Miembros de las dos facciones libias pactan formar un Gobierno

La ONU ha logrado por fin que varias decenas de diputados libios firmen un pacto para la formaci¨®n de un Gobierno de unidad que deber¨ªa comenzar a funcionar en un mes. El nuevo enviado especial de la ONU para Libia, el alem¨¢n Martin Kobler, quien hered¨® este mes el trabajo efectuado durante un a?o por el espa?ol Bernardino Le¨®n, ha conseguido este viernes en el municipio marroqu¨ª de Sjirat la anhelada firma. Ha sido tremendamente dif¨ªcil conseguir ese acuerdo y va a ser a¨²n m¨¢s dif¨ªcil mantenerlo.

De entrada, los diputados libios firmantes no cuentan con el respaldo oficial de sus respectivos ¨®rganos parlamentarios, el Congreso General Nacional (de Tr¨ªpoli) y la C¨¢mara de Representantes (de Tobruk). Su apoyo lo ejercen a t¨ªtulo individual. Por tanto, las piedras que ya se encontr¨® Bernardino Le¨®n cuando anunci¨® hace dos meses esta misma composici¨®n de Gobierno, siguen estando ah¨ª. Ni Aqila Salah, presidente del Congreso de los Diputados en Tobruk, ni Nouri Abu Sahmein, presidente de la C¨¢mara rebelde en Tr¨ªpoli, respaldan ¡ªde momento¡ª al Gobierno de unidad.

El nuevo Gobierno, eso s¨ª, cuenta con un respaldo de la comunidad internacional un¨¢nime. Tanto los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU como los pa¨ªses vecinos y los pa¨ªses m¨¢s implicados en el conflicto, se han mostrado a favor del nuevo Gobierno. El propio ministro de Exteriores espa?ol, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo,?ha saludado el acuerdo de unidad como primer paso de un proceso que debe poner fin a la expansi¨®n en dicho pa¨ªs del autodenominado Estado Isl¨¢mico, ¡°antes de que sea demasiado tarde¡±, controlar la inmigraci¨®n ilegal y reanudar la actividad econ¨®mica, paralizada por la guerra civil, informa Miguel Gonz¨¢lez. A su llegada a la ciudad marroqu¨ª de Sjirat, donde se ha reunido con el futuro primer ministro libio, Faed Serraj, Margallo ha explicado que Espa?a, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, trabaja ya en una resoluci¨®n que reconozca al nuevo Gobierno como ¨²nico representante leg¨ªtimo de Libia.

El apoyo internacional no puede ser mayor. Y tal vez eso se traduzca muy pronto en la ayuda econ¨®mica y militar. Pero falta por ver si el nuevo Gobierno contar¨¢ con las condiciones m¨ªnimas de seguridad para desempe?ar su labor en Tr¨ªpoli.

Los m¨¢s cr¨ªticos con el acuerdo se?alan que a partir de ahora habr¨¢ tres Gobiernos en Libia: el de Tr¨ªpoli, que nunca fue reconocido por la comunidad internacional, el de Tobruk que ya no ser¨¢ oficialmente reconocido, y el que ha nacido este jueves en la localidad marroqu¨ª de Sjirat, a media hora en coche desde Rabat. Los m¨¢s optimistas, como el propio Martin Kobler, aseguran que el camino era el ¨²nico posible. ¡°No pueden olvidar que ¨¦ste es el comienzo de un viaje dif¨ªcil¡±, recalc¨® Kobler tras la firma del acuerdo.

Como muestra de las dificultades que quedan por delante, sirvan los enfrentamientos registrados en Tr¨ªpoli este mi¨¦rcoles entre varias milicias, unas a favor y otras en contra del acuerdo. Este mi¨¦rcoles, Martin Kobler advert¨ªa: ¡°Solo tenemos un 75% de gente que est¨¢ feliz con el acuerdo. Pero es un buen comienzo¡±.

El nuevo Gobierno dispone de un a?o para impulsar la redacci¨®n de una nueva constituci¨®n y someterla a refer¨¦ndum. Mientras tanto, deber¨¢ poner en marcha el desarme de las milicias, algo imposible desde hace cuatro a?os, cuando fue derrocado Muamar el Gadafi. Y toda esa labor recaer¨¢ principalmente sobre las espaldas del nuevo presidente provisional, Fawzi Serraj, un diputado proveniente de Tr¨ªpoli y perteneciente al Parlamento de Tobruk.

Fawzi Serraj fue a quien Bernardino Le¨®n consider¨® la persona id¨®nea para encabezar el primer Gobierno de transici¨®n. Ni el propio Serraj se esperaba tama?a responsabilidad. La primera noche en que Le¨®n le comunic¨® el nombramiento Fawzi Serraj confes¨® sus temores. No es un hombre especialmente carism¨¢tico ni de car¨¢cter fuerte. Pero Le¨®n consider¨® que es una persona capaz de forjar los consensos necesarios que necesita el pa¨ªs en estos momentos.

Destacados expertos en Libia, como los miembros del centro de an¨¢lisis International Crisis Group, se mostraban partidarios de que la ONU fuera m¨¢s prudente en su af¨¢n por instaurar un Gobierno de unidad e intentara atraer el mayor apoyo posible. Pero varios expertos de la ONU consultados por este diario indicaron que el tiempo se echaba encima en Libia; que ninguno de los dos Gobiernos ¡ªni el de Tr¨ªpoli ni el de Tobruk¡ª ten¨ªan ya legitimidad para seguir ejerciendo sus funciones, que el Estado Isl¨¢mico cada vez iba ganando m¨¢s terreno en el pa¨ªs, y que la situaci¨®n humanitaria era tan grave que hab¨ªa que forjar una salida.