s bien un entendimiento de que vamos a actuar juntos para combatir a los extremistas¡±, declar¨® antes de dar a entender que el plan se hab¨ªa montado sobre la marcha. ¡°Recib¨ª una llamada de su ministro de Exteriores hace un par de d¨ªas¡±, dijo.
Del mismo modo un portavoz del Ministerio de Exteriores de Indonesia precis¨® que estaban a la espera de m¨¢s detalles antes de decidir si participar de alguna forma. El comunicado difundido por Arabia Saud¨ª inclu¨ªa al pa¨ªs con la mayor poblaci¨®n musulmana del mundo entre una decena que apoyaban la alianza aunque no participaban directamente en ella.
Ya el pasado marzo Riad intent¨® que Pakist¨¢n, Egipto y Sud¨¢n, tres pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana con los que mantiene buenas relaciones y que cuentan con nutridos Ej¨¦rcitos, contribuyeran con tropas a la Operaci¨®n Tormenta Decisiva sobre Yemen. Ninguno de ellos mostr¨® una especial disposici¨®n y s¨®lo tras intensas gestiones saud¨ªes, El Cairo y Jartum han enviado recientemente 800 y 400 soldados, respectivamente, a ese esfuerzo. Pakist¨¢n ha salvado el compromiso con una nueva fase de entrenamiento de fuerzas especiales saud¨ªes en tareas antiterroristas.
Tal vez para evitar un nuevo feo por parte de Egipto, el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo ¨¢rabe y en el pasado su l¨ªder, el viceheredero y ministro de Defensa saud¨ª, viaj¨® a El Cairo poco despu¨¦s de presentar su alianza isl¨¢mica contra el terrorismo. All¨ª anunci¨® un nuevo paquete de ayuda e inversiones por valor de 7.500 millones de euros para los pr¨®ximos cinco a?os.
Mientras, Turqu¨ªa anunci¨® el mi¨¦rcoles que va a establecer una base con 3.000 soldados en Qatar como parte de un acuerdo de defensa destinado a defenderse de los ¡°enemigos comunes¡±. Aunque se trata de un asunto bilateral sin relaci¨®n con el plan saud¨ª, su mera realizaci¨®n parece indicar que estos pa¨ªses no dependen del liderazgo de Riad para tomar sus propias decisiones de defensa.
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