Anonymous amenaza a un menor por vejar a un indigente en M¨¦xico

Un adolescente mexicano vej¨®, humill¨® y maltrat¨® la semana pasada a un indigente en Tijuana, al norte del pa¨ªs, mientras otro compinche lo grababa con una c¨¢mara. El joven empu?a en el v¨ªdeo un objeto puntiagudo con forma de pistola con el que amenaza a su v¨ªctima. Entre insultos y burlas, el indigente es obligado desvestirse. De rodillas y con las manos en la cabeza, le apaga un cigarrillo en el torso desnudo y le conmina a repetir ante la c¨¢mara: ¡°un saludo para mi compadre Adal Mundo. Dale a like¡±.

Adal Mundo Rodr¨ªguez, de 17 a?os, colg¨® el v¨ªdeo en las redes sociales, provocando fuertes reacciones de rechazo. La onda expansiva de la infamia lleg¨® hasta Anonymous, que decidi¨® comenzar otra de sus cruzadas digitales. El grupo de ciberactivistas lanz¨® este lunes un mensaje a trav¨¦s de un v¨ªdeo publicado en canal de YouTube de la secci¨®n mexicana de la organizaci¨®n. En un plano fijo, la figura de un hombre tocado con la caracter¨ªstica m¨¢scara del protagonista V de Vendetta, el c¨®mic de Alan Moore, advert¨ªa con voz rob¨®tica que hab¨ªan localizado a los agresores y que si en dos d¨ªas no se entregaban a la polic¨ªa y ped¨ªan perd¨®n a su v¨ªctima, ellos mismos se encargar¨ªan hacer justicia: ¡°Haremos que paguen por su cometido, no permitiremos su arrepentimiento, y el dolor que causaremos ser¨¢ dif¨ªcil de sanar¡±. Al d¨ªa siguiente, Adal Mundo Rodr¨ªguez se presentaba junto a su madre en las dependencias de la Subprocuradur¨ªa de Justicia de Tijuana.

Las autoridades mexicanas informaron este martes en un comunicado que han abierto una investigaci¨®n por la comisi¨®n de un delito de lesiones, y que al tratarse de un menor de edad, el caso ha sido derivado a la Ministerio P¨²blico Especializado en Menores.

Las autoridades mexicanas han abierto una investigaci¨®n por la comisi¨®n de un delito de lesiones

Anonymous, que salt¨® a la popularidad en 2010 por las filtraciones de documentos de Estado conocidas como Wikileaks, recalcaba en su v¨ªdeo que hab¨ªa decidido tomar cartas en el asunto porque ¡°el racismo, la humillaci¨®n, la tortura y la discriminaci¨®n son delitos que deben ser castigados¡±. ¡°Nosotros no tenemos miedo a sus intimidaciones, ni mucho menos a personas ignorantes que juegan a ser miembros de grupos criminales. Piensan que presumir un arma de fuego es un sin¨®nimo de poder, el mismo poder que nosotros les demostraremos¡±, a?ad¨ªan.

El comportamiento del menor guarda similitudes con las pr¨¢cticas de los grupos mexicanos de delincuencia organizada involucrados en el narcotr¨¢fico. Sus m¨¦todos s¨¢dicos y su imagen de poderosos forajidos al margen de la ley han calado en el imaginario popular de un pa¨ªs con unos insoportables ¨ªndices de impunidad. La fascinaci¨®n por este tipo de delincuentes ha llegado en los ¨²ltimos a?os a alumbrar el fen¨®meno conocido como narcocultura.

A la llegada a las dependencias de la fiscal¨ªa de Tijuana, los periodistas preguntaron a Mundo Rodr¨ªguez por qu¨¦ se hab¨ªa comportado as¨ª:

¡ª ¡°Por un simple juego, por estar con los amigos... por creerse na m¨¢s gran cosa¡±.

El muchacho, con el rostro endurecido, reiter¨® que se arrepent¨ªa de haberlo hecho. La madre, Carmen Rodr¨ªguez, denunci¨® que desde el mensaje de Anonymous, que se?alaba como responsables tambi¨¦n al padre y al hermano, su familia hab¨ªa sufrido una fuerte oleada de amenazas e insultos, tanto a trav¨¦s de las redes sociales como por tel¨¦fono, presuntamente hackeado por el grupo de ciberactivistas.

Las acciones de crueldad y desprecio contra?las personas sin recursos que viven en la calle no son excepcionales en M¨¦xico. En junio, un grupo de seis personas que sal¨ªan de una discoteca en Ensenada, al noreste del pa¨ªs, decidieron tomarse una foto en la que se ve a uno de ellos sosteniendo una cuerda atada al cuello de un indigente con el torso desnudo. Uno es un profesor de universidad y otro, funcionario p¨²blico. Esta misma semana dos empleados de unos grandes almacenes en Tepic, al oeste, desalojaron a manguerazos a dos personas que estaban sentadas en la entrada de la tienda.