Un Dios asesino a la fuga en la portada del pr¨®ximo ¡®Charlie Hebdo¡¯
La revista saca un n¨²mero especial con un duro editorial escrito por el director
La revista Charlie Hebdo sacar¨¢ a la venta un n¨²mero doble especial este mi¨¦rcoles con motivo del primer aniversario del atentado contra su redacci¨®n en el que murieron 11 personas. Fiel a su defensa feroz de la laicidad y a su anticlericalismo, en portada muestra a un Dios barbudo a la fuga, manchado de sangre, con un fusil Kal¨¢shnikov colgado del hombro y el titular: ¡°Un a?o despu¨¦s, el asesino sigue suelto¡±. Lo acompa?a un incisivo editorial de su actual director, el dibujante Riss, en el que advierte lo siguiente: ¡°No son dos gilipollas encapuchados los que van a tirar por el suelo el trabajo de nuestras vidas¡±.
¡°Las convicciones de los ateos y de los laicos pueden desplazar muchas m¨¢s monta?as que la fe de los creyentes¡±, escribe Riss, ¨¦l mismo herido en el ataque del pasado 7 de enero y autor tambi¨¦n de la portada. Denuncia a los ¡°fan¨¢ticos embrutecidos por el Cor¨¢n¡± y los ¡°venidos de otras religiones¡± que hab¨ªan deseado la muerte del siempre irreverente semanario por ¡°haberse atrevido a re¨ªrse de la religi¨®n¡±. Desde la publicaci¨®n de las caricaturas de Mahoma en 2006, escribe, ¡°muchos esperaban que un d¨ªa alguien nos pusiera en nuestro sitio (¡) que nos mataran¡±. Y recuerda los problemas financieros del semanario. ¡°Cada a?o nos sorprend¨ªamos de seguir vivos¡±.
El propio Riss admite que hab¨ªan subestimado el peligro de un ataque f¨ªsico. ¡°Un mes antes del 7 de enero, le preguntaba a Charb?[director de la publicaci¨®n asesinado] si su protecci¨®n segu¨ªa teniendo sentido. La historia de las caricaturas era algo del pasado (¡) Pero un creyente, sobre todo un fan¨¢tico, no olvida jam¨¢s la afrenta a su fe, porque tiene a la eternidad detr¨¢s y delante suya (¡). La eternidad nos cay¨® encima como un rayo aquel mi¨¦rcoles 7 de enero".
Riss recuerda el ¡°inmenso silencio¡± que invadi¨® la sala de redacci¨®n aquella ma?ana despu¨¦s del ¡°ensordecedor ruido de unos sesenta disparos en tres minutos¡±. Fue ese silencio el que le confirm¨® la muerte de sus compa?eros, entre ellos Charb y los veteranos caricaturistas Cabu y Wolinski. ¡°Cuando al fin un bombero me ayud¨® a levantarme, tras haber tenido que pasar por encima del cuerpo de Charb tumbado a mi lado, evit¨¦ volver la mirada hacia la sala para no ver a los muertos de Charlie. Para no ver la muerte de Charlie¡±.
¡°?C¨®mo hacer un peri¨®dico despu¨¦s de todo eso? Lo que hemos vivido desde hace 23 a?os es lo que nos da la rabia¡± para continuar, dice. ¡°No son dos capullos encapuchados quienes van a tirar por el suelo el trabajo de nuestras vidas. No son ellos quienes ver¨¢n morir a Charlie. Es Charlie quien los ver¨¢ morir a ellos¡±, concluye.
El n¨²mero especial tendr¨¢ una tirada de un mill¨®n de ejemplares, de los cuales decenas de miles ser¨¢n distribuidos en el extranjero, con 32 p¨¢ginas, en vez de las 18 habituales. Incluye un cuaderno de dibujos de los asesinados Cabu, Wolinski, Charb, Tignous y Honor¨¦ y tribunas de la ministra de Cultura, Fleur Pellerin, las actrices Juliette Binoche, Isabelle Adjani y Charlotte Gainsbourg, intelectuales como la feminista ?lisabeth Badinter, la banglades¨ª Taslima Nasreen, el estadounidense Russel Banks y el m¨²sico Ibrahim Maalouf.
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