Misterioso 2016
La Argentina mont¨® un raro experimento cuyos resultados se ver¨¢n en los pr¨®ximos meses
Si se mirara la vida p¨²blica como un filme o una novela, el a?o que comienza est¨¢ cargado de suspenso para Am¨¦rica Latina. 2016 despejar¨¢ inc¨®gnitas de primera magnitud. Como si el tiempo, acelerado, estuviera por desatar varios nudos.
La hip¨®tesis de que Rousseff renuncie y entregue el Gobierno a su vice, Michel Temer, sigue abierta
En Brasil la moneda sigue en el aire. Mientras los jueces investigan la penetrante corrupci¨®n de Petrobras, el Congreso decidir¨¢ si env¨ªa a tribunales a 40 legisladores complicados en ese esc¨¢ndalo. Entre ellos los presidentes de ambas c¨¢maras. La propia Dilma Rousseff, cuya popularidad se mantiene en un d¨ªgito, enfrenta un proceso de juicio pol¨ªtico por adulterar la contabilidad. La posibilidad de destituci¨®n es muy brumosa. Pero la hip¨®tesis de que renuncie y entregue el Gobierno a su vice, Michel Temer, sigue abierta. El PT ve en el funcionamiento institucional una confabulaci¨®n golpista. La legitimidad est¨¢ puesta en discusi¨®n. Este drama se desarrolla sobre la aridez de una econom¨ªa que se contrajo un 3,5% en 2015. Y puede encogerse este a?o otro 2%. Dilma ya ensay¨® la receta fiscalista de Joaquim Levy. Fracas¨®. Ahora se repleg¨® sobre la heterodoxia de Nelson Barbosa, el otro acr¨®bata del a?o. Como toda sociedad atenazada por la corrupci¨®n y el ajuste, la brasile?a reconfigura su sistema de partidos. El PT busca, bajo el degradado liderazgo de Lula, reinventarse en un frente de izquierda para las elecciones de 2018.
La Argentina mont¨® un raro experimento cuyos resultados se ver¨¢n en los pr¨®ximos meses. La mitad del electorado otorg¨® el poder a Mauricio Macri. El presidente tiene que consolidar la alianza Cambiemos, integrada por su partido, PRO, la Uni¨®n C¨ªvica Radical y la Coalici¨®n C¨ªvica. Cambiemos recibi¨® el presente griego de gobernar tambi¨¦n la provincia de Buenos Aires, en manos del peronismo durante casi 30 a?os. La transici¨®n es turbulenta: la fuga de tres narcos de un presidio corri¨® un tel¨®n sobre el temible espect¨¢culo de mafias enquistadas en el aparato carcelario y policial. La ausencia de alternancia incub¨® un sistema de complicidades entre crimen y pol¨ªtica. La ruptura de ese acuerdo, como ense?a M¨¦xico, no es pac¨ªfica.
La Argentina mont¨® un raro experimento cuyos resultados se ver¨¢n en los pr¨®ximos meses
La minor¨ªa en el Congreso obliga a Macri a decretar medidas de emergencia para sanear la econom¨ªa. Alfonso Prat-Gay, el ministro de Hacienda, complet¨® la operaci¨®n m¨¢s delicada: liber¨® la compra de d¨®lares y estabiliz¨® el valor de esa divisa. Ahora el Gobierno debe pasar las grandes aguas: recortar subsidios, evitar que se dispare la inflaci¨®n y lograr que, hacia el ¨²ltimo trimestre, germine el nivel de empleo. Para estabilizarse, Macri debe ganar las elecciones legislativas de 2017, sobre todo en Buenos Aires. Tiene una ventaja: el peronismo fuera del poder es un pez fuera del agua. Cristina Kirchner, acorralada por causas judiciales, intenta bloquear a la nueva Administraci¨®n. Pero deber¨¢ arrastrar a los pragm¨¢ticos gobernadores de su partido que, necesitados de recursos, se vuelven dialoguistas. Es otro acertijo: qui¨¦n ser¨¢ el nuevo l¨ªder peronista.
El interrogante argentino se agiganta en Venezuela: c¨®mo se pasa de la hegemon¨ªa al pluralismo. El populismo resiste cualquier tipo de control. El chavismo fue herido en esa esencia: reducido a un tercio en la Asamblea Nacional, el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro se caricaturiza. Se vuelve m¨¢s autoritario. Impugna legisladores, apoyado por un Tribunal Supremo anegado de magistrados facciosos, para blindarse ante la oposici¨®n parlamentaria que planea su reemplazo constitucional. El reemplazante de Diosdado Cabello al frente de la Asamblea, Henry Ramos Allup, acaba de pedir la renuncia de Maduro. A contraluz de este conflicto reaparece un actor que, para su propio bien, los latinoamericanos hab¨ªan olvidado: el Ej¨¦rcito. La pregunta por la legitimidad en Venezuela es escabrosa.
?Sobrevivir¨¢n Rafael Correa y Evo Morales el deshielo bolivariano? Morales pretende habilitar su reelecci¨®n en el refer¨¦ndum de febrero. Y Correa, que jura no forzar su continuidad, debe bendecir un sucesor: en Ecuador hay comicios presidenciales a comienzos del a?o pr¨®ximo.
La ausencia de alternancia incub¨® un sistema de complicidades entre crimen y pol¨ªtica. La ruptura de ese acuerdo, como ense?a M¨¦xico, no es pac¨ªfica
2016 es, para Colombia, tambi¨¦n una caja de Pandora. El proceso de paz con las FARC avanza en medio de un r¨ªspido debate nacional. El 16 de diciembre se cerr¨® una etapa delicada, el pacto sobre la reparaci¨®n a las v¨ªctimas y la justicia transicional. Que las penas sean de entre cinco y ocho a?os de reclusi¨®n no carcelaria desata dur¨ªsimas denuncias contra la impunidad. Quedan por determinar los costos de la reinserci¨®n de los guerrilleros y la reparaci¨®n de quienes los padecieron.
El punto de fuga del cuadro es el plebiscito sobre el formato de la paz. ?lvaro Uribe ya inici¨® la campa?a por el ¡°no¡±. Juan Manuel Santos cuenta con un aliado gravitante: el papa Francisco, que en Navidad rez¨® por el proceso colombiano. El pr¨®ximo 28 el Papa acordar¨¢ con el obispo Luis Castro la fecha de su visita a Colombia, este a?o.
El calendario es parte de un ajedrez regional en que intervienen Barack Obama y Ra¨²l Castro. La entrevista de los dos mandatarios en La Habana, prevista para marzo, es otra manifestaci¨®n de la metamorfosis regional.
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