A los 95 a?os, Twitter contra la soledad

Hasta la tarde del 24 de diciembre pasado, Hern¨¢n Letelier, con 95 a?os reci¨¦n cumplidos, nunca hab¨ªa escuchado hablar de las redes sociales. Esa tarde de verano en Santiago de Chile, una amiga lo visit¨® en su departamento del centro de la ciudad para darle su regalo de Navidad. El actor y director de teatro recibi¨® a su visita y, sentados en su sala que parece una escenograf¨ªa, llena de recuerdos y de objetos de colores, le cont¨® que 2015 hab¨ªa sido horroroso: ¡°Estuve cinco meses postrado en mi cama por una compleja pulmon¨ªa, pr¨¢cticamente solo. Tuve alucinaciones. Me di cuenta en persona de lo que describi¨® Kafka en La Metamorfosis¡±.

Letelier fue una estrella del teatro local chileno de mediados del siglo XX y la memoria viva de esos a?os gloriosos para la dramaturgia local tan desconocidos para las nuevas generaciones. Escribi¨® tres comedias musicales de mucho ¨¦xito y encarn¨® una veintena de personajes que le permitieron viajar por el pa¨ªs y el extranjero con una de las principales compa?¨ªas de Chile, el Teatro de Ensayo de la Universidad Cat¨®lica. Pero probablemente su papel m¨¢s popular fue el adorable Pierre, le peluquier de La p¨¦rgola de las flores, la m¨¢s famosa de las piezas teatrales chilenas. ¡°Je suis Pierre, le peluquier plus connu de la ciudad. Con mis manos tan geniales soluciono los problemas capilares de la grande sociedad¡±, cantaba Letelier, el primer actor que personific¨® a Pierre en 1961.

Con una lucidez asombrosa, que practica a diario cantando y recitando poes¨ªas durante horas, Letelier es un hombre solo: ¡°Tuve una familia estupenda, pero mi madre falleci¨® y mi ¨²nico hermano muri¨® demasiado joven. No me cas¨¦ ni tuve hijos, y mis t¨ªos y primos est¨¢n todos muertos. Tambi¨¦n mis grandes amigas y amigos del alma. A la edad que tengo no queda nadie vivo¡±.

Salvo por un peque?o pu?ado de amistades, como el actor chileno Alejandro Cohen, vive en un aislamiento cerrado que llega a ahogar. Pr¨¢cticamente no sale a la calle. Pero en el mundo de Letelier, su peque?o piso que comparte con Martina, su gata persa, parece existir m¨¢s vida que al otro lado de la puerta. En esta casa siempre hay m¨²sica. Adem¨¢s de castellano, ¨¦l habla y lee ingl¨¦s, franc¨¦s y bastante italiano. En su biblioteca de m¨¢s de 3.000 ejemplares tiene joyas cl¨¢sicas que conoce de memoria y repasa. Tambi¨¦n escribe poes¨ªa, muchos cuentos y ha terminado tres novelas. La cultura, desde todos sus ¨¢mbitos, est¨¢ presente en este hogar acogedor, como la herramienta clave para mantener la mente joven y el cuerpo menos tembloroso.

Letelier extra?a la ¨¦poca en que la intensa vida social llenaba los d¨ªas de ese Santiago cultural de mediados de siglo. En ocasiones se ha sentido muy deprimido, sin ganas de vivir. Para quien lo visite, no es dif¨ªcil sentir cierta rabia al pensar que, con su muerte, desaparecer¨ªa una parte valiosa de la memoria teatral chilena, sin que casi nadie se d¨¦ cuenta de la p¨¦rdida.

Esa tarde de 24 de diciembre, sin embargo, Letelier entendi¨® con cierto esfuerzo algo sobre las redes sociales. Y con el arrojo de un joven, tuvo el convencimiento de que quer¨ªa abrir una cuenta en Twitter. ¡°Usted, como la elefanta de Dumbo, tra¨ªa la trompa llena de noticias¡±, le dijo a su amiga al momento de la despedida. Y ¨¦l qued¨® ah¨ª solo, pero entusiasmado, como si esas buenas nuevas hubiesen sido un motivo para seguir viviendo.

Ansias de conectarse

Durante muchos d¨ªas pens¨® las primeras frases o tuits que quer¨ªa colgar, haciendo el esfuerzo de que s¨®lo tuvieran 140 caracteres. Como no sabe usar un ordenador y por el momento tampoco lo tiene, pens¨® en dictarle las frases por tel¨¦fono a su amiga y, de esta forma, comenzar a conectarse con el mundo. Y as¨ª fue: el pasado domingo 2 de enero, Letelier debut¨® en Twitter con el usuario @letelier1920: ¡°Tengo 20 a?os, pero acabo de cumplir 95. Actor y director de teatro a mediados del XX. ?Se acuerda de Pierre le peluquier de La P¨¦rgola de las Flores? Era yo¡±, redact¨® en el perfil.

Su primer tuit fue un ¨¦xito: ¡°?Ser¨¢ com¨²n que un hombre de 95 abra cuenta en Twitter? Tengo ansias de conectarme con el mundo. Martina, mi gata, est¨¢ feliz y me aconseja¡±, escribi¨® Letelier. En cosa de horas, Pierre, le peluquier, ten¨ªa m¨¢s de 900 seguidores: lleg¨® a ser trending topic en Santiago y en Chile. Y recibi¨® comentarios bellos y nobles, que pretende contestar con calma.

Sensible como es, Letelier no lo pod¨ªa creer. Se sinti¨® profundamente conmovido: ¡°Es como volver a nacer. Estar en el mundo es estar vivo y el que est¨¢ vivo, conversa. A los 95 me siento lleno de posibilidades creativas¡±. Su pr¨®ximo objetivo ser¨¢ aprender a usar una tableta o un ordenador. ¡°Quisiera que lo que me queda por vivir, que no es mucho, fuera rico en experiencias. Me interesan los seres humanos y quiero vivir entre los vivos con los vivos y, si es posible, para los vivos¡±.