La victoria de los nacionalistas corsos preocupa en Francia
La derecha interpela al Gobierno de Fran?ois Hollande por la deriva independentista
El abogado Gilles Simeoni defendi¨® en 1998 a un independentista corso que mat¨® a un polic¨ªa. Hoy es el presidente de la isla. La clase pol¨ªtica francesa, al igual que la prensa, concentradas ambas en el avance del Frente Nacional, apenas repar¨® en las pasadas elecciones regionales en el in¨¦dito e hist¨®rico ¨¦xito de los nacionalistas corsos. Con efectos retardados, la preocupaci¨®n crece en la derecha una vez que emblem¨¢ticos pol¨ªticos nacionalistas han tomado posesi¨®n de sus cargos, reabriendo el fantasma de un independentismo que en el pasado removi¨® los cimientos de uno de los pa¨ªses m¨¢s centralistas de Europa.
La lista regionalista de Gilles Simeoni se alz¨® con la victoria el pasado 13 de diciembre con el 35,34% de los votos, lo que, con el sistema mayoritario de reparto de esca?os en la asamblea corsa, le da derecho a casi la mitad (24) de los 51 asientos. Simeone, un abogado de 48 a?os, se erigi¨® el jueves pasado en presidente de la regi¨®n, abriendo una etapa in¨¦dita en la historia del nacionalismo moderado corso. Junto con la elecci¨®n de Jean-Guy Talamoni, otro abogado y pol¨ªtico de 55 a?os, como presidente de la asamblea regional, la clase pol¨ªtica est¨¢ alarmada. Talamoni es m¨¢s radical que Simeoni en sus posiciones. Se le considera independentista y en su investidura, adem¨¢s de utilizar solo el idioma corso, reclam¨® la amnist¨ªa para los ¡°presos pol¨ªticos¡± corsos condenados por actos violentos en la isla.
El primero en llamar la atenci¨®n sobre lo que est¨¢ ocurriendo fue el ex primer ministro Fran?ois Fillon, de Los Republicanos. Fillon reconoci¨® la legitimidad de la victoria electoral, pero el jueves declar¨® que tal cosa no exonera a los nacionalistas de respetar la ley ni les autoriza a ¡°proferir invectivas dignas de la agitaci¨®n clandestina que se cre¨ªa superada¡±. Su compa?ero de filas y tambi¨¦n ex primer ministro Alain Jupp¨¦ ha deplorado que Talamoni no se haya expresado en franc¨¦s, ¡°la lengua de la Rep¨²blica¡±, adem¨¢s de su referencia a los presos pol¨ªticos.
El rotativo conservador Le Figaro, en su editorial de este lunes, considera que los nacionalistas corsos han aprovechado ¡°las debilidades y las contradicciones de la izquierda en el poder¡± y critica al presidente de la Rep¨²blica Fran?ois Hollande y al primer ministro Manuel Valls de no haber reaccionado al discurso independentista de Talamoni. Su alocuci¨®n el jueves pasado no lleg¨® a los diez minutos, pero fue rotunda. ¡°Hablo¡±, dijo, ¡°en nombre de este peque?o movimiento nacional que nunca acept¨® reconocer el principio de la tutela francesa sobre C¨®rcega. En el nombre de los que jam¨¢s han renunciado a la independencia¡±. M¨¢s adelante se?al¨® que su movimiento obtendr¨¢ ¡°la amnist¨ªa de los presos y perseguidos¡±. Simeoni, por su parte, habl¨® del ¡°pueblo corso¡± y la ¡°l¨®gica emancipaci¨®n de C¨®rcega, que pasa necesariamente por una relaci¨®n reformulada con el Estado¡±.
Pero no solo la derecha ha manifestado su inquietud. Las cr¨ªticas han llegado desde la izquierda radical y tambi¨¦n desde la ultraderecha del Frente Nacional. ¡°Me siento un poco ofendido cuando el presidente de una asamblea francesa no habla en un idioma que comprendo¡±, dice Jean-Luc M¨¦lenchon, diputado europeo y cofundador del Partido de Izquierda. ¡°Estoy sorprendido¡±, ha dicho este lunes el vicepresidente del FN Florian Philippot. ¡°El art¨ªculo 5 de la Constituci¨®n recuerda que el presidente de la Rep¨²blica es el garante de la integridad territorial francesa. Debe explicarse¡±.
La victoria nacionalista en C¨®rcega ha pillado a la clase pol¨ªtica francesa con el pie cambiado. La izquierda, con una lista encabezada por el expresidente corso Paul Giacobbi, gan¨® en primera vuelta el 6 de diciembre. Los conservadores le culpan por haber cedido en los ¨²ltimos a?os a las demandas nacionalistas y por hacer creer al Partido Socialista que dominaba la situaci¨®n. El vuelco en segunda vuelta ha cambiado el panorama, pero ni Valls ni Hollande han querido hasta el momento reaccionar oficialmente. ¡°La ley es la misma para todos y ello incluye tambi¨¦n a C¨®rcega¡±, ha se?alado escuetamente el secretario de Estado de relaciones con el Parlamento Jean-Marie Le Guen.
Los expertos no creen que C¨®rcega (300.000 habitantes) tenga la capacidad econ¨®mica para un desaf¨ªo independentista a la catalana. Tampoco hay una mayor¨ªa nacionalista tan amplia. Todo depende de la deriva de las nuevas autoridades, que defienden un sistema fiscal propio y el reconocimiento del corso como lengua oficial. El gobierno regional, de limitadas competencias, gestiona algunos impuestos y desde 2002 se imparte clases de corso en primaria. El presupuesto del ejecutivo regional es el m¨¢s modesto de las 13 regiones metropolitanas de Francia (600 millones de euros).
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